Monitores de LCD, cada vez más grandes y al alcance de más usuarios

Pese a que aún en muchos hogares y oficinas vemos los tradicionales monitores voluminosos de tubos de rayos catódicos -o CRT-, el avance de las pantallas de cristal líquido (o LCD, por sus siglas en inglés) es imparable.

El poco espacio que ocupan los LCD, sumado al bajo consumo energético, su calidad de imagen y la condición de trabajar con señales digitales, las lleva a ser la vedette actual.

En la actualidad, muchos fabricantes prácticamente han dejado de vender CRT para volcarse en forma exclusiva a las pantallas de cristal líquido.

Puro como el cristal

¿Cómo trabaja un display LCD? Esta pantalla tienen una matriz de una determinada cantidad de pixeles de alto por ancho, como podría ser 1200 x 1024.

Cada uno de estos pixeles está conformado por tres subpixeles monocromáticos. Estos producen el modelo de color RGB, por red, green y blue, o rojo, verde y azul, al dejar pasar o no la luz proveniente de unas lámparas situadas en la parte posterior del monitor.

Uno de los valores que más tomamos en cuenta cuando elegimos un monitor, sobre todo si lo vamos a utilizar para edición de video o videojuegos, es el tiempo de respuesta. Este lapso es, precisamente, lo que tardan los pixeles en pasar de un estado en el que permiten pasar la luz hasta uno en que no, y viceversa.

En general, se considera que el ojo humano que no está acostumbrado no percibe diferencia entre diferentes tiempos de respuesta cuando éstos son inferiores a 8 ms (milisegundos).

Sin embargo, los amantes de los videojuegos notaban la diferencia y por eso eran reacios a utilizar monitores LCD, para seguir confiando en los conocidos CRT.

Si se veía el fogonazo prácticamente cuando llegaba la bala, no era negocio. Para los jugadores, era cuestión de vida o muerte, literalmente hablando. Pero con la llegada de los equipos de cristal líquido con tiempos de respuesta inferiores a los 8 ms la cosa cambió, y hoy el mercado de gamers también se volcó a esta tecnología de visualización.

Al ser perfectamente planos, tienen menos resplandor, un hecho positivo. Pero algo que se critica es la existencia en los LCD de un ángulo de visualización horizontal o vertical, más allá de los cuales no se ve la imagen. Estos valores, cuanto más se acerquen a los 180° será mejor y se aproximará al ideal óptimo.

En cuanto a los precios, si no buscamos una pantalla con elevadas prestaciones y poco tiempo de respuesta, encontramos modelos a partir de los 800 pesos, con un tamaño de 15 pulgadas y relación de aspecto 4:3.

Si subimos a las 17 pulgadas en cuanto a tamaño de diagonal, el precio se incrementará menos de 100 pesos; por lo tanto, proporcionalmente, no conviene el de 15".

Ahorro en consumo

Uno de los factores que siempre se esgrimen como otra de las razones de peso para adoptar la tecnología del cristal líquido es el ahorro de energía. No es un dato menor.

Tomemos un ejemplo. Un monitor CRT de 19 pulgadas puede tener un consumo promedio de 100 W. Un LCD de igual dimensión gasta 33 W. Hay que pensar cuánto se ahorra en luz al cabo de un año.

Y otro dato relacionado lo aporta el Territorial Manager Atlántico de Viewsonic Corp., Salvador Crespo. "Un CRT emite mucho calor, similar al de un ser humano. Si en una oficina hay 20 empleados trabajando frente a un monitor CRT es como si se tuviera 40 personas en el mismo recinto. Si hay aire acondicionado, se deberá colocar un equipo con mayor potencia, lo que incrementa los gastos de energía."

DVI y widescreen

Así como la tendencia del mercado es la paulatina mudanza de la utilización de monitores CRT, que son analógicos, a los digitales LCD, también hay un claro rumbo dentro de las propias pantallas de cristal líquido.

Una de estas tendencias, según cuenta Crespo, es hacia la pantalla widescreen; es decir, la que muestra una relación de aspecto 16:9, al igual que las películas que vemos en el cine o la televisión digital.

"La pantalla 4:3 da idea de siglo XX; mientras que la 16:9, de modernidad, de siglo XXI. Pero sobre todo es más práctica y cómoda. Si se utilizan programas de diseño, de edición fotográfica u otros, podemos colocar las barras de herramientas en los extremos de la pantalla y tener el área de trabajo libre.

Por otra parte, la computadora se está volviendo el centro del entretenimiento hogareño. Las películas están en widescreen, por lo que si se quiere ver en una 4:3, se pierde el 30% de la superficie visual de la pantalla con dos franjas negras arriba y abajo de la acción".

Otra de las cosas nuevas que seguramente tendrá un LCD es una conectividad DVI, por Digital Visual Interface.

"En muchos casos, los nuevos modelos de LCD utilizan esta conectividad únicamente, no tienen opción para la analógica VGA", dijo Crespo.

Por eso, convendrá verificar al comprar un nuevo monitor LCD si la conectividad que ofrece es compatible con lo que tenemos en nuestra CPU.

El cuidado de las pantallas

Seguramente usted limpiará su CRT con una tela muy suave empapada en alcohol isopropílico. Ni se le ocurra hacer lo mismo con una pantalla de cristal líquido.

La IT Sales Manager de Samsung, Raquel Larraburu, explica: "Se debe hacer con una franela suave, pasándola delicadamente sobre la pantalla. Ni se le ocurra hacerlo con un papel, porque le dejará marcas".

"Conviene apagarlo cuando no se utiliza o emplear un sistema stand- by", agregó.

Por su parte, Salvador Crespo al hablar de la vida útil asegura: "Un LCD o una LCD TV -es decir, un televisor con pantalla de cristal líquido- a las 50 mil horas tiene un brillo máximo que es el 50% del que alcanzaba cuando lo prendimos por primera vez".

"En el caso de los CRT y los plasmas de 42 pulgadas, esto ocurre a las 20.000 horas", explicó Crespo.

¿Cómo hacer para que el brillo, uno de los parámetros más importantes en un monitor, sea mayor durante mayor cantidad de tiempo? Según los expertos, configurar el equipo entre un 70 y un 80% del máximo posible.

Por Manuel H. Castrillón

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