
Academia en clave irónica
TRISTES TÓPICOS DE LAS CIENCIAS SOCIALES Por Emilio de Ipola-(Ediciones de la Flor)-141 páginas-($ 21)
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Un divertimento para el entre nous , pero también un develamiento. Ligero, plagado de guiños, tierno a veces y otras despiadado, el último libro de Emilio de Ipola es, a la vez, un ejercicio de crítica y -si el estilo es el hombre- un modo de probarse otra máscara para uno de los intelectuales más rigurosos de nuestro país. Tristes tópicos de las ciencias sociales recopila artículos publicados en la revista El Ojo Mocho entre 1995 y 2004, en los que De Ipola -licenciado en filosofía por la Universidad de Buenos Aires y doctorado en ciencias sociales por la Universidad de París- se dedicó a retratar en clave paródica penurias, glorias y bajezas de la vida de filósofos, sociólogos, politólogos, antropólogos (como sugiere el eco de Lévi-Strauss en el título) y otros personajes de la vida académica.
La mayoría de los textos son relatos, de diverso alcance y tono. Hay anécdotas frenéticas, como la del demógrafo catalán Ramallets, que