Pável Dúrov, el creador de Telegram, dice que tiene más de 106 hijos, y que los reconoce a todos
El magnate, creador del mensajero Telegram, tiene más de un centenar de descendientes y planea repartir su fortuna entre todos ellos
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Pável Dúrov es el dueño y papá de Telegram, el mensajero instantáneo que busca hacerle sombra a WhatsApp, y que ya tiene 1000 millones de usuarios desde su nacimiento en 2013, cuando creó la plataforma junto a su hermano Nikolái.
Dúrov también es el padre, según le confirmó él mismo al medio francés Le Point en una entrevista, de unos 106 hijos e hijas.
El número llama la atención por cosas: una, la obvia, es una cifra descomunal. ¿106 hijos? ¿A los 40 años? ¿Cómo hizo para lograrlo y, además, montar un imperio que lo hizo multimillonario? La otra, más sutil, es el cálculo aproximado. Son 106, más o menos. ¿Cómo puede haber duda? Con semejante número es fácil perder la cuenta, ni hablar de retener todos los nombres (¡lo que sería ese chat de mamis!), pero no debería ser tan difícil retener la cifra exacta.
Pero tiene una explicación. En la entrevista le preguntan por sus hijos, y Pável Dúrov responde: “[tengo] 6, de los cuales soy el padre oficial, los tuve con tres parejas diferentes. Los demás provienen de mi donación anónima. La clínica donde comencé a donar esperma hace quince años para ayudar a un amigo me informó que más de 100 bebés habían sido concebidos de esta manera en 12 países.”
Hasta ahí, puede verse a Dúrov como una combinación entre Elon Musk, otro multimillonario tecnológico que tiene 14 hijos con cuatro parejas a lo largo de los años, y Dylan Stone-Miller, que tiene 96 hijos biológicos tras haber donado su esperma durante 32 años. Dúrov está en pareja hoy con la especialista en criptomonedas Yulia Vavilova.
Dúrov afirma que ese centenar de personas nacidas a partir de su esperma valen como herederos: “quiero aclarar que no hago distinción entre mis hijos: están los concebidos de forma natural y los que provienen de mis donaciones de esperma. ¡Todos son mis hijos y tendrán los mismos derechos! No quiero que se peleen después de mi muerte."
Eso sí: tendrán que demostrar, con una prueba de ADN, que efectivamente llevan sus genes; y también tener paciencia: “redacté mi testamento hace muy poco... Decidí que mis hijos no tendrían acceso a mi fortuna hasta que transcurrieran treinta años, a partir de hoy [en 2055]. Quiero que vivan como personas normales, que se forjen a sí mismos, que aprendan a confiar en sí mismos, que sean capaces de crear, que no dependan de una cuenta bancaria”, aclaró Dúrov, que hoy tiene una fortuna personal estimada en 17.000 millones de dólares.
