
El Chevrolet Zafira es un monovolumen que se destaca por la versatilidad de su espacio interior
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Para que se precie como tal, un vehículo familiar debe cumplir con una breve, pero precisa serie de requisitos, más allá de la mecánica que utilice. Buen espacio interior, modularidad, facilidad de acceso, habitabilidad y confort para al menos cinco personas son esos parámetros fundamentales por cumplir.
Incuestionablemente, el monovolumen Chevrolet Zafira GLS aprueba con holgura en todos estos ítem.
En especial, cabe destacar la versatilidad de la configuración de asientos. Gracias a un inteligente sistema de plegado (denominado Flex7), el Zafira ofrece una tercera línea de asientos con dos plazas más, que rápidamente pueden transformarse en el piso de un maletero más amplio.
Y ésta es una ventaja importante en un segmento ultracompetitivo que, tras ser creado por Renault, con su Mégane Scénic, ya cuenta, además del Zafira, con otro competidor de fuste como el Citro‘n Xsara Picasso.
Proveniente de los tableros de diseño de Opel y sobre la plataforma de Astra, el Zafira no puede ocultar su estética, muy próxima a la de una minivan (de hecho, es el modelo más largo de su segmento), y soluciones de origen alemán. Esto es, la practicidad por sobre todo.
Desde el punto de vista de la gama, por ahora el Zafira presenta dos versiones de equipamiento, la básica GL y la más completa GLS.
Mecánica. Además del equipamiento, estos dos modelos del Zafira se presentan en la Argentina con dos motorizaciones nafteras, dejando en deuda a los usuarios que prefieren la mecánica gasolera.
El GL utiliza un propulsor de 8 válvulas y 116 CV de potencia máxima, mientras que el GLS, probado por La Nación , está equipado con una planta motriz con 16 válvulas y 136 CV.
Este motor tiene un nivel de rendimiento que le permite al Zafira (con la inestimable colaboración de un logrado perfil aerodinámico Cx de 0,33) alcanzar una velocidad máxima que araña los 190 km/h, que resulta más que suficiente para un vehículo familiar.
Resulta en cambio un tanto perezoso en las aceleraciones y recuperaciones, pero en estos parámetros no se debe perder de vista los 1415 kilogramos en orden de marcha que ostenta (lo que entrega una relación peso/potencia de 10,4 kg/CV). Tampoco es ajena a esto una caja con relaciones en general bastante largas, pero que a cambio permiten que el motor tenga una descansada marcha rutera, un ambiente bastante natural para un gran vehículo familiar.
Quizá precisamente por eso y el eficiente trabajo aerodinámico de la carrocería, el consumo en carretera no desentona. En cambio, el gasto de combustible en ciudad, con constantes detenciones y baja velocidad, resulta bastante alto.
Esto, sumado a un tanque de combustible de 58 litros, hace que la autonomía del Zafira no sea muy amplia.
Comportamiento dinámico. Como buen vehículo de origen alemán, las suspensiones tienden a ser duras, lo que favorece la tenida en curva, mientras que la considerable distancia entre ejes (2703 mm) aporta una buena estabilidad direccional en tramos de carretera (sólo perturbada en caso de fuertes vientos laterales por el amplio perfil del modelo).
El mencionado reglaje de las suspensiones no implica que el Zafira resigne confort de marcha, que es muy bueno.
Además, resulta importante para compensar el rolido que la mayor altura de este monovolumen tiene en comparación con un automóvil más bajo. Por otra parte, el Zafira es fácil de manejar, gracias al impecable funcionamiento de la dirección asistida en forma electrohidráulica (cuya progresión varía según la exigencia, ahorrando energía y combustible del motor) y el dócil comportamiento general del vehículo.
Seguridad. Punto a favor para los frenos. Con un esquema de discos en las cuatro ruedas (los delanteros ventilados), distribuidor de potencia de freno (EBD) y ABS, el Zafira frena con seguridad y en distancias notables para su gran masa.
Desde el punto de vista pasivo, incluye doble airbag frontal, luces antiniebla adelante y atrás, apoyacabezas y cinturones en todas las plazas e, incluso, sistema antirrobo e inmovilizador de motor.
El único punto dudoso para la seguridad de los pasajeros, en caso de un choque posterior, es el escaso espacio que queda detrás de las dos plazas adicionales. Aunque en esto, resulta importante el grado de absorción de energía de la carrocería.
Confort y equipamiento. Pensado y diseñado para la familia, la habitabilidad y modularidad (gracias a una longitud de 4317 mm, un ancho de 1742 y una altura de 1687), como se dijo, son dos elementos esenciales del Zafira. El sistema Flex7 permite no sólo plegar las dos últimas plazas, lo que amplía el volumen del maletero de 150 a 600 litros de capacidad. También dispone un rebatimiento del asiento trasero contra los delanteros que aumenta todavía más el compartimiento de carga, llevándolo a 1700 litros. Hay que tener en cuenta, además, es que la capacidad de carga es de 600 kilogramos, una cifra nada despreciable a la hora de transportar mucho equipaje.
El equipamiento es otro elemento esencial en un vehículo familiar. Y en esto, el Zafira es muy completo, incluyendo alguna exquisitez (ya presente en el Astra), como el sistema que baja automáticamente un centímetro las ventanillas delanteras para facilitar el cierre de las puertas.
Pero no es todo, al paquete eléctrico no le falta nada. Tiene levantavidrios y espejos eléctricos, cierre y apertura de puertas centralizado y techo corredizo. Además, alarma antirrobo y de puertas abiertas y luces encendidas, aire acondicionado y varias gavetas y portavasos. Eso sí, la calidad de algunos plásticos y terminaciones podría ser mejor.
La posición de manejo es muy cómoda (apta para realizar viajes prolongados), aunque la pedalera (el acelerador y el freno están muy juntos), no lo es tanto. En cambio, la selectora de cambios, así como la ubicación y facilidad de uso de los comandos, es impecable. Mención aparte para el comando satelital de la radio, muy práctico para operar.
Conclusión. Si usted tiene una familia numerosa o le gusta salir de viaje con mucho equipaje, el Zafira constituye una inmejorable opción para trasladarse cómodo y seguro. Sin embargo, desde el punto de vista de la gama, la ausencia de una motorización diesel, en nuestro país, es un hándicap que General Motors no debería dar. Además, antes de la confusión económica actual, era más caro que sus rivales directos (costaba 26.800 dólares o pesos). Ahora se lo ha valorizado a 22.500 dólares que se pesifican a 1,40 pesos, lo que arroja un total de $ 31.500.
Prueba: Chevrolet Zafira GLS
- Presentación mundial: septiembre de 1998
- Presentación en la Argentina: mayo de 2001
- Lugar de producción: San Pablo, Brasil
- Importador oficial: General Motors Argentina, 0800-888-CHEVY (24389).
- Precio: US$ 22.500
- Garantía: 1 año sin límite de kilometraje




