Remo urbano: lo practican más de 10.000 personas por año en Puerto Madero
Se dictan clases privadas para que luego los alumnos naveguen solos; el gobierno porteño ofrece tours gratuitos; gran participación de las mujeres
Más de 10.000 personas se suben por año a un bote en pleno centro de la ciudad para salir a remar por los diques de Puerto Madero. La tendencia a practicar remo urbano comenzó hace algunos años y se afianza cada primavera: con los primeros calores, turistas y porteños se lanzan al río para entrenar o para simplemente pasear y conocer Buenos Aires desde otro ángulo.
Según datos oficiales, el 60% de los lo que practican a diario son mujeres y lo hacen para desestresarse, a veces incluso en medio de la jornada de oficina. A los extranjeros, en cambio, lo que más les atrae es observar desde agua los atractivos del barrio, como las fragatas históricas, el Puente de la Mujer y los edificios emblemáticos.
Hay dos tipos de oferta, a las que se suman 1000 nuevos remeros por año: cursos privados que preparan a los interesados para que luego remen solos y recorridos organizados por el gobierno porteño para turistas y vecinos.
La empresa Puro Remo ofrece clases de esta disciplina. Una vez que aprueban el examen, los alumnos puedan salir a navegar por la zona de los diques, es decir, sin salir al Río de la Plata, zona que tienen prohibida. Son cursos de cinco clases de una hora que parten del embarcadero del Yacht Club Puerto Madero, donde la gente cuenta con lockers y duchas para bañarse después de la actividad y continuar con su actividad diaria.
"Los botes son para gente que no sabe remar, sin experiencia, puede remar el hombre con la mujer, el gordo con el flaco; son embarcaciones para todos. Lo importante es prestar al menos 10 minutos de atención, el profesor da las indicaciones básicas, la orden, todos entran la pala al agua y avanzan", explicó Jorge Molina, instructor.
Según estadísticas de la empresa, que también presta al gobierno porteño las naves para los tours oficiales, unas 200 personas por semana participan de ambas propuestas, por lo que calculan que unas 10.000 por año viven la experiencia de remar.
Vanina Paulo se enamoró de este deporte hace cinco años cuando fue a pasear con su hijo por Puerto Madero. Hoy rema a diario: "Trabajo en la zona de Plaza de Mayo. Vengo al río antes de ir a la oficina y remo una hora o 20 minutos. Es superrelajante, lo hago con placer", detalló.
Gisela Bongiorni trabaja a apenas una cuadra y media de donde salen los botes, lo que le permite conciliar con facilidad la vida profesional con esta actividad. "Incorporé el remo como un hábito de vida. Es un equilibrio, ya que tengo un trabajo muy demandante; hago un corte por mi salud. La calidad de vida tiene que ver con poder practicar un deporte al aire libre, en contacto con la naturaleza y con el agua, a diferencia de estar encerrada en un gimnasio", describió.
El remo es una disciplina completa y beneficiosa. Consta de más de 2000 movimientos repetitivos y cíclicos, sin impacto, que contribuyen a entrenar intensamente una decena de grupos musculares, mientras que al mismo tiempo se ejercitan abdominales, dorsales, bíceps, tríceps, isquiotibiales y glúteos.
"¡Va, va, va. Por favor, remen mirando la espalda del compañero. Cuando digo va, meten la cuchara en el agua. Es un trabajo coordinado, en equipo!", gritó desde la proa la instructora Micaela Famadas a los ocho jóvenes de diversas nacionalidades que, por medio de la página Web de turismo porteño (https:/turismo.buenosaires.gob.ar/es/article/ba-remo), habían reservado plazas para realizar el tour acuático. "En la primera parte quiero que se concentren en aprender a remar, así en la segunda pueden apreciar el paisaje", agregó, ante LA NACION. La travesía oficial dura una hora e incluye una parada o descanso frente al Puente de la Mujer del arquitecto español Santiago Calatrava, ícono de Puerto Madero.
Diversión
"Esto es recopado, muy divertido", dijo Fany, una parisiense que estudia en Buenos Aires. "En el Sena no hay nada así", gritó su amiga, Muna, mientras intentaban seguir el ritmo de la remada de una pareja de experimentados mexicanos que tenían adelante.
Según estadísticas del Ente de Turismo local, los turistas que eligen remar en la zona de los diques provienen mayoritariamente de México, Dinamarca, Irlanda, Perú, España, Italia y los Estados Unidos. Ni a ellos ni a los argentinos que se inscriben los amedrenta el frío o el mal tiempo: más del 80% de los anotados dice presente.
El recorrido estatal también parte del embarcadero del Yacht Club Puerto Madero, en el dique 4. No sólo los jóvenes, sino familias completas pueden participar de estas visitas gratuitas, ya que se realizan en botes de hasta 10 personas. No es necesario tener experiencia previa: al comenzar se dan indicaciones para disfrutar de la travesía y algunos secretos para que los novatos no terminen demasiado cansados.
Entusiasmo, ropa deportiva y zapatillas que se puedan mojar son los únicos requisitos para participar. BA Remo es una propuesta sustentable que se suma a los bicitours, a Running BA y al trekking urbano.