En pocos lugares se ve tanta heterogeneidad como en Londres . Aquí todo se confunde, mezcla, desordena, amalgama, dispersa, confluye y armoniza. Uno no sabe bien cómo, pero aquellas cosas que parecen de polos opuestos, terminan unidas de manera inseparable. La creatividad está suspendida en la atmósfera. De lo clásico a lo posmoderno, de lo hipster a lo net, de la vanguardia al royalty style, todo se cuece sin fin en las estancias inglesas. No hay mejor estudio de diseño que las salas de hotel . Allí todo enfrenta las tendencias con renovaciones permanentes. Aquí salimos a recorrer los estilos más emblemáticos de la ciudad que, además, luce estilos nuevos y fue elegida por los viajeros como el mejor destino del mundo.
Con los ojos en el cielo
Después de un paseo por la mañana por el bullicioso mercado de Borough Market en Londres, aparece la elegancia en altura del el Shangri-La, At The Shard. Los pisos 34 y 52 del edificio emblemático de Renzo Piano albergan el hotel hecho para usuarios de Instagram.
Nada más llegar el estilo afuera es protagonista. Los ventanales del piso al techo muestran impresionantes vistas de la vibrante ciudad y permiten observar cómo se desarrolla la vida de la ciudad a lo largo del río Támesis. Se encuentra a pasos de la Tate Modern y la majestuosa arquitectura de la catedral de San Pablo.
Los interiores son elegantes y súper modernos, repleto de detalles, incluyendo una gloriosa araña brillante y una piscina de champán. La decoración asiática reúne orquídeas, garzas, árboles de bambú, adornos brillantes de amapola y puertas corredizas.
Imposible no tomar o comer algo allí. El restaurante TING ofrece vistas al río Támesis, el Tower Bridge, Maritime Greenwich, Canary Wharf y los condados históricos de Kent, Surrey y Sussex. ¿Se puede pedir algo más?
Oda oriental
La novedad que se viene es la reapertura del Mandarin Oriental Hyde Park para el lunes 15 de abril, después de haber completado la restauración más extensa en sus 117 años de historia. Ahora presenta todas las nuevas habitaciones y suites, incluidas dos nuevas suites Penthouse, con habitaciones que ofrecen vistas excepcionales del frondoso Hyde Park y el horizonte de Londres.
El sitio exuda una atractiva combinación de elegancia y lujo. El edificio data de la década de 1880, abrió sus puertas como edificio exclusivo de apartamentos para solteros ricos. Devino en hotel en 1902. Aquí se celebraron las clases de Madame Vacani, que enseñaron a la Reina Isabel II y la Princesa Margarita a bailar. Sir Winston Churchill vivió en el hotel por un tiempo y era conocido por ofrecer a los camareros del servicio de habitaciones dos puros a cambio de la entrega de un desayuno tempranero. Muchos de estos eventos se pueden ver en la Exhibición Histórica de Viaje.
The Rosebery, conocido como el salón de té Bennett en la década de 1920, ofrecerá un té de la tarde al estilo de los años 1920, mientras que el bar Mandarin ha creado una serie de cócteles especiales que llevan el nombre de invitados célebres y eventos icónicos que tuvieron lugar dentro del hotel.
El que se lleva la corona
El emblemático The Ritz data de 1906. Enclavado en Mayfair es el sinónimo de realeza. Su estilo Luis XVI puede alcanzar ribetes impensados, como suites con piano de cola, mayordomo o transporte de lujo al aeropuerto. Sigue siendo uno de los hoteles más emblemáticos del mundo y con buena razón. Es furor entre los instagramers, el jet set y la fashion industry.
Tan decadente como podría esperarse, en el vestíbulo el pie subirá sobre una alfombra increíblemente lujosa. El ascensor que lleva a las habitaciones está pintado a mano. En su reciente renovación ha evitado modernizarse. La famosa Palm Court, con una brillante luz de sorbete de limón y rosa, sigue siendo un paraíso art déco.
