Pokémon Go: pasión de los chicos, preocupación de los padres

El fenómeno Pokémon Go se propagó por el mundo y ya está en la Argentina . Y psicólogos y especialistas en educación ya lo analizan y explican los pros y contras que provoca este juego. Entre los principales inconvenientes resaltan los accidentes viales que ya están causando las personas que lo juegan, por no registrar lo que sucede a su alrededor.

“Ya se habla del ‘peatón tecnológico’, es decir gente que camina por la calle pero mirando sólo su teléfono. Además no ayuda a la socialización porque no siempre permite la interacción con otros jugadores. Y a estos inconvenientes debe sumarse el de la inseguridad. Ya se han reportado casos de personas que están jugando con su celular y un ladrón aprovecha esta distracción para sacarles su celular ”, señala Guillermina Rizzo, doctora en psicología.

Ana Lía Kornblit, socióloga, psicóloga e investigadora del CONICET en el Instituto Gino Germani de la UBA, agrega: “aunque no conozco el juego en profundidad me llama la atención el ensimismamiento en el que parecen sumirse los buscadores de pokémones. Ellos parecen aislados del mundo y por eso quedan expuestos a situaciones de mayor vulnerabilidad, dado que condensan su atención en las búsquedas y bajan las alertas que funcionan habitualmente como preventivas”.

En relación con la seguridad digital, Mariela Reiman, directora de la asociación sin fines de lucro Chicos.net, resalta que este juego usa el GPS y registra dónde se encuentra físicamente el jugador, lo que representa una potencial invasión a su privacidad. Por otro lado, ofrece compras dentro de la aplicación, lo cual puede confundir a algunos chicos, que pueden creer que las mismas son gratis, algo que ha sucedido con otras aplicaciones; por eso tanto la tienda de Google como la de Apple o Microsoft ofrecen herramientas para bloquear los gastos en aplicaciones y reportar una compra indebida.

Algunos expertos aseguran, por el contrario, que un juego como Pokémon Go puede combatir la depresión porque obliga a los usuarios a salir al aire libre (que tiene un efecto positivo en el ánimo), a cruzarse con otra gente. “Otro beneficio que resaltan los entendidos es que ayuda a combatir el sedentarismo, pero yo no coincido con esta afirmación porque no promueve las actividades deportivas. La aplicación sólo incentiva a salir a caminar, pero mirando una pantalla”, argumenta Rizzo. También hay reportes de chicos que usaron el ingenio para ganar algo de dinero, o de (a modo de ejemplo) el hogar para perros abandonados que los ofrecía para que los buscadores de pokémones los sacaran a pasear, y reportó un aumento inusual de adopciones.

Riesgos que no son nuevos

Los expertos consultados concuerdan en que la solución no es prohibirles a los chicos que jueguen al Pokémon Go. “Lo primero que tienen que hacer los padres es conocer la aplicación, ver de qué se trata y hablar con sus hijos. Tampoco deben dejarse engañar porque se juega al aire libre, porque todas maneras los jugadores estarán pendientes de una pantalla”, destaca Rizzo.

Según Reiman, cada vez que se pone de moda una nueva red social, videojuego o un dispositivo tecnológico, los adultos entran en pánico. “¿Por qué, si la mayoría de riesgos no son nuevos? Los más importantes ya los conocemos: son tiempo de uso, contacto con desconocidos y privacidad. Padres, madres y educadores tienen que estar al tanto, dialogar y consensuar pautas. Nunca dar un paso al costado porque no conocen lo suficiente un nuevo equipo o aplicación”, aconseja.

Mientas que Kornblit resalta que lo importante no que la cantidad de tiempo que un chico invierte en el juego, sino que deje de realizar otras actividades. “Si los niños están muy entusiasmados con Pokemón Go, los padres podrían plantearles que jugar sea un premio si cumplen con otras actividades importantes. Creo que es fundamental que los chicos incorporen la diferenciación entre tiempo de trabajo y tiempo de ocio”, sugiere.

¿Y los docentes? Más allá de la autorización del Ministerio de Educación porteño para sancionar a chicos que estén jugando en hora de clase, la directora de Chicos.net cree que tendrán que "lidiar" con el juego y competir por la atención de los chicos. “Deberán integrar momentos de juego y aprovechar para dialogar sobre temas de ciudadanía. Además a partir del juego se pueden abordar contenidos sobre patrimonio y hasta construir nuevas propuestas desde las escuelas, que combinen la realidad aumentada y la cultura”, recomienda. En Rosario, por ejemplo, una profesora usa pokémones como ejemplo para enseñar biología.

El diálogo, la clave

Para Reiman, los inconvenientes que parecen ocasionar este juego no son nuevos. “Los problemas de la protección de los datos de los chicos, la cantidad de tiempo que están conectados y la necesidad de educarlos para que aprendan pautas de comportamiento y convivencia en el entorno digital y real, no aparecieron con Pokémon Go, los conocemos hace tiempo. Por lo tanto, los padres y docentes no tienen que autoexcluirse porque no conocen a la perfección la herramienta porque los problemas de la interacción online ya la conocen”, aclara.

En resumen, según los expertos consultados, es fundamental que los padres descarguen el juego para ver de qué se trata y entender la plataforma. “Dialoguemos con los chicos, preguntémosle sus opiniones, consensuemos pautas, detectemos riesgos juntos, exploremos potenciales de la realidad aumentada y desarrollemos nuevos videojuegos junto con los ellos”, aconseja Reiman.

Por Cintia Perazo

• Pokémon Go
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