
San Isidro será el escenario de la mayor exposición nacional de autos antiguos.
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Hace un año, la feroz lluvia no pudo amainar el ánimo de las 30.000 personas que visitaron el primer festival de automóviles antiguos, denominado Auto Clásica San Isidro, organizado por el Club de Automóviles Clásicos (CAS). Este año, se reeditará el desafío de reunir en el hipódromo del Jockey Club de esa localidad bonaerense (Avda. Thames y Santa Fe, Acassuso) a unos 500 vehículos que, por su historia y su porte, perdurarán por siempre en la memoria de la gente.
Así, entre el 26 y el 28 del actual, de 10 a 20, los amantes de los fierros podrán deleitarse con verdaderas joyas mecánicas. Entre ellas, se destaca el primer rodado argentino fabricado para ser vendido al público: el elegante Anasagasti, de 1912. En total, su creador, Horacio Anasagasti, construyó 50 unidades. Sólo dos quedan en pie, una en manos de la Fuerza Aérea Argentina y la otra en poder del CAS.
"¿Por qué hacemos Auto Clásica San Isidro? Muy simple, queremos brindar los autos a la gente, para que todos les tomen cariño y se entusiasmen por conservarlos -explicó a La Nación el presidente del CAS, Miguel Devoto-. Consideramos que los coches son un patrimonio nacional, como los cuadros, la música y toda otra manifestación cultural. Queremos difundirlos para que el público los conozca y aprenda a cuidarlos, así no se perderán más automóviles. La característica de los clubes de autos clásicos es que los vehículos circulan, no somos coleccionistas de museo, ni escondemos los rodados para que no los vea nadie o los aprecie muy poca gente."
Lo que se podrá ver
Los diferentes corrales establecidos en el pasto del hipódromo albergarán los modelos según su categoría, al igual que se hizo el año último. Sin duda, los ejemplares que más atención atraigan serán los veteranos, aquellos construidos hasta 1918. Entre ellos, estarán un Krieger, de 1888, y un Linon, de 1903.
Pero también habrá vintages (hechos entre 1919 y 1930), posvintages (1930 hasta 1942), posguerra (1946 a 1963) y contemporáneos (1963 a 1980). Además, varias automotrices presentes en el predio mostrarán los vehículos último modelo junto a sus históricos. De esta manera, viejas y nuevas generaciones competirán por la preferencia de los paseantes.
No faltarán los baquets (son los adaptados para competición) y los coches elaborados artesanalmente por diseñadores argentinos.
En tanto, un área selecta reunirá a las motocicletas. Muchas de ellas pudieron verse en acción el mes último en la Recoleta-Tigre. Estarán, asimismo, varias de las unidades que desandaron 1600 km en la Patagonia para participar de las Mil Millas Sport de la República Argentina, la semana última.
"Estamos invitando a todo el mundo que posea un auto original y en buen estado a acercarlos a Auto Clásica para exponerlos -agregó Devoto-. Puede estar restaurado, pero no modificado. Cuando se saca del contexto como fue elaborado en la fábrica ya no es el mismo: puede estar mejor pintado y tener un motor espectacular, pero no responde al espíritu del Festival. Los que así lo deseen, pueden comunicarse con el club (4743-3416, de 8 a 12), enviarnos fotos y datos técnicos del auto y, tras una inspección de admisión, exponerlo en la muestra."
Como en 1998, habrá un Concurso de Elegancia, donde se elegirá el automóvil más atractivo y con mayor garbo. También se repetirá el Autojumble (una atractiva feria de repuestos y accesorios originales y artesanales) y el Automart (un área para comprar autos clásicos).
Y esta vez, se habilitará un circuito donde los vehículos se mostrarán en movimiento. Igualmente, habrá bandas tocando en vivo, malabaristas y espectáculos.
El jueves 25 será un día especial. Alumnos de colegios, de entre 11 y 15 años, podrán visitar gratis el Festival. Se admiten hasta tres grupos de 25 personas por escuela, especialmente si se trata de instituciones con orientación técnica. Se brindan más informes en el CAS y por el 15-4060-6738 (preguntar por Alicia Ayerdi).
En cuanto al público en general, las entradas costarán 7 pesos, y los menores de 12 años no pagan.




