Río de Janeiro es un destino soñado para una luna de miel. Pero es también un lugar muy romántico para dar el primer paso y casarse. Pero mientras es cada vez más común casarse debajo de un gazebo sobre alguna playa tropical, los wedding planners tienen un as en la manga para una boda totalmente distinta: la posibilidad de casarse a los pies mismos del Cristo Redentor. Arriba del Corcovado y con la Bahía de Guanabara y el Pan de Azúcar como telón de fondo…
Un sí con altura
¿Compartir votos bajo la mirada art-déco del Cristo Redentor forja lazos más intensos y duraderos? Nadie tiene la respuesta pero lo cierto es que la experiencia es única y muy fuerte. Es posible casarse allá arriba desde el año 2008, cuando las autoridades eclesiásticas habilitaron para las uniones la capilla de Nossa Senhora Aparecida. Está en la base de la estatua, y durante los primeros tiempos era algo muy poco conocido fuera de la ciudad.
La boda de la modelo Michelle Alves y su fiancé, el empresario musical israelí Guy Oseary, que fue publicada en varias revistas de celebrities del mundo, propagó la noticia. Sobre todo porque sus votos fueron acompañados por varios invitados VIP, entre los cuales estaban Madonna y Bono. Generaron muchos émulos y a partir de este momento la pequeña capilla empezó a recibir un aluvión de pedidos de casamiento.
El costo es de aproximadamente US$ 675 e incluye la decoración de la capilla. Además, la iglesia solicita donaciones para mantener la capilla y para organizar ceremonias colectivas un par de veces al año para parejas que no tiene los recursos necesarios y quieren igualmente sellar sus votos en el Corcovado.
Lista de espera
Inaugurado en 1931 y administrado por la diócesis de Río de Janeiro, el monumento recibe más de tres millones de visitantes cada año. Su brazo izquierdo apunta al norte de Río y el derecho hacia el sur. A pesar de su gigantismo no es la mayor representación de Cristo. El Cristo de la Concordia en Cochabamba (Bolivia, 34,20 m.), el Cristo Rey de Swiebodzin (Polonia, 33 m) y el Cristo de Vung Tàu (Vietnam, 32 m) son mayores.
La disponibilidad de fechas se chequea en el sitio . Una vez encontrada una, se llena un formulario para recibir luego instrucciones por mail. Los casamientos están autorizados fuera de la apertura del monumento al público: antes de las 8 de la mañana o luego de las 17.
Es imprescindible elegir a sus invitados con mucho esmero. Porque solo podrán caber muy pocos, sea en la capilla o en la plataforma: menos de cuarenta.
El proyecto fue realizado por el brasileño Heitor da Silva Costa y fue construido por los franceses Paul Landowski y Albert Caquot. El Corcovado es uno de los imperdibles de Río y la estatua es uno de los símbolos nacionales más reconocidos y reconocibles del mundo, al igual que la Torre Eiffel para Francia, el torii de Itsukushima para Japón, el Big Ben para Inglaterra o la Estatua de la Libertad para Estados Unidos. Además, el Cristo Redentor es una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo (junto a Machu Picchu, la Gran Muralla China, el Coliseo de Roma, el Taj Mahal, Chichén Itzá y Petra) y es al mismo tiempo la mayor estatua de estilo art-déco del planeta.
Cifras y datos
Encima de la montaña, el pedestal de 30 metros de alto soporta los ochos metros del Cristo. Su construcción duró casi diez años, entre 1922 y 1931, con una estructura de hormigón recubierta por capas de esteatita, una roca blanda compuesta con talco mineral traída desde Suecia. El peso total del monumento es de 1145 toneladas y la envergadura de una mano a otra es de 28 metros.
Son cifras y datos que a la hora de pasar el anillo al dedo de su prometido o su prometida importan poco o nada… Para los novios es mucho más importante saber cómo, cuándo y a qué precio es posible organizar su boda en este maravilloso lugar, por encima del parque nacional de la selva de Tijuca, con la Cidade Maravilhosa como testigo.
La buena noticia es que no hace falta ser parte del gotha ni tener entre sus invitados a los reyes del pop y del rock para tener la posibilidad de decir "sí quiero" en la capilla del Corcovado. No hay que ser millonario, pero sí muy paciente. Porque la lista de espera es larga. Bien larga…