La NASA transmite el debut de su avión supersónico más potente y rápido del mundo que puede cambiar la historia de la aviación; por qué es un hito
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La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) se prepara para un hito que puede cambiar la historia de la aviación: el primer despegue del X-59, el avión que romperá la barrera del sonido (por eso es considerado supersónico) pero buscará hacerlo de manera silenciosa, el principal desafío que siempre enfrentaron los aviones de ese tipo para su desarrollo.
El X-59 es parte del programa QueSST (Tecnologías Espaciales y de Detección Mejoradas por la Cuántica por sus siglas en inglés) de la NASA, que empezó hace seis años y demandó una inversión de US$247,5 millones. El proyecto nació con el fin de determinar la viabilidad y aceptabilidad de la reintroducción de las aeronaves comerciales supersónicas para el transporte aéreo de pasajeros, algo que desapareció tras el retiro del Aérospatiale/BAC Concorde en 2003, debido a prohibiciones y restricciones impuestas por el ruido generado al romper la barrera del sonido.
Todo lo que hay que saber sobre el X-59
Cuando se habla de vuelos supersónicos se hace referencia a vuelos operados por aeronaves que se mueven a velocidades superiores a los 1225 kilómetros por hora (equivalente a Mach 1). Es decir, una velocidad superior a la del sonido. Cuando esto sucede se produce la llamada “onda de choque” o “cono de Mach”, una onda de presión que se forma alrededor de la aeronave a medida que atraviesa el aire y que, con ciertas condiciones atmosféricas, puede observarse como un fenómeno visual.
Con 30 metros de largo y 4,27 metros de alto, el X-59 podrá alcanzar una altitud de crucero de 16.764 metros, y volará a 1760 kilómetros por hora (equivalente a Mach 1.42). A nivel diseño, posee unas alas en forma en forma de flecha para mejorar el rendimiento aerodinámico y cuenta con un único motor F414-GE-1000 colocado en la parte superior de la cola. También va a incluir un sistema de visión externo en HD para ver en tiempo real lo que sucede.
En el video, emitido por la NASA hace dos años, puede observarse parte del ensamblaje de la aeronave a medida que iba tomando forma.
Además de querer probar que es posible superar la marca de Mach 1, otro de los puntos que quiere abordar el programa QueSST es el silencio. La pretensión, en este sentido, es reducir el estampido sónico habitual de este tipo de vuelos a algo apenas audible. Más de 175 sistemas de grabación en tierra medirán el sonido proveniente del X-59.
Además, pasadas las primeras dos fases del programa -en las que el objetivo es poner a prueba la tecnología supersónica y el rendimiento real de la aeronave en el aire-, se pasará a la tercera y última fase, cuyo comienzo está previsto para 2026 y que implicará sobrevolar varias ciudades de Estados Unidos. Durante esta instancia se llevarán a cabo encuestas a los residentes de dichas ciudades, con el fin de determinar el carácter invasivo de la presencia supersónica del avión.
Our experimental X-59 supersonic aircraft will be revealed on Friday, Jan. 12, ahead of its first @NASAAero #Quesst flights to test quiet supersonic technology.
— NASA (@NASA) January 9, 2024
The ceremonial rollout is an aeronautics tradition, representing years of hard work: https://t.co/TJBNck8FZh pic.twitter.com/JJF7aLsLt7
El gran motivo detrás de la misión
A mediano plazo, la gran meta detrás del programa QueSST de la NASA es demostrar la viabilidad de los vuelos supersónicos comerciales.
Los datos recopilados a través de las pruebas llevadas a cabo en la Fase 3 del programa se entregarán a los reguladores estadounidenses e internacionales, la Administración Federal de Aviación y la Organización de Aviación Civil Internacional, para que los consideren al cambiar -o mejor dicho, ajustar- las restricciones que desde la década del 1970 limitan las operaciones de vuelos supersónicos comerciales.
En el caso de materializarse la pretensión de la NASA sobre los marcos regulatorios que rigen la industria de la aeronáutica, sería posible conformar una flota comercial de aviones supersónicos, que permitiría a los pasajeros subirse a un avión y llegar desde destinos lejanos en la mitad del tiempo.