No todo lo que reluce es oro en el mundo de Hollywood, y estas victorias de famosas figuras en los premios de la Academia son la prueba de los sinsabores en sus vidas privadas
Una joven actriz que fue golpeada por su padre al ganar el Oscar, una “rebelde” que alzó la estatuilla cuando toda la prensa la estaba descalificando en ese mismo momento, una gran intérprete cuya reputación se vio arruinada por un cruel rumor… Aquí repasamos cinco triunfos en los premios de la Academia que estuvieron signados por diferentes polémicas.
*Will Smith
Si nadie recuerda a los ganadores de la edición 2022 de los premios Oscar, posiblemente sea porque un acontecimiento se llevó todas las miradas ese año: el escándalo denominado “Slapgate”, cuando Will Smith le dio un cachetazo a Chris Rock en cámara luego de que el comediante hiciera una broma sobre su esposa, Jada Pinkett. El actor de Soy leyenda era el fuerte candidato para ganar la estatuilla dorada en esa edición por su interpretación en la biopic Rey Richard.
En efecto, terminó obteniendo el premio, pero su acto de violencia opacó tanto ese instante en que subió al escenario como los galardones que recibieron el resto de sus colegas en el transcurso de la noche enrarecida, que culminó con Smith sacándose fotos con su familia en la fiesta posOscar celebrada por Vanity Fair como si nada hubiese ocurrido. De hecho, cuando subió a recibir la estatuilla, tampoco se mostró arrepentido y ratificó la importancia de defender a sus seres queridos. No todos lo aplaudieron.
Si bien en ese momento Smith no fue retirado del Teatro Dolby, posteriormente la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood comunicó que le prohibían a Smith la asistencia a la ceremonia por diez años y a eventos asociados con el prestigioso galardón, pero no le quitaron la posibilidad de ser nominado o incluso de volver a ganar el premio (siempre y cuando no le reciba en el Dolby). En cuanto a su estatuilla, un año después del hecho que dio la vuelta al mundo, el actor la mostró en su cuenta de TikTok e incluso se mostró enojado de que no estuviera grabado su nombre en ella.
Como su vida personal estaba en el centro de la tormenta mediática, Smith se tomó un tiempo hasta disculparse públicamente ya que no quería exponer a Jada, de quien se encontraba separado cuando sucedió el “Slapgate”, como reveló la actriz en octubre del año pasado. “La lista de personas a las que he lastimado es larga e incluye a Chris (Rock), a su familia, a muchos de mis queridos amigos y seres queridos, todos los asistentes y audiencias globales en casa. Traicioné la confianza de la Academia. Privé a otros nominados y ganadores de la oportunidad de celebrar y ser celebrados por su extraordinario trabajo. Tengo el corazón roto”, expresó Smith sobre un momento que, por las razones equivocadas, pasará a la historia de los premios.
*Marisa Tomei
La gran Marisa Tomei se enfrentó a uno de los prejuicios habituales vinculados al Oscar: una actuación en comedia no se evalúa con la misma vara que una interpretación dramática. Por este motivo, cuando en 1993 recibió el premio a la mejor actriz de reparto por su memorable personificación de Mona Lisa Vito en Mi primo Vinny, nadie podía creer ese triunfo y eso dejó una “mancha” en lo que en realidad fue un merecido reconocimiento.
En esa entrega, Tomei (quien luego sería candidata en dos ocasiones más, por los dramas En la habitación en 2002, y El luchador en 2009) terminó levantando la estatuilla y “batiendo” a actrices de mayor trayectoria como Joan Plowright, Judy Davis, Miranda Richardson y Vanessa Redgrave. Cuando Jack Palance abrió el sobre, Tomei se sorprendió por las razones previamente mencionadas: la Academia no suele destacar actuaciones en comedia y otras actrices “de prestigio” podrían fácilmente haberle arrebatado su merecido premio. De todos modos, su trabajo estaba tan lleno de carisma y efervescencia, que a los votantes les fue imposible ignorarlo (algo similar sucedió cuando en 1991 Whoopi Goldberg obtuvo la estatuilla por Ghost: la sombra del amor).
