Usar Google Maps hasta para ir a la esquina: qué le hace a tu cerebro depender del GPS para manejar a cualquier lado
Los neurólogos alertan acerca del uso excesivo de herramientas de manejo guiado por GPS, como Google Maps o Waze, y del efecto negativo que tiene en el cerebro, al tiempo que dan recomendaciones para neutralizarlo
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Varios estudios científicos están confirmando algo que los conductores ya deberían haber notado: el uso constante de la navegación asistida al manejar (Google Maps, Waze u otros sistemas de cartografía con GPS) podría tener efectos adversos significativos en el cerebro como pérdida del sentido de la orientación y reducción de la materia gris, así como síntomas de ansiedad y dependencia.
¿Cómo es que una tecnología tan popular puede generar semejantes consecuencias indeseadas? Norberto Fabián Raschella, docente de Neurología de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Austral, lo explica en diálogo con LA NACION: “Nuestro cerebro funciona en redes a través de diferentes circuitos interconectados por sinapsis y neurotransmisores, que establecen conexiones con diversas regiones. Los estímulos recibidos, ya sean visuales, auditivos, táctiles y otros, ingresan al cerebro por distintas áreas, desde donde se establecen numerosas conexiones con otras regiones para integrar la información. Estos circuitos en conjunto permiten a nuestro sistema nervioso central ofrecernos todo el marco relacional con nuestro entorno y nuestra vida social”.
Según agrega, estas conexiones se van desarrollando, estimulando y creciendo a medida que las vamos utilizando y, sobre todo, pueden generar nuevas vías de conexión a través del aprendizaje. “Ese cableado (para decirlo de alguna forma), va evolucionando y haciéndose más rico en la medida que le ingresa más información, y por sobre todas las cosas, mayor utilización”.
Dicho esto, el uso diario del GPS puede comprometer el desarrollo de habilidades cognitivas críticas, especialmente en lo que respecta a la memoria espacial y la toma de decisiones. Esta tecnología, al reducir la necesidad que tiene el conductor de involucrarse activamente en la navegación, podría llevar a una disminución en la materia gris del hipocampo, que es fundamental para estas funciones.
Hablando específicamente del caso de los conductores de vehículos, Raschella se explaya: “Como la información del mundo que nos rodea es mayormente la función visuo-espacial, que ingresa al cerebro en el lóbulo occipital, específicamente en una región denominada corteza visual primaria, tiene dos grandes vías de expansión: una dorsal que se dirige hacia áreas anteriores del cerebro, específicamente la región frontal que participa en la atención, búsqueda y localización espacial, y otra inferior hacia la corteza temporal basal, donde participa del reconocimiento de las formas, rostros, profundidad y movimiento. Ambas vías conectan a su vez con otras estructuras, como el lóbulo límbico encargado de procesar nuestras emociones y el hipocampo que participa en el almacenamiento de la memoria”.
Esta explicación se relaciona con las consecuencias indeseadas: “Si un conductor tiene aprendido un mapa espacial del trazado de las calles y realiza su trabajo con total eficiencia sin el uso de dispositivos de ayuda, comienza a perder esa capacidad con el uso del GPS, ya que esos circuitos que habían desarrollado con el aprendizaje, ahora solo al ser indicados en su orientación, por una voz o un gráfico van deteriorando su habilidad aprendida. Este es solo un aspecto de cómo nuestro cerebro puede ser menos eficiente para algunas actividades que no se ejerciten”, detalla Raschella.
Cómo evitar las consecuencias indeseadas
Alejandro Guillermo Andersson, médico neurólogo que se desempeña como Director del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), agrega que la plasticidad cerebral, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar, se ve afectada cuando ciertas funciones no se ejercitan regularmente. “El uso del GPS, que reduce la necesidad de involucrarse activamente en la navegación, podría limitar esta plasticidad, especialmente en áreas relacionadas con la memoria espacial”. Y agrega que “incluso puede potencialmente retrasar la detección temprana de enfermedades como el Alzheimer”. Por lo tanto, este especialista recomienda que, aunque el GPS es una herramienta útil, es importante equilibrar su uso con actividades que promuevan el ejercicio mental y la navegación activa para mantener una salud cerebral óptima.
Por su parte, Adrián Cruciani, secretario técnico del Decanato de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y Director de la Especialización de Medicina Interna en el mismo centro de estudios, también repara en este tema: “El uso excesivo del GPS genera, además, una dependencia incluso para ir a lugares o rutas que ya conocemos y que, por haberlas realizado previamente ya quedan en nuestra memoria”. Por todo lo dicho, este profesional sugiere a los conductores que consideren la posibilidad de no depender de este sistema de guía, para mejorar nuestra capacidad de ubicación, rastreo de mapas y lugares, puntos de referencia del camino y mejorar nuestro estado de alerta.
Cruciani hace hincapié en que “está demostrado científicamente que, a medida que ejercitamos mayormente nuestro hipocampo y sistema de GPS interno, lo desarrollamos de manera tal que nos fortificamos neuronalmente, poniendo en funcionamiento el mapeo cerebral interno necesario para evitar que este se deteriore o no crezca en la medida que necesitamos para utilizarlo cuando no tengamos la posibilidad de manejarnos con GPS satelital”.
Respecto de este tema, Google, que es propietaria de dos de los sistemas de navegación más populares, como Google Maps y Waze, prefirió no hacer declaraciones.
Mientras las investigaciones sobre los efectos adversos del uso constante del GPS en el cerebro continúan, surge una nueva frontera en la tecnología automotriz con la incorporación de inteligencia artificial generativa. Un caso concreto es el de DS Automobiles, que anunció en octubre de 2023 la integración del DS IRIS SYSTEM con ChatGPT en los modelos DS 3, DS 4, DS 7 y DS 9 que están disponibles en Europa, para ofrecer a los usuarios una experiencia conversacional. En este sentido, la herramienta de Open AI puede mencionar los lugares culturales o artísticos de una ciudad, así como también que contar chistes o inventar cuentos, entre muchas otras tareas.
A medida que estas innovaciones se implementan, se abre un campo de estudio sobre cómo equilibrar la asistencia tecnológica con el mantenimiento de las habilidades cognitivas esenciales de los conductores.
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