Galaxy Note 8: primer encuentro con el gigante de Samsung

NUEVA YORK.- Samsung presentó ayer en esta ciudad al Galaxy Note 8, un smartphone que busca revalidar el renombre que tenía hasta el malogrado Galaxy Note 7, y con el que quiere extender el éxito del Galaxy S8.

De hecho, en el breve tiempo que tuve la posibilidad de usarlo después de la presentación oficial, me pareció que más que una familia propia, hoy el Galaxy Note 8 es una suerte de Galaxy S8 Pro; más que el S8+, pero no tanto. El gran diferencial respecto del S8+ está en dos elementos, uno clásico y otro novedoso.

La cámara

El novedoso es la doble cámara trasera, con ambos sensores con estabilización óptica de imágenes y diferente distancia focal, lo que permite tener una lente “normal” y otra funcionado como un teleobjetivo de 2 aumentos. Igual que el iPhone 7 Plus, o el OnePlus 5.

La mesa de exposiciones de un salón como el de ayer, iluminado como un quirófano, no es el mejor lugar para probar la cámara, pero no hay razón para pensar que sea peor que la del S8 (también de 12 megapixeles y apertura f/1.7); la ventaja es la segunda lente para hacer un acercamiento. El paso entre una y otra es transparente y muy rápido (también se puede hacer un acercamiento gradual intermedio).

Y Samsung incluye una interesante herramienta, que en vez de usar ambos sensores para tomar una imagen almacena las dos fotos en el momento de la captura; la normal y la que ofrece un acercamiento sobre el objeto fotografiado.

La doble cámara trasera permite jugar con la profundidad de campo y tomar retratos con el fondo fuera de foco; las primeras reseñas del equipo indican que este modo es igual de bueno (pero no mejor) que el iPhone 7 Plus de 2017. A la vez, ofrece la posibilidad de elegir qué nivel de foco tiene el fondo (cuánta separación habrá), y esto se puede regular incluso después de que se tomó la imagen.

El lápiz

El Note 8 no sería un Note si no tuviera un lápiz para escribir en pantalla, algo que ofrece desde 2011. En este caso, la punta del lápiz es más fina y la detección del trazo es más veloz, por lo que la sensación, al escribir en pantalla, de estar escribiendo sobre papel, es muy placentera. Parece tener el mismo tamaño que el modelo anterior. La posibilidad de tomar una nota en la pantalla bloqueada al retirar el lápiz del interior del teléfono sigue siendo un agregado muy útil.

El lápiz permite operar otras funciones del teléfono y -novedad en el Note 8- generar un GIF animado a partir de un dibujo a mano alzada o texto manuscrito. También permite capturar algo que se ve en pantalla y anotarlo; y traducir textos (incluyendo unidades de medida y monedas), usar el lápiz como lupa o como herramienta de dibujo: detecta 4096 niveles de presión (usa tecnología de Wacom).

El resto

La pantalla sin laterales (pero con un perfil curvo, mala noticia para los que esperaban una versión plana) es apenas más grande que la del S8+: 6,3 pulgadas contra los 6,2 del S8+. Aun así el teléfono es cómodo (para un modelo de ese tamaño) y notablemente compacto; y ya no llamará tanto la atención en una mesa, ni será un problema llevarlo en el bolsillo del pantalón. Al menos, no más que un S8+, un LG G6 o un iPhone 7 Plus. Es un poco más grueso que el S8+, pero esto no incomoda, ni se siente pesado. La calidad de la pantalla es fantástica.

El sensor de huellas dactilares sigue ubicado al lado de la cámara, una posición incómoda y que ahora permite llenar de grasa dactilar no una sino dos lentes (aunque con el tiempo el usuario se acostumbra a la posición del sensor y no trae mayores inconvenientes). Samsung volvió a agregar un botón específico para Bixby, demasiado cercano al de volumen (por ahora, Bixby sólo está disponible en inglés y en coreano).

Tiene el mismo procesador, un poco más de RAM (6 GB) y de 64 a 256 GB de almacenamiento interno. El equipo es muy rápido al correr Android 7.1.1, pero eso no es una sorpresa.

Falta ver qué pasa con la batería, de 3300 mAh, más chica que la del S8+ (3500 mAh). El equipo es más grande, pero debe hacer espacio para guardar el lápiz en su interior (esto no le impide ser resistente al agua y al polvo); pero esto le quita autonomía; como paliativo la compañía ofrece al carga rápida por USB y por inducción, es decir, inalámbrica, con una base de carga que será parte del pack de ventas cuando salga al mercado a mediados de septiembre por un precio que se estima en unos 1000 dólares. A la Argentina llegará, según Samsung, antes de diciembre.

Para quién es

Para los defensores de la línea Note, el Note 8 es una gran noticia, porque es un teléfono formidable e incluye, literalmente, todo lo que Samsung puede ofrecer en un smartphone, y respeta, en eso, la premisa histórica de la línea Note.

Para el resto de quienes busquen un equipo con pantalla de gran tamaño, la elección (dentro de la oferta de la compañía) estará entre ir por el S8+, o estirar bastante más el presupuesto para llegar al Note 8 y obtener así la doble cámara trasera y el lápiz que activa las funciones especiales, pero no mucho más; tiene un rendimiento y funciones muy similares al resto del teléfono.