
La pickup Isuzu Kenzu propone un versátil rendimiento y alto equipo de serie
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Nuestro primer contacto con la Isuzu Kenzu fue hace casi dos años en tierra nipona. En aquella oportunidad, los directivos de la planta de Fujisawa, Japón, donde se produce para la Argentina, nos mostraron, con exclusividad, la novedosa pickup.
Ahora, ya instalada en nuestro mercado, tuvimos la oportunidad de realizarle una prueba más exhaustiva. Esta versión, que se ofrece sólo con carrocería de doble cabina y tracción 4x4 con caja manual de cinco velocidades alta y baja, presenta, como principales diferencias respecto de sus hermanas de gama, una imagen más deportiva y mejor equipamiento de confort y seguridad.
La carrocería viene provista de pintura bicolor, molduras de protección lateral, techo solar y deflectores de aire en sus ventanillas.
También cuenta con barra antivuelco cromada, fenders en los cuatro pasarruedas, llantas de aleación, estribos laterales y defensa delantera cromada con protección de polímero inyectado y goma. Todos estos elementos, incluidos de serie, contribuyen a ofrecerle una figura más aguerrida y moderna, a la vez atlética.
Mecánica. En el motor no hay novedades, ya que está impulsada con el probado turbodiesel de inyección electrónica directa de 3.1 litros y 110 caballos de potencia máxima, del que ya hablamos en otras oportunidades.
Igualmente, hay que destacar que al muy buen desempeño se debe agregar otra conveniente virtud, la de un consumo contenido con una autonomía promedio (ciudad-ruta) de 700 kilómetros.
En cuanto a la insonorización, hay que decir que es buena a velocidades medias (que son las que más se usan), ya que en los extremos, es decir, regulando o al alcanzar la velocidad máxima se eleva la rumorosidad.
Comportamiento dinámico. A pesar de su peso (1745 kilogramos), la camioneta muestra un muy buen equilibrio.
El esquema de las suspensiones, que si bien por su dureza resignan el nivel de marcha en la ciudad (es un tanto saltarina, por lo que es conveniente bajar la presión de los neumáticos si se transita sin carga), muestran un muy buen comportamiento en la ruta y un excelente desempeño en el manejo off-road, en el que todas las ruedas pisan al mismo tiempo.
La dirección asistida, firme y precisa, y la transmisión, con caja reductora de alta y baja (por palancas) combinada con acople automático de los cubos mágicos, son dos puntos sobresalientes de la camioneta que hacen que la conducción sea una tarea agradable.
Va bien apoyada en las rectas y se muestra firme en las curvas, en las que se marca una tendencia roladora, es decir, el balanceo de la carrocería, esperable en un vehículo con un centro de gravedad elevado.
En nuestras pruebas fuera del asfalto, exhibió una actuación notable. El único inconveniente que muestra es el del ángulo de salida, ya que el largo voladizo trasero puede hacer que toque el paragolpes al abandonar los obstáculos. Ayudada por su beneficioso torque (26 kgm a sólo 1900 vueltas), la camioneta puede trepar, vadear, pasar por todo tipo de irregularidades o bajar pendientes (impecable el freno motor) regulando, es decir, sin tener que apretar el acelerador.
Seguridad. Tiene varios elementos que superan la media de las pickups convencionales. En este sector hay que destacar los airbags dobles para conductor y acompañante, cinturones de seguridad inerciales con testigo lumínico, apoyacabezas en todos los asientos, tapa de guantera con llave, luz antiniebla trasera, testigo sonoro de luces encendidas y cierre centralizado de puertas, que se suman a las zonas de deformación programada y a las barras laterales de protección.
La visibilidad tiene su punto débil sólo por el retrovisor central; después, la posición alta de manejo ayuda a ver más lejos y anticipar las maniobras, una de las primera reglas del manejo seguro.
El poder de frenado, aunque no cuenta con el sistema ABS, un elemento que no debería estar ausente en un vehículo de este precio, es bueno gracias a la configuración de discos delanteros y zapatas primarias y secundarias en las ruedas traseras. A altas velocidades y en las pruebas de panic stop, mostró una tendencia al bloqueo inicial. A velocidades normales, el vehículo mantiene su línea y no presenta fatiga.
Confort y equipamiento. El interior es amplio y luminoso, y está provisto con algunos elementos de lujo. Las terminaciones son prolijas y los materiales usados son de buena calidad.
La posición de manejo es fácil de encontrar gracias a las regulaciones de la butaca y del volante. El instrumental es completo, fácil de reconocer y accionar, y su tablero brinda la información necesaria, con el plus de contar con un inclinómetro y altímetro digital, de original diseño, ideal para las aventuras 4x4.
El aire acondicionado, los levantavidrios eléctricos, la cómoda consola central y el muy buen equipo de radio AM/FM con CD player y cuatro parlantes, son algunos de los elementos que aportan una confortable vida en el interior.
Conclusión. A primera vista, el precio ($ 36.800 en la unidad probada y 38.000 la de tapizado con cuero) supera el de sus rivales directos, pero se debe tener en cuenta el equipamiento y los complementos de serie que embellecen la carrocería. En definitiva, en el poblado segmento de las pickups, cada vez más confortables, la Isuzu Kenzu es una más que interesante opción para aquellos usuarios que busquen la posibilidad de combinar, en un mismo vehículo, el trabajo, el confort y la diversión.
Prueba: Isuzu Kenzu
- Presentación mundial: octubre de 1999
- Presentación en la Argentina: noviembre de 2000
- Lugar de producción: Japón
- Importador oficial: Cobel Comercio Exterior 0800-222-47898
- Precio: US$ 36.800
- Garantía: 2 años o 50.000 kilómetros