Por fuera de los prejuicios contra el género, lo que despertó un mito que tardó años en erradicarse fue aún peor: se hizo circular el rumor de que Jack Palance se había equivocado al leer el nombre de la ganadora porque estaba bajos los efectos del alcohol. La versión, claro, fue eventualmente desestimada, pero dejó al descubierto la mirada obtusa que se tiene respecto de cómo votar, perspectiva que con el tiempo (y la inclusión de nuevos miembros a la Academia) afortunadamente fue cambiando. Al recibir el Oscar, Tomei manifestó: “Es un gran honor para mí recibir este premio en el año que reconocemos, celebramos y honramos a las mujeres. Quiero agradecer al elenco y equipo de producción de Mi primo Vinny, especialmente al señor Joe Pesci (su partenaire en el film) por su apoyo infinito y su gran talento”, remarcó la actriz, a quien se la notaba muy feliz… hasta que escuchó las palabras del crítico Red Reex.
El hombre aseguró que Palance estaba borracho y que la verdadera ganadora fue ocultada “bajo una conspiración masiva”, versión que fue tomada por el Washington Post. “Los rumores parecían asumir que si Palance hubiera leído el nombre equivocado, la Academia le seguiría el juego fingiendo que era la legítima ganadora”, se comunicó. El prestigioso crítico Roger Ebert no solo había pronosticado la victoria de Tomei sino que le pidió explicaciones a la Academia luego de los trascendidos, y con la celeridad que ameritaban las acusaciones, le negaron las descabelladas especulaciones alegando que “si sucedía un error así, los contables de PriceWaterhouseCoopers (quienes auditan los votos) aparecerían en el escenario para enmendar la situación”. Tomei diría años después: “Lo que dijeron me lastimó mucho”.
*Nicole Kidman
La actriz de Moulin Rouge! estaba atravesando uno de los peores momentos de su vida cuando, en 2003, fue premiada con el Oscar por su interpretación de la escritora Virginia Woolf en el drama Las horas de Stephen Daldry. Kidman venía de finalizar un arduo proceso de divorcio de Tom Cruise, con quien conformaba una de las “Golden Couples” (parejas doradas) de la industria, y de distanciarse de los hijos que adoptó con el actor, Isabella y Connor, debido a las reglas de la Iglesia de la Cienciología. En ese momento, trascendió que el matrimonio de Kidman y Cruise empezó a flaquear cuando el protagonista de Jerry Maguire se involucró por demás con ese sistema de prácticas y creencias religiosas desarrollado en 1954 por el estadounidense L. Ron Hubbard, hasta el punto de convertirse, junto a John Travolta, en uno los voceros ideales de la Iglesia.
Por lo tanto, cuando se oficializó el divorcio, los hijos de la actriz se alejaron de ella precisamente por uno de los presuntos mandatos de la Cienciología: si un familiar o persona conocida no adhiere a las prácticas, debe cortar lazos con ella. Así, Cruise obtuvo la custodia total de sus hijos y Kidman no pudo dialogar con ellos durante años. “Siempre elegí no hablar públicamente de la Cienciología. Tengo dos hijos que son parte y respeto sus creencias”, fue lo único que declaró Kidman sobre el tópico en una entrevista con The Hollywood Reporter.
Con ese dolor a cuestas, la actriz se subió al escenario a recibir su Oscar, y se la notó visiblemente desanimada. “En esos años en los que estuve casada, me sentía abrumada, yo era muy tímida y solo quería estar en casa, hacer una vida tranquila”, le contó posteriormente a Vanity Fair sobre otro de los motivos de su divorcio de Cruise. En cuanto a esa noche en la que fue premiada por la Academia, Kidman no guarda el mejor recuerdo, independientemente de la gratitud hacia los votantes que la nominaron en cinco oportunidades a lo largo de su prolífica carrera.
“Me encontraba sentada en el hotel Beverly Hills, con la estatuilla dorada en mano, y lo que sentí fue algo extraordinario: nunca en mi vida había estado tan sola”, recordó en la conferencia Women in the World de la que participó en Londres y en la que nadie le repreguntó sobre sus dichos. La respuesta al motivo de su angustia en esa época de su vida estaba implícita.
*Angelina Jolie
Los hijos de Marcheline Bertrand y el actor Jon Voight, Angelina Jolie y James Haven, siempre se mostraron muy cómplices y atravesaron juntos etapas muy complejas de su infancia, vinculadas al maltrato de su papá. “Él era muy duro con nosotros y nunca hizo su trabajo como padre”, declaró James. “Hubo momentos en los que fue increíble, pero en la mayoría de mis recuerdos, él miraba más nuestros fallos que nuestras fortalezas”, añadió y fue secundado por su hermana, quien explicó que necesitaba alejarse de Voight cada tanto para que el vínculo “se mantuviera sano”.
