
Manejamos la nueva versión de cinco puertas cuya producción en serie comenzará la semana próxima en El Palomar; vea las primeras pruebas
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El próximo martes, en la planta del grupo PSA Peugeot Citroën, en El Palomar, se realizará el lanzamiento industrial de la versión 5 puertas del C4. Con esta nueva carrocería, la marca del doble chevrón dará dura batalla en un segmento tan disputado como el de los medianos.
Tuvimos la oportunidad de ponernos al volante de las tres versiones argentinas del nuevo C4: las dos nafteras, 1.6 y 2.0, y la 2.0 HDi, gasolera.
Además, a las expectativas lógicas que tenemos antes de cada evaluación, esta vez se sumó otro hecho: hace pocos meses manejamos en Europa la versión francesa de este mismo auto. Entonces no sólo sería poner a prueba sus condiciones, sino que también sería inevitable la comparación con su "hermano francés".
Primero, la pista del Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires y las exigentes rutas de la zona serrana de Córdoba, después fueron los escenarios en los que recorrimos varios kilómetros con el nuevo niño mimado de Citroën, acompañando al equipo técnico de la marca, que ajustaba los últimos detalles del auto que en los últimos meses de este año estará en los concesionarios de todo el país.
A diferencia de otros modelos, en nuestro mercado primero se presentó la carrocería de tres cuerpos, que desde su lanzamiento en 2007 es un éxito en ventas, y marcó un antes y un después en la historia de la marca en la Argentina.
Ahora es el turno del hachtback y precisamente lo primero que sorprende es una estética muy atractiva. Obviamente, siempre es cuestión de gustos y si bien este modelo tiene mucha menos capacidad de carga en su baúl respecto del sedan, 350 litros contra 515, el diseño es mucho más armónico.
El frontal no tiene diferencias respecto del sedan. Los cambios importantes son del parante central hacia atrás, ya que las líneas del auto tienen un remate sumamente aerodinámico, con ópticas altas que enmarcan la luneta y le dan un toque muy elegante.
La plataforma de esta versión es una adaptación de la del C4 sedan, y a diferencia de aquél tiene una distancia entre ejes más corta: 2,6 metros contra 2,71, y aplicación de la nueva norma de contaminación que estará vigente en 2009.
El auto mide 4,26 metros de largo (4,77 mide el sedan) y tiene respecto del otro modelo fabricado en el país 35 componentes específicos, de 20 proveedores locales y 5 de Brasil. Del C4 hachtback se prevé una producción de 134.000 vehículos, con una cadencia de 22.000 vehículos por año, es decir, 90 por día, y el 55% de la producción estará destinado a la exportación.
En verdad sorprende la calidad del vehículo, con una terminación exterior sumamente cuidada.
Una vez en el interior, el panel de instrumentos es el ya conocido, con un display translúcido donde se despliega toda la información, con excepción del cuentavueltas.
Como dijimos, tuvimos oportunidad de ponernos al volante del C4 de 5 puertas en dos escenarios: el autódromo de Buenos Aires y los caminos de las sierras cordobesas.
En la pista, el auto se mostró confiable, estable y muy ágil. En esa ocasión, manejamos un modelo equipado con el motor naftero 2 litros de 143 CV de potencia máxima.
En Córdoba, manejamos tanto en el tránsito urbano como en la ruta, especialmente en el camino a las Altas Cumbres, un trayecto que por sus características, curvas de distinto radio, diversas velocidades, y con pendientes tanto ascendentes como descendentes, es ideal para poner un auto a prueba.
En ese lugar sí manejamos las tres versiones de motor: el ya mencionado 2 litros de 143 CV, el naftero 1.6 de 110 CV y el diesel 2 litros de 110 CV. La calidad interior es muy buena y, más allá de las motorizaciones, todos los modelos fueron dóciles y de excelente respuesta. Los 100 kilogramos menos de peso respecto del sedan juegan a favor en las prestaciones, y también en el consumo.
En tanto, salvo las mencionadas dimensiones del baúl, la habitabilidad a bordo sigue siendo excelente para todos los pasajeros.
En algún tiempo más, el C4 de cinco puertas estará en los concesionarios. Y es un auto por el que vale la pena esperar.
Esmero para cuidar hasta el mínimo detalle
No sólo tuvimos la oportunidad de manejar todas las versiones del Citroën C4 de cinco puertas, sino que también pudimos dialogar con el equipo de ingeniería que se ocupa de los últimos detalles antes del comienzo de la producción en serie del modelo. La foto que ilustra este recuadro muestra el equipo utilizado por quienes se encargan de lograr la mejor insonorización a bordo y sirve para mostrar el grado de perfeccionamiento que Citroën Argentina busca para este modelo.
Obviamente cumple con todos los estándares mundiales de calidad del grupo PSA. Nosotros tuvimos la oportunidad de manejar el modelo francés hace unos meses, en un trayecto desde París hasta Chantilly. Y ahora, que probamos la versión fabricada en nuestro país, podemos afirmar que no hay casi diferencias.
Claro que las versiones que se venderán aquí tienen distintas adaptaciones, como la de las suspensiones por ejemplo, para que el C4 mantenga las prestaciones y el confort que se espera de él aun en los maltrechos caminos de los países de América latina.






