
También se reparan con cuerina, pana o cuero. Muchas veces alcanza con una buena limpieza para dejar el interior como 0 kilómetro. Trabajos en autos antiguos
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Tanto las butacas como los tapizados sufren un permanente desgaste por la función que cumplen. El uso es el factor principal e inevitable que incide en la vida útil tanto de los asientos como de las telas; y si bien puede utilizarse fundas de protección, no existe un mantenimiento específico para extender su período de utilidad como ocurre con otras partes del vehículo.
Pero el panorama no es alarmante si se tiene en cuenta que hay lugares especializados que las reconstruyen y dejan a nuevo.
No sólo las butacas delanteras (sobre todo la del conductor) son las que padecen el uso constante, también las plazas traseras corren riesgos de deteriorarse o mancharse si allí viajan niños.
Existen productos especiales para eliminar la suciedad sin perjudicar el tapizado. Pero si el daño es mayor y la única solución es retapizar los asientos, el mercado ofrece diversas telas, según lo requiera cada usuario: la opción más económica es la cuerina, que si bien no es tan vistosa es fácil de limpiar; la pana sintética es la más solicitada y se ofrece en diversos colores y diseños, además de las telas originales o el cuero, que es más codiciado, pero también el más costoso.
A la hora de cambiar un tapizado, el cliente puede decidir reconstituirlo con el compuesto original o bien optar por otro tipo de tela. Pero realizar este reemplazo de materiales exige más tiempo y por consiguiente el costo de la mano de obra se encarece.
Proceso de reconstrucción
El primer paso para realizar la reparación es sacar las butacas del vehículo. Luego se extrae la tela y por último la espuma, con el fin de observar el estado de la estructura, los resortes y el reclinado del respaldo. Si los soportes están en pésimas con condiciones son reemplazados por otros del mismo tamaño y forma, para que la butaca no pierda la silueta original.
La reconstrucción comienza con la colocación de una placa de espuma de poliuretano nueva, si la original está destruida, o bien se rellenan los espacios más deteriorados. Se corta la tela necesaria según las medidas que se requieren y por último se cose a máquina con hilo de nylon. El tiempo que insume este proceso es de 24 a 48 horas, según el estado de la butaca y los materiales que se aplican. Si el tapizado tiene un daño menor, el proceso es el mismo, pero sólo se restaura el sector afectado.
En tanto, en los vehículos antiguos reemplazar las telas dañadas es más complejo porque no se utilizan ganchos y costuras como en los autos modernos, sino que se tensa con tachuelas colocadas con firmeza para evitar que el tapizado se desprenda. Es recomendable que el proceso de reparación de tapizado se realice en comercios especializados que otorguen garantía.
Fuentes consultadas: Avamcar, Avda. Warnes 1133; Binda, Avda. Mitre 540, San Miguel; Warnes Equipo, Avda. Warnes 1070, 4855-5234.
Fundas: opción práctica y muy económica
Una buena opción para proteger el tapizado es la utilización de fundas. La colocación es sencilla y el usuario puede instalarlas sin problemas. Existen de diversos materiales y calidades: las de jacquard y las deportivas son las más económicas, entre 70 y 100 pesos; en tanto las de jacquard reforzadas y las de pana se asemejan a un tapizado original, y su valor asciende a los 110 y 160 pesos respectivamente.