Considerado por muchos como el restaurante más bonito del mundo, el espacio liderado por el chef ejecutivo, John Williams y con una estrella Michelin, sirve los mejores y más frescos ingredientes de todo el país: carne orgánica de Cornualles, cordero del distrito de los lagos y langostas de Escocia. Acaba de editar su libro con 100 recetas.
Además, no puede haber nada más clásico que que tomar el té en el Ritz. Una porción de una de las mejores tradiciones británicas.
Virginia Wolf y el diseño intelectual
Uno de los relanzamientos más significativos de Londres llega de la mano de Martin Brudnizki, quien ha reformado The Bloomsbury. A pasos del British Museum, Soho, Covent Garden y Theatreland, el edificio original de los años veinte es una célebre obra arquitectónica de Edwin Lutyens. Los espacios más grandes son impresionantes. El atrevido restyling, con muchos patrones fuertes, formas de decoración y gran atención a la textura, es hermoso y cautiva.
Las habitaciones más pequeñas tienen cabeceras de madera de estilo neogótico, mientras que las suites tienen toques de los años veinte: detalles de cuero en espejos o con curvas en las camas y sillas de terciopelo.
Para tomar algo en los límites del Soho, The Coral Room es un bar refinado y elegante inspirado en los años veinte. Abierto desde las 8:00 hasta medianoche todos los días, en tanto la Dalloway Terrace, nombrada así en honor al personaje de Virginia Woolf, es un espacio elegante, poético y típicamente inglés. Con techo completamente plegable y terraza inferior, abierta desde las 7am, sirve desayunos ligeros , brunch o platos a la carta durante todo el día.
British style
Para una escapada británica contemporánea, en el West End de Londres el Hyatt Regency London The Churchill, ubicado en una tranquila calle residencial frente a la plaza Portman, ofrece una cercanía impagable con la calle de la moda: Oxford Street.
Impregnado del auténtico encanto británico, fue diseñado para honrar a Sir Winston Churchill. Cuenta con sastrería a medida, decoración refinada y sutiles guiños a su vida y legado.
Con un espacioso vestíbulo con pinturas de la colección privada de la Galería Saatchi, las espaciosas y net, tienen varios elementos relacionados con Churchill, como un diseño gris a rayas en la cabecera de la cama, un homenaje a sus trajes y fotografías en blanco y negro de rosas en memoria de la que Clementine, su esposa, le ponía en el bolsillo de su traje cada mañana antes del trabajo.
Luego de una experiencia teatral en el West End, espera un suculento plato italiano en Locanda Locatelli que ofrece un menú ideado por chef Giorgio Locatelli propietario de una estrella Michelin. La propuesta fresca y sabrosa brilla en medio de un ambiente elegante. Pasta casera, rape asado o cochinillo cocido a fuego lento.
El barrio donde vivir
Un santuario en el cruce de los barrios más elegantes de la ciudad. El recientemente inaugurado Belmond Cadogan Hotel permite optar por la entrada principal hacia las marcas de lujo y los diseñadores de alta gama de Knightsbridge o por la lateral y emerger al corazón artístico de Chelsea, lleno de boutiques de diseño, gastronomía artesanal y modernos sitios para tomar algo.
Tomarse con un jardín privado es uno de los lujos de sentirse como en casa. Exclusivamente disponible para los residentes de Cadogan, así como para los huéspedes del hotel, permite sentirse como un local mientras se organiza un picnic, se prueba suerte en el tenis o con un juego de mesa y se deje pasar las horas.
Moderna, británica, estacional, sostenible; ese es el espíritu que sustenta la cocina del chef Adam Handling, quien asegura no querer ser el mejor del mundo, sino el favorito en Chelsea. Un restauranteur sub 30 entre los que hay que conocer.
También es el hacedor del té de la tarde, inspirado por los recuerdos de la abundante y deliciosa cocina de su abuela, Adam y su equipo han creado un concepto único de té de la tarde que combina a la perfección la historia y la nostalgia con la técnica y el talento culinarios.