Un profesor uruguayo retirado descubrió una nueva nebulosa
MONTEVIDEO (El País).- Desde su observatorio en Villa Serrana, Gonzalo Vicino puso su firma en la bóveda celeste: descubrió una nebulosa en la constelación de la Cruz del Sur, una nube de hidrógeno que hasta ahora los atlas de la bóveda celeste ignoraban.
El astrónomo uruguayo tomó una de sus tantas fotografías el 21 de marzo de 1999. Luego de mandarla a revelar, comenzó a observarla.
Lo que para un lego era una serie de puntos de colores sobre una superficie oscura, fue en cambio de gran interés para Vicino. La foto mostraba las estrellas Alfa y Beta Crucis, que se distinguían con gran claridad, por el tamaño y el halo azul que se desprendía de ellas.
También había una serie de estrellas medianas que complementaban la foto. Los halos tenían diferente color, rojo, amarillo. Un minúsculo punto de la foto tenía un halo color carmín, una tonalidad que no corresponde a las estrellas sino al hidrógeno, elemento característico de las nebulosas.
El objeto está en la zona llamada Bolsa de Carbón, como la nombró Federico de Magallanes, en su viaje por los mares del Sur. Es una área oscura del cielo, a causa de una nube de polvo interestelar que impide ver lo que hay detrás.
Vicino consultó su atlas y se dio cuenta de que el objeto aparecía simplemente como una estrella.
Fue a la Facultad de Ciencias, donde tienen registros más completos. Tampoco allí sabían de la existencia de la nebulosa.
En ese momento, Vicino se convenció: "Esto es nuevo", pensó.
Entonces, visitó un observatorio del desierto de Atacama, en Chile, y allí confirmaron la presencia de la nebulosa mediante observación. También le anunciaron que harán un espectrograma para conocer su composición química y que luego publicarán un trabajo al respecto.
En busca de un sueño
Lo que mueve a Vicino a observar el cielo es el afán de ver por sí mismo lo que muestran los atlas gráficamente. Para lograrlo, pasa largas horas enfocando la lente de su telescopio y las cámaras fotográficas que le adosa prolijamente.
Vicino se dedicó a la docencia en Astronomía, disciplina en la cual hizo una carrera meteórica. Llegó a inspector en la materia y publicó trabajos de didáctica que han servido como modelo en el nivel internacional.
Fue invitado a congresos y charlas en los Estados Unidos, Europa y América latina. Se jubiló en 1996, prematuramente, por causa de ciertos problemas de salud de los que prefiere no acordarse.
Entonces comenzó su dedicación a la observación del cielo, su afición desde que era un niño.Para obtener una de sus imágenes, debe esperar la noche justa, preparar el equipo para apuntar hacia la zona que le interesa y después aguardar un tiempo de exposición que puede variar entre pocos minutos o alcanzar el lapso de una hora.
Muchas veces el lugar hacia donde apunta no se ve en el telescopio que utiliza. Sólo lo verá cuando revele la foto. Fue así que se llegó, por fin, a conocer lo que por ahora se da en llamar "El objeto Vicino".
Además, fundó el observatorio Eta Carinae, donde todos los fines de semana abre las puertas al público.
Una vez por año, celebra allí el Día del Astrónomo Amateur, una fiesta espacial, a la que llega gente desde varios puntos del país, en automóviles, ómnibus e, incluso, a caballo.
El observatorio está ubicado a 310 metros sobre el nivel del mar, en una zona donde las condiciones de observación son óptimas, con alturas importantes y la perfecta oscuridad del cielo. Pertenece a la Fundación Astronómica Uruguay, institución cultural sin fines de lucro, que es legataria de todos los bienes de Vicino.
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