Bailó danza clásica, hizo llorar al jurado y recibió el último botón dorado de Got Talent Argentina

Muchos participantes se presentaron en la pista de Got Talent Argentina (Telefe) para dar a conocer su talento alrededor del baile, la música, la danza o alguna curiosidad. Uno de los sueños de los participantes es recibir el botón dorado, que es la máxima devolución que puede dar el jurado de notables y que clasifica automáticamente a las semifinales del reality. Este miércoles por la noche, se presentó la bailarina platense Paula Sabatino, quien logró emocionar a Flor Peña y Emir Abdul hasta las lágrimas.

“Quiero mostrar que con trabajo, disciplina, constancia y pasión, todos pueden lograr lo que quieren lograr”, introdujo Paula Sabatino en la previa. Luego se presentó en el escenario de programa de talentos y dialogó con el jurado. “Mi mamá era bailarina, pero ella nunca me llevó a danza. Tuvo una experiencia distinta a la mía. Yo hice natación desde los 4 hasta los 12. Y elegí la danza por mí. Mis amigas bailaban, yo las veía bailar y yo quería hacer lo mismo”, señaló.

Paula comenzó su presentación con la música de “My Immortal” de Evanescence y rápidamente mostró sus delicados pasos de danza clásica que lograron cautivar la mirada de Flor Peña, Abel Pintos, Emir Abdul y La Joaqui. “A mí me pareció increíble”, indicó el cantante de folklore y luego agregó: “Yo no conocía esta disciplina. No siento que diste todo para dar porque seguramente tengas mucho más. Siento que diste todo lo que podías dar en este momento, con esta canción y con esta performance. Te felicito: inspirador, emocionante y maravilloso”.

Pero después vino lo mejor. Flor Peña tomó la palabra. “Me pasó que te vi el corazón. Vi a una joven niña saliendo a buscar su sueño. Tenés un talento enorme, más allá de la técnica, de tu condición física, y de lo difícil que hiciste. Lo que vi es una mujer que tiene puesto el corazón en su arte y eso me emociona siempre”, manifestó mientras se emocionaba hasta las lágrimas, al igual que su colega Emir Abdul.

Justamente bañado en lágrimas, Emir Abdul, especialista en el rubro, dio su veredicto: “Es tan difícil para nosotros los bailarines buscar nuestro sueño. Levantarse, ensayar e ir en contra del mundo. Ganar dos mangos porque das una clase, ganar dos mangos por un show. Hay pocos lugares, y entre tantos es como que tenemos que hacernos valer. Hubo algunas desprolijidades, pero conecté contigo porque me hizo recordar a mi mamá, que es lo mejor que tengo. Me decía ‘hijo, ¿y si te va mal? ¿Y si no vas a llegar a algo?’ Ese miedo de las madres, que nosotros nos ponemos en contra. Ojalá que muchos padres entiendan que es algo que nos sale de adentro sin importar nada. No importa si nos va mal, queremos ser felices y en esta vida estamos de paso, no estamos para siempre”.

Por último, fue el momento de que los jurados decidan si la bailarina avanzaba o no a la siguiente instancia. “¡Arranco yo!”, señaló Flor Peña, se levantó hacia el centro de la mesa de jurados y presionó el último botón dorado disponible del programa de talentos. Paula se tapó la cara de la emoción y sus familiares ingresaron a la pista para abrazarla. “Ya sos semifinalista, mi amor, qué alegría”, le dijo Lizy Tagliani antes de llevársela del escenario.

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