A los 86 años, murió el escritor y teórico francés Philippe Sollers

Figura inclasificable e iconoclasta de las letras francesas, director de las prestigiosas revistas teóricas y culturales Tel Quel y L’Infini, pareja de la filósofa, psicoanalista y escritora francesa de origen búlgaro Julia Kristeva y uno de los padres del postestructuralismo, el escritor Philippe Sollers falleció este viernes a los 86 años, en París, como informaron desde Éditions Gallimard, donde publicaba su obra y dirigía una colección literaria. Había nacido como Phillipe Joyaux en Burdeos, el 28 de noviembre de 1936. Se mantuvo activo hasta los últimos días.

Sus primeros libros, el ensayo Le Défi y la novela Une curieuse solitude, entusiasmaron a escritores como Jean Cayrol, François Mauriac y Louis Aragon (”el Vaticano y el Kremlin”, ironizó el autor). En 1960 fundó Tel Quel, legendaria revista teórica que entrecruzaba el estructuralismo, la teoría lacaniana, la crítica literaria, la semiótica, el marxismo y la filosofía, y que ayudó a reivindicar la obra de escritores como Louis-Ferdinand Céline, el conde de Lautréamont y el marqués de Sade, James Joyce, Antonin Artaud, Jean Genet y Virginia Woolf, entre otros. También impulsó nuevas lecturas de clásicos como Virgilio y Dante Alighieri, y alabó la “revolución cultural” en China (lo que motivó el alejamiento de varios integrantes de la revista).

Entre los colaboradores de Tel Quel, figuraban (además de Kristeva) Roland Barthes, Nathalie Sarraute, Jena-Pierre Faye, Jacques Derrida, Michel Foucault, Bernard-Henri Lévy, Tzvetan Todorov, Francis Ponge, Umberto Eco, Gérard Genette, Pierre Boulez, Jean-Luc Godard (ambos protagonizan L’entretien, película de Jean-Paul Fargier), René Girard y Pierre Guyotat, cuya obra Edén, Edén, Edén (de 1970) puede considerarse una influencia de la etapa narrativa más experimental de Sollers.

En 1961 ganó el premio Médicis por la novela Le parc, e inició una serie de experimentos narrativos en simultáneo a un conjunto de ensayos y textos teóricos, como La escritura y la experiencia de los límites (donde postulaba que la literatura, la obra y el autor eran “fetichizaciones culturales”), hasta la novela Paradis, de 1981, donde no aparece ningún signo de puntuación. En 1983, con la novela Mujeres, retornó a lo grande a la escena pública, y comenzó a dirigir la colección y la revista L’Infini. Fue designado miembro del comité de lectura de la editorial Gallimard (en calidad de tal, rechazó la primera novela de Amélie Nothomb, Higiene del asesino). En 1992 recibió el premio Paul Morand de la Academia Francesa y en 2014 fue designado Comendador de las Artes y las Letras de su país.

“Ningún escritor puede ignorar el esnobismo que toca a la esencia impalpable del poder y del éxito -dijo en diálogo con LA NACION-. Sus ingredientes simbólicos varían en el tiempo, pero el esnobismo conserva una dimensión fascinante a la cual el escritor es sensible y cuyas formas se ve obligado a descifrar. Los aspectos ridículos de todo esnobismo, incluidos los del mismo escritor, son una inagotable mina de contenidos. Para luchar contra la uniformización, el escritor trata de singularizarse mediante ínfimos movimientos moleculares, sublimes o vulgares. Todo es útil”. Para el escritor, los tres síntomas del malestar global eran el analfabetismo, la ignorancia y la incultura (culpaba a la televisión).

Desde su nacimiento, David Joyaux, el único hijo de Sollers y Kristeva, sufre una enfermedad neurológica que causó un retraso en su desarrollo.

Hay versiones de libros de Sollers con acento argentino. El Cuenco de Plata publicó la compilación Discurso perfecto. Ensayos sobre literatura y arte (con traducción de Silvio Mattoni) y Una vida divina, protagonizada por un intelectual donjuán que encarna las ideas de Friedrich Nietzsche, con traducción de Ariel Dilon. La editorial Paradiso dio a conocer el ensayo Céline (con traducción de Hugo Savino). E Interzona publicó el libro coescrito con su mujer, Del matrimonio como una de las bellas artes, en versión de Matías Battistón. También se tradujeron al español Diario del amante de Venecia, su libro de memorias Una verdadera novela, Misterioso Mozart, Casanova el admirable y Vivant Denon. El caballero del Louvre, con prólogo de Blas Matamoro.

Del maoísmo y la vanguardia estética de su juventud, viró en su madurez al catolicismo, el culto a los grandes maestros (Montaigne, Cézanne, Mozart, Proust) y la crítica de la izquierda. “Nuestrosvalores es republicano, Nuestrosvalores es progresista, Nuestrosvalores es de izquierda, Nuestrosvalores es moral y nos explica todo de una manera moralizante, Nuestrosvalores se indigna todos los días”, dijo en 2021, al lanzar su novela Légende. Para Sollers, la sociedad actual vive en un estado de “indiscreción general”. En uno de sus últimos libros, Agent secret, toca la cuerda autobiográfica; la novela Graal se lanzó en 2022.

Sollers aparece como personaje en las novelas Las partículas elementales, de Michel Houellebecq; la sátira La séptima función del lenguaje, de Laurent Binet, y Los samuráis, de Kristeva, y se lo puede ver y escuchar (sin subtítulos en español) en documentales de YouTube, en especial, en Sollers, l’isolé absolu, de André S. Labarthe.

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