Gualeguaychú: vuelta a la ciudad
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Cabecera de un departamento fundamentalmente agrícola, Gualeguaychú es una ciudad apacible y verde de unos cien mil habitantes, recostada en la margen occidental del río que le da nombre. Tiene siempre un aire de siesta que invita a recorrer sus antiguas calles en bicicleta y a tomar mate mirando el agua; esta calma sólo se rompe para el carnaval, cuando la ciudad cuadruplica su población y estalla en colores y música.
El centro cívico se organiza en torno a la bonita plaza San Martín. Frente a ella está la Catedral de San José, fundada en 1890, que guarda un órgano de tres teclados y 2.200 tubos. Muy cerca se encuentra el Solar de los Haedo, la casona más antigua de la ciudad (data de 1800 y actualmente funciona como museo) y el Teatro de Gualeguaychú, fundado a principios del siglo XX, donde supo cantar Carlos Gardel. Las calles Urquiza, 25 de Mayo y San Martín concentran el movimiento comercial y financiero.
La costanera, el río y el parque
La calle Leandro N. Alem, con sus casas de fines del siglo XIX, conduce hacia la costanera, el alma de la ciudad; allí pasean por la tarde y hasta la noche los jóvenes, y en los fines de semana toda la familia. Comienza en el puente Méndez Casariego y se extiende por casi dos kilómetros, hasta el ex Frigorífico Gualeguaychú. Frente a la costa se ubican los mejores restoranes (¡con pescado de río!), heladerías, hoteles, el casino y hasta una hostería con spa. También el Paseo del Puerto, un enorme galpón que suele ocuparse con una feria artesanal y es escenario de espectáculos turísticos y culturales. En el puerto está además El Guinche, una histórica grúa construida a principios del siglo XX en Inglaterra. Desde allí se ven la Isla de la Libertad y El Castillo, una aristocrática casona. Para conocer el Corsódromo, hay que continuar por la avenida Parque.
Cruzando el puente, el Parque Unzué espera con sus 120 hectáreas arboladas, que incluyen una laguna artificial, el Club Hípico, el Velódromo y varias canchas deportivas y espacios para camping y picnic. También se puede alquilar bicicletas y caballos.
LA NACION
