De Nueva York a Moscú, los cinco arbolitos de Navidad más fotogénicos
1. Nueva York. Rockefeller Center
Desde los años 30, la entrega y la instalación del árbol de Navidad sobre la plaza del Rockefeller Center, en el corazón de Manhattan, es un acontecimiento social y marca el verdadero inicio de las festividades de fin de año. A su vez la ceremonia del encendido de las luces -el 28 de noviembre- se transmite por televisión.
Este año, el abeto mide 22 metros de alto y pesa 22 toneladas. Es un gigante que creció en el pueblito de Walkill (unos cien kilómetros al norte de la ciudad, en el estado de Nueva York). Es mucho mayor que el modesto primer pino que fue instalado y decorado sobre la plaza por los obreros que construían las torres del centro, en 1931, en pleno marasmo de la Gran Depresión. A partir de 1933 el Rockefeller Center recuperó la iniciativa y unos años más tarde completaba el decorado navideño con una pista de patinaje.
Durante el período navideño, se estima que medio millón de personas pasan por el Rockefeller Center y admiran el árbol que permanece decorado hasta el 7 de enero
2. Moscú. Plaza Roja
En Rusia, la Natividad se celebra durante la noche del 6 al 7 de enero porque la Iglesia Ortodoxa Rusa sigue rigiéndose por el calendario juliano (el que se utilizaba en el Imperio Romano a partir de Julio César). Pero como los soviets adoptaron el calendario civil gregoriano, Rusia es el único país que festeja el Año Nuevo antes de la Navidad.
Esto no impide que las calles de Moscú y de las principales ciudades sean iluminadas desde temprano en diciembre. Y como en Rusia la nieve siempre está presente en invierno y los días son muy cortos, las decoraciones se lucen de una manera más intensa que en otras partes. Especialmente sobre la Plaza Roja, donde se arma el mayor árbol de toda Rusia junto a un gran mercado de Navidad donde se consiguen hermosas artesanías rusas, junto a una pista de patinaje y un carrusel para los niños. Todo a los pies de los coloridos bulbos de los campanarios de San Basilio.
Además de la plaza, el centro histórico de Moscú es una fiesta de luces y decoraciones navideñas, Hay muchas exposiciones y actividades en toda la ciudad en torno a la Navidad y sus tradiciones.
3. Sélestat. Iglesia San Jorge
En esta pequeña ciudad de Alsacia, en el este de Francia, el árbol no es el más conocido, ni el más grande, ni siquiera el mejor iluminado. Pero sí es el más antiguo. Porque es allí donde existe el primer registro de aquella tradición que nació en esta parte de Europa y luego conquistó al mundo entero.
En el salón municipal se exhibe el facsímil de un escrito del 21 de diciembre de 1521 que menciona un pago a los guardias de los "meyens" del bosque comunal. ¿Qué eran los meyens? Eran ni más ni menos que los árboles que se decoraban para celebrar la Natividad y el renacimiento de la naturaleza, en los bosques, luego de los días más cortos del año. Gracias a este documento, la pequeña localidad vecina de Estrasburgo se reivindica como la cuna y la capital del árbol de Navidad.
Este año se organiza una exposición de diez árboles en la iglesia San Jorge. Son suspendidos bajo los arcos de la nave y sus adornos trazan la historia y la evolución de la tradición desde el siglo XVI. Todos los días, de 9 a 19 (menos en horarios de misa), hasta el 6 de enero. Con entrada gratis.
4. Río de Janeiro. Laguna Rodrigo de Freitas
El árbol de Navidad flotante mais grande do mundo está posado sobre las aguas de la laguna entre los barrios de Copacabana y Leblon. Luego de un par de años de ausencia, sus luces volvieron a brillar esta temporada a los pies de la colina del Cristo Redentor.
Ese árbol artificial se ve desde las calles y las torres alrededor de la laguna y desde el morro del Cristo. Y tiene con qué… Mide 70 metros de alto y brilla gracias a un millón de leds. Fue encendido el 1° de diciembre con un show de pirotecnia y simbolizará el espíritu navideño durante todas las fiestas. Fue un regreso muy esperado por los cariocas y los turistas, y se espera a varios cientos de miles de personas para admirarlo hasta principios de enero.
Se puede apreciar todas las noches hasta el 6 de enero. El árbol de la Laguna Rodrigo de Freitas es una tradición iniciada en los años 80 y figura en el libro Guiness de los Récords.
5. Londres Trafalgar Square o Covent Garden
Como todos los años, la grieta de Navidad separa a los londinenses entre los que prefieren el árbol de Covent Garden y los que se inclinan por el de Trafalgar Square.
El primero está especialmente bien logrado y le pone el broche de luces a un barrio que se toma a pecho la decoración navideña. Frente a este "carilindo", el árbol de Trafalgar Square se reivindica como el de mayor trascendencia histórica.
Es un norwegian wood (nada que ver con el tema de los Beatles, pero el juego de palabra es tentador): una pieza que viajó desde Noruega. Cada año desde 1947 Oslo le regala un árbol a Londres, en recuerdo al apoyo prestado cuando Noruega fue invadida y ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. El árbol de Trafalgar Square luce una decoración de estilo escandinavo, con sencillas luces blancas cuyo encendido es una ceremonia el primer jueves de diciembre.
Un verdadero reno llega todos los sábados de diciembre al pie del árbol de Covent Garden, al mediodía, para que los chicos puedan verlo de cerca, tocarlo y sacarse fotos con él. Tanto este árbol como el de Trafalgar Square se pueden ver hasta el 6 de enero. Cada noche, de 16 a 19 en semana y de 14 a 17 los fines de semana, un coro se presenta en Trafalgar Square.