
Estilizado y moderno, el nuevo Hyundai Tucson suma virtudes que lo convierten en un auténtico crossover
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La segunda generación del Hyundai Tucson, que acaba de presentarse en la Argentina, poco tiene que ver con la primera, que se fabricó entre 2005 y 2009, y encontró una muy buena acogida por estas tierras.
Basta observar la nueva carrocería: estilizada, de líneas elegantes y al último grito de la moda en materia de diseño para trazar una gran línea divisoria entre ambas generaciones. La primera era un SUV Light; ésta, un verdadero crossover.
Así, el nuevo Tucson, que se diseñó en Rüsselsheim, Alemania, y se fabrica en Ulsan, Corea del Sur, es 85 mm más largo (ahora 4410 mm), con un incremento de sólo 10 mm en la distancia entre ejes. Las líneas más estilizadas quedan en evidencia con un ancho que creció 20 mm (1820 mm) y una significativa reducción de 20 mm en la altura total (1660).
También el interior exhibe un aspecto moderno, cuidadas terminaciones, excelente habitabilidad para los pasajeros y muy buen espacio en el compartimiento de carga (varía entre 591 y 1436 litros). Si se le suma un equipamiento superior, el combo crossover del nuevo Hyundai está completo.
La Nacion manejó la primera versión que llegó al país, que es la Tucson GLS CRDi 2.0 4x4 con transmisión manual de 6 marchas y equipamiento full. Pero la gama también incluye esta versión con caja automática de 6 marchas; tres modelos 4x4 nafteros 2.0 de 166 CV con caja manual (5 marchas) y automática (de 6), y dos 4x2 nafteros con ambas transmisiones. Toda la gama está en un rango de precios entre 31.900 y 46.500 dólares.
Aunque está en uno de los segmentos más competitivos, pocas gamas son tan completas como la del Tucson. En especial por contar con motorización diésel. De hecho, sólo el Chevrolet Captiva, con motor 2.0 de 150 CV (la versión LZ, la menos equipada, cuesta $ 172.990), el Land Rover Freelander 2 con el TD4 2.2 de 160 CV, a 52.900 dólares ($ 209.485), y el Volkswagen Tiguan, con un TDI 2.0 de 140 CV (190.973 pesos) son rivales directos.
Así, el precio del Tucson GLS CRDi 2.0 4x4 MT (US$ 45.000, unos $ 178.200) queda muy bien posicionado frente a estos rivales directos. No sólo eso. El Hyundai Tucson CRDi también es el modelo diésel más potente del segmento (e incluso superior al de crossover premium, como el BMW X1, que tiene 177 CV).
Mecánica de lujo
El Tucson tiene un motor 2.0 de 4 cilindros en línea con inyección directa por common-rail; 16 válvulas DOHC que, con turbo de geometría variable, entrega una potencia de 184 CV a 4000 rpm, y un torque de 383 Nm (39 kgm) entre 1800 y 2500 vueltas.
Estas características hacen que este Tucson sea un vehículo ágil, con buenas aceleraciones, de funcionamiento suave, con muy bajo nivel de ruido (es muy buena la insonorización del habitáculo) y consumo austero. En todo esto colabora una caja manual de 6 marchas muy bien relacionada y confortable.
También son impecables el comportamiento dinámico y el confort de marcha, gracias a las muy buenas suspensiones (McPherson adelante y Multilink atrás).
Estas se destacan tanto en el asfalto como en terrenos ásperos (tierra, arena), donde, gracias al sistema 4x4 inteligente y muy buenas dimensiones off-road (ángulos de ataque, salida y ventral de 24,2°, 26,9° y 17°, respectivamente, más un despeje de 170 mm), se comporta con mucha eficacia.
Las ayudas electrónicas son varias: control de estabilidad (ESP), tracción (TCS), de arranque en pendiente (HAC) y de descenso (DBC), además de ABS y EBD en los frenos de disco.
El puesto de conducción y la posición de manejo no merecen objeción. Igual que el muy completo equipamiento de confort y seguridad (5 estrellas de la EuroNCAP), en el que sólo falta techo solar (viene en la versión con caja automática).
La confiabilidad y calidad mecánica, un diseño muy logrado y un concepto útil hacen que este nuevo Hyundai Tucson conjugue una muy buena relación costo-beneficio y resulte una atrayente opción en el competitivo segmento de los crossover y SUV light.



