La transferencia de un auto representa hoy un 5,5% aproximado del valor del vehículo, entre aranceles, trámites y el impuesto a los sellos que cobran las provincias; los cambios que impulsa el DNU
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El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que dictó el presidente Javier Milei con una profunda desregulación de la economía entró en vigencia el sábado último y entre sus artículos incluyó cambios en el Registro Automotor.
Además de establecer que a partir de ahora los trámites de inscripción y transferencia de un vehículo podrán hacerse de manera digital y simplificada, sin tener que concurrir personalmente al registro automotor en el que está radicado el auto (le otorga a la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor tiempo hasta el 2 mayo de este año para implementar el “sistema remoto, abierto, accesible y estandarizado”), el decreto introdujo modificaciones en el costo de transferencia.
En el artículo 355, el DNU establece que los trámites que se realicen ante los registros seccionales de la Propiedad del Automotor (que seguirán funcionando para la inscripción de dominio de los vehículos) “deberán abonar el arancel que fije el Poder Ejecutivo Nacional” y agrega que los aranceles para los trámites digitales ante la Dirección Nacional “no podrán superar el valor del arancel” anterior. Además, la existencia de multas impagas o deudas de patentes no impedirá transferir un vehículo como ocurría hasta antes del decreto.
Hasta el momento, el arancel de transferencia fijado por el Ejecutivo es del 1,5% para los autos de fabricación nacional y del 2% para los importados. La reglamentación del decreto establecerá un nuevo porcentaje, que puede quedar en ese nivel o variar. Pero en el trámite se pagan otros costos que el decreto elimina una vez que esté implementado el sistema online de solicitud de transferencia, como la necesidad de pedir informes de dominio (la base de datos será pública y abierta, establece) y la certificación de firmas.
El título de propiedad del auto pasa a ser digital, lo mismo que las cédulas verde y azul, y la opción de contar con versiones físicas tendrá un costo. Al pasar a ser digital, ya no tendrá fecha de vencimiento.
En la transferencia actual de un vehículo, el mayor costo es el impuesto a los sellos que cobra cada distrito. En la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires, se paga por sellos un 3% del valor declarado del auto, lo cual lleva el costo total de la operación (incluido el arancel de transferencia y los pagos de formularios en cada registro que el DNU busca simplificar) a un 5,5% aproximado. Si el trámite puede efectuarse en forma online y centralizada ante la Dirección Nacional, sin la obligación de concurrir al registro local, queda por definir qué ocurrirá con el impuesto a los sellos de cada provincia.
El DNU señala que, a los efectos de la implementación de las nuevas facilidades, el Poder Ejecutivo dictará la reglamentación correspondiente (en la que se fijará el arancel a cobrar y otras consideraciones sobre el funcionamiento). Entre tributaristas esperan más definiciones para conocer qué sucederá con el impuesto a los sellos, dado que son de jurisdicción provincial.
Hoy, según precisó un proyecto de ley para eliminar los registros del automotor presentado por la diputada de Juntos por el Cambio Patricia Vasquez, un registro automotor cobra hasta 43 aranceles diferentes para efectuar una transferencia de todo tipo de automotores, entre la expedición del título del vehículo, la certificación de firmas, el informe de dominio, el alta en la patente y los certificados de libre deuda de infracciones, entre otros.
Por ejemplo, la certificación de firmas tiene un costo de $1300, la expedición de la cédula de identificación del auto $1890 y el título automotor, $920.
El DNU que entró en vigencia el sábado 30 será tratado durante este mes en el Congreso para su ratificación durante las sesiones extraordinarias, junto con la Ley Ómnibus enviada por el Ejecutivo.