Esa relación tan estrecha de hermanos generó controversias de cara a la entrega del Oscar de 2000 en la que Jolie fue premiada como mejor actriz de reparto por su actuación en Inocencia interrumpida. Los hermanos fueron abrazados a la ceremonia y se daban besos en la boca en público, lo que suscitó titulares en los medios poco afortunados, en sintonía con cómo se percibía a la actriz en ese momento, como una persona que no encajaba con lo que se suponía que tenía que ser una verdadera estrella de Hollywood. Fiel a su estilo, a Angelina poco le importó lo que se decía y, al subir a recibir la estatuilla, se la dedicó a su emocionado hermano, a quien le declaró su amor incondicional.
Sobre su rol de Lisa Rowe en la película protagonizada por Winona Ryder -basada en las memorias de Susanna Kaysen-, Jolie destacó qué fue lo que le atrajo de su personaje. “Realmente pienso que ella es la más sana del film. Si la mirás de cerca vas a notar que así es cómo busqué interpretarla, por eso me puse mal cuando muchos me decían que me salía bien hacer de ‘loca’. Yo no la veía así a Lisa: para mí era honesta”, aseguró. Por su parte, Winona recordó cómo Jolie puso una distancia con ella en la filmación. “Me acuerdo cuándo empezó el rodaje… Yo pensaba que con Angelina nos íbamos a convertir en grandes amigas, pero ella necesitaba otra cosa, necesitaba mirarme como si yo fuera Susanna y no Winona, por lo cual, de manera respetuosa, se distanció de mí”, contó Ryder.
Jolie también habló de esa experiencia y destacó lo clave que fue interpretar a una mujer como Lisa. “En el final hay una sensación de que todos le están diciendo que no la quieren, que va a estar mejor sedada y atada, pero si sos como ella eso es muy difícil de escuchar porque estás lidiando con cosas muy fuertes, y lo que le decís le puede hacer cuestionar si no está dañando a todo el mundo”, manifestó Angelina, quien en 2013 ganaría su segundo Oscar, en esa oportunidad la estatuilla honorífica por sus tareas humanitarias realizadas alrededor del mundo.
*Tatum O’Neal
Cuando Tatum O’Neal obtuvo el Oscar a los diez años por su extraordinaria interpretación en Luna de papel de Peter Bogdanovich, no pudo disfrutar el momento. “Siempre tuve que plantarme sola en la vida”, declaró la joven. Esa noche no fue la excepción. Tatum hizo historia al convertirse en la actriz más joven en recibir el galardón, legado que se mantiene vigente hasta la actualidad, pero nadie estaba allí para celebrarlo, ni su padre y coprotagonista del film, Ryan O’Neal (quien falleció el 8 de diciembre de 2023) ni su madre, la también actriz Joanna Moore, quienes entonces ya estaban divorciados. Cuando la pareja tomó rumbos distintos, Moore sucumbió al alcohol y a las drogas y debió ser mantenida económicamente por su propia hija, quien era una de las actrices juveniles mejor pagas de Hollywood.
Las adicciones de Moore la condujeron a cometer actos delictivos y la tenencia de Tatum fue a manos de su padre, con quien vivió varias pesadillas. Una de ellas está vinculada a la ceremonia del Oscar en la que ella recibió el premio. Su sonrisa en las fotos, como confesaría décadas después, no eran más que un mecanismo de defensa, una fachada, un velo que le ponía a la ineludible realidad.
“Me sentí profundamente triste y abandonada”, declaró en una entrevista con la NBC, en la que aludió a cómo la ausencia de su padre en la ceremonia la había dejado devastada, al igual que la de su madre, quien ni siquiera se comunicó por teléfono al enterarse de su triunfo.
En sus memorias, Tatum fue muy cándida. “En los medios, Ryan siempre actuaba de buen padre, pero en sus ojos yo leía otra cosa: resentimiento”, escribió Tatum, quien aseguró que su papá nunca le perdonó haber sido reconocida por una película por la que él solo recibió una nominación al Globo de Oro. “Mi candidatura al Oscar destruyó nuestro vínculo”, recordó la actriz, quien reveló que Ryan le dio golpe en la cara cuando ella fue nominada y él no. La actriz aseguró que ese premio siempre estuvo “maldito” por las circunstancias en las que lo recibió y, a pesar de haberse reconciliado con su padre antes de su fallecimiento, nunca negó todos los padecimientos de los que fue víctima.
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