Así ve el futuro de Nokia el argentino que lo está diseñando
Axel Meyer es argentino y creó algunos de los productos más famosos de la compañía, como el N8 o el N9; explica por qué la firma finlandesa volvió al ruedo con su tableta N1
A mediados de noviembre, Nokia sorprendió al mercado al presentar una tableta con Android, la Nokia N1. Claro, se trata de la Nokia que sigue siendo finlandesa; no de la división de celulares que compró Microsoft (y que ya no usará la marca Nokia para sus smartphones). La tableta Nokia N1 salió a la venta en China la semana pasada, y es un equipo interesante por varios motivos; uno de ellos, que su diseño fue responsabilidad del argentino Axel Meyer, el actual jefe de diseño de producto de la compañía.
Meyer trabaja en Nokia casi 15 años, y es el responsable del diseño de equipos icónicos de la compañía como el N95, el N8, N9 y el Lumia 800 (pero no de los Lumia siguientes, que hizo otro grupo). Estuvo muy involucrado en el desarrollo del N9 (el equipo con Linux que debía ser el futuro de la compañía) en todos sus aspectos; después de que la compañía prefirió apostarlo todo por Windows Phone, Meyer y parte de su equipo se trasladaron de Finlandia a Estados Unidos para montar otro grupo de diseño avanzado.
En 2013 Microsoft anunció que se quedaba con los teléfonos de Nokia; la operación se concretó en abril de este año. La Nokia que quedó en Finlandia es la que mantiene su división de infraestructura de redes, los mapas HERE y una tercera división, que combina la administración de las patentes de Nokia con la investigación y desarrollo de nuevos negocios.
Allí está Meyer, que durante los últimos tres años y medio estuvo trabajando en varios proyectos, incluyendo la tableta que anunciaron en noviembre (una semana después del Lumia 535, el primer smartphone que no lleva la marca Nokia), que representa un cambio respecto de cómo Nokia hace hardware; involucra un acuerdo similar al que hizo BlackBerry hace un tiempo.
Fabricar bajo licencia
"Lo que estamos haciendo con la tableta es brand licensing, licenciar la marca, algo que hacen muchas compañías. Pero nosotros lo hacemos de una forma diferente al resto", advierte Meyer; en general las compañías que licencian la marca definen unos lineamientos base y dejan que el fabricante haga el resto. "Acá el diseño del producto es nuestro. Elegimos los componentes, el chipset, qué pantalla vamos a usar, el proceso de fabricación, etcétera. Está diseñado y definido por nosotros, e integramos tecnologías que son de Nokia. Foxconn se encarga de fabricarlo, de distribuirlo y de venderlo."
Para Nokia, la ventaja está en que sólo invierte en el diseño del producto; el gasto mayor corre por cuenta de Foxconn (la firma que también fabrica los equipos de Apple y otras compañías). Si la tableta se vende bien, Nokia gana dinero, tanto por la licencia como por tecnologías que se incluyen en el equipo; si se vende poco o nada, no tiene que pagar por el exceso de inventario, la logística, etcétera.
La tableta tiene Android Lollipop, sobre el que corre el Z Launcher, un gestor de interacción que ya está disponible para smartphones, y que está basado en caligrafía; hay que escribir una o dos letras de cada aplicación o contacto para acceder rápido a ellos, más allá de tener la lista clásica de aplicaciones y una vista con las aplicaciones más usadas que va cambiando a lo largo del día según los hábitos del usuario.
"Este equipo de diseño es como un nuevo comienzo -dice-. Es más pequeño, pero tenemos diseñadores industriales, diseñadores de interacción, ingenieros de software, trabajando todos juntos. Y esto nos permite controlar el diseño de punta a punta. La idea es volver a la esencia de la compañía; es que todo se haga para el consumidor. Nokia ahora es design driven, es impulsada por el diseño; así que el rol de mi equipo no es solamente diseño, sino también la definición del producto. Diseñamos todo: el dispositivo, el cargador, el packaging, el sitio. Pero más que diseñadores industriales nos sentimos generadores de producto. En una compañía grande se pierde un poco esa esencia, hay gente que toma decisiones sin saber cómo se hace un producto, y eso te afecta."
