La iniciativa de la terminal busca mitigar la incertidumbre en el mercado ante la propuesta de suprimir el tributo y sus potenciales efectos en los precios
4 minutos de lectura'
Mercedes-Benz, a través de Prestige Auto, su representante en la Argentina, implementó una iniciativa para sus clientes en el contexto de la propuesta del Gobierno de eliminar los impuestos internos, tal como le habían adelantado a LA NACION días atrás.
La automotriz prometió una bonificación para quienes adquieran vehículos entre diciembre y fines de enero, que consiste en la devolución de dichos impuestos si su eliminación se establece para fines de ese mes. Esta medida busca mitigar la incertidumbre en el mercado ante una potencial baja de precios, mientras el proyecto de reforma laboral, que incluye la supresión de estos tributos, será tratado en el Congreso.
El Gobierno, con la firma del presidente Javier Milei, envió al parlamento el proyecto de reforma laboral que, en su artículo 192, plantea la eliminación de la Ley de Impuestos Internos. Esto abarcaría rubros como seguros, servicios de telefonía celular y satelital, objetos suntuarios, vehículos automóviles, embarcaciones de recreo o deportes y aeronaves.
Este tributo, denominado popularmente como “impuesto al lujo”, ya había experimentado una modificación a comienzos de año. En esa ocasión, se eliminó la primera escala del 20% y se redujo la restante del 35% al 18%, que en términos efectivos equivalía al 22% y es precisamente la que ahora se busca anular.

Analistas del sector anticipan que la eventual eliminación del impuesto no solo modificaría los precios de los automóviles actualmente afectados, sino que impactará en la totalidad de la oferta en Argentina.
La propuesta generó inquietud entre las marcas premium, que temen una merma en la demanda hasta la posible implementación de la reforma. “Lo mejor sería que pase cuanto antes, porque si no puede paralizar el mercado”, señalaron desde una de las automotrices de lujo.

César Litvin, abogado especialista en materia tributaria y CEO de Lisicki, Litvin & Abelovich, explicó a LA NACION que los precios de los autos gravados “pueden reducirse hasta un 18%”. Sin embargo, el efecto sería más amplio, generando un “reacomodamiento de precios general hacia abajo, porque si un auto de mejor calidad baja su precio, obliga a los que quedan cerca en esos montos a readecuarse”, sugiriendo una presión a la baja en diversas gamas.
Litvin puntualizó que los efectos no se verán de manera inmediata, describiendo dos etapas claras. En la primera, “los concesionarios que tienen stock y ya pagaron impuestos internos se van a tener que ir adecuando de manera gradual para no trabajar a pérdida”.
La segunda etapa, proyectada a mediano plazo, es donde se observará “mucho movimiento” en el mercado. Es fundamental considerar que el impuesto interno se abona en la primera comercialización, sea en la nacionalización de un vehículo importado o en la venta de fábrica a concesionaria si es de producción nacional. Si la medida se sanciona, el consumidor difícilmente aceptaría pagar un impuesto ya derogado, creando una posible disrupción temporal.

El fenómeno de la baja de precios podría no trasladarse de manera directa a todos los segmentos. Sebastián Domínguez, tributarista, señaló a este medio que “muchas veces las terminales hacen un manejo de precio para compensar la situación”. Esto podría significar que, ante la eliminación del gravamen, “podría pasar que el auto de alta gama no baje tanto y que ese margen se traslade al de gama media”.
Por lo tanto, será clave observar cómo se recomponen los precios en el mercado. Adicionalmente, de promulgarse la medida, existe un lapso estimado de tres meses entre la realización de nuevos pedidos de importación, su ingreso al país y su posterior comercialización.

Otro problema que la eliminación impositiva buscaría resolver es la distorsión que generaba el esquema. Ernesto Cavicchioli, CEO de Hyundai Argentina y presidente de la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (Cidoa), comentó a este medio: “Con los impuestos internos, los precios no tienen presión desde abajo. Esto genera que algunos modelos estén holgados, porque su competencia estaba un 20% abajo artificialmente”. La supresión de estos gravámenes restablecería un escenario de competencia más equitativo.
En este marco de expectativas, la iniciativa de Mercedes-Benz, a través de Prestige Auto, ofrece un incentivo tangible. Al bonificar los vehículos vendidos entre diciembre y enero si se elimina el impuesto antes de fin de mes, la firma busca sostener las ventas y ofrecer confianza a los compradores en un momento clave para el sector.
- 1
La experiencia de manejar un auto que acelera de 0 a 100km/h en 4,3 segundos
2Estos son los precios de todas las pickups en diciembre 2025
3Un nuevo SUV que se vende en la Argentina sacó la máxima calificación en un test de seguridad
- 4
La gente pasa 30 días por año arriba del auto debido al tráfico, según especialistas