La pantalla y el aluminio
La tableta N1 tiene un precio de 250 dólares en China (luego llegará a Rusia; no se sabe si llegará a otros mercados), una pantalla IPS de 7,9 pulgadas y resolución de 2048 x 1536 pixeles, 2 GB de RAM, un chip Intel Atom Z3580 de cuatro núcleos, 32 GB de almacenamiento interno, cámara frontal de 5 megapixeles y trasera de 8 megapixeles, batería de 5300 mAh y un cuerpo hecho en una sola pieza de aluminio anodizado. Usa el nuevo conector USB tipo C (el reversible), pesa 318 gramos y tiene 6,9 mm de grosor, 200 mm de alto y 138,6 mm de ancho; un tamaño casi idéntico al de un iPad Mini 2 o 3, lo que generó comentarios negativos al momento de su lanzamiento.
"No es nuestra primera tableta. Y su perfil era bastante similar a la N1, aunque no de aluminio -dice, en referencia a la Lumia 2520, una tableta con Windows RT de 2013 y cuerpo de plástico que pasó sin pena ni gloria por el mercado-. Sí, dos equipos con aluminio se van a parecer. Pero no hay una tableta que tenga el perfil redondeado de la N1. No tiene bordes rectos en ningún lado. Eso es algo que ya estaba en el N9 en 2011, porque sigue el mismo diseño; los parlantes tienen el mismo diseño y posición que en el N9 y en otros Lumia, sólo que ahora son dos; elegimos una posición concéntrica para la cámara, que es equidistante de los botones de volumen y desbloqueo. Otras tabletas tienen la estructura de aluminio fabricada como si fuera una bañadera, cerrada por la pantalla; nosotros usamos un diseño redondeado que requiere darle 12 pasos al bloque de aluminio para darle ese borde con curva que hace que se sienta diferente en la mano, que se clave en la mano; eso es distinto al resto."
La tableta, según Meyer, es la primera de una serie. Pero ¿por qué meterse en algo así? Si hay algo que no falta son tabletas con Android. Y aunque el segmento de 250 dólares o menos es el más popular, el mercado de tabletas no crece como antes: en 2013 (cuando la N1 estaba en desarrollo) creció el 52,5%, pero este año lo hizo un 7,2%, según datos de noviembre de IDC. Es, además, un segmento con múltiples marcas, unos pocos líderes (Apple, Samsung y Amazon) y depende mucho del volumen para lograr beneficios. Es, también, un lugar donde es difícil diferenciarse; todos usan Android y un hardware similar, que complementan con servicios diferentes.
"Nos parecía que no había buenos productos con Android adentro; que no estaban hechos, desde el punto de vista del hardware, con la atención que se merecen -explica, aunque varios de sus competidores podrían hacer la misma afirmación-. Y además, con las licencias seguimos desarrollando la marca hacia adelante, que es bastante. Mucha gente todavía mantiene una relación positiva con la marca Nokia, y en los últimos años no tuvo los productos que hubiera querido tener. Un poco la idea es reconocer la herencia finlandesa de buen diseño y buena manufactura; creo que queremos llevar un poco eso, representar ese lado histórico de Nokia."
¿Veremos un futuro smartphone Nokia? Meyer no puede decirlo (la compañía tiene prohibido por contrato entrar en ese mercado hasta 2016), pero sí asegura que habrá nuevos dispositivos, sin especificar en qué segmentos. "Pero hay que tenernos paciencia -dice-. Aunque somos una compañía mucho más saludable y tenemos plata para invertir, somos una empresa chica; ya no anunciamos cosas todos los meses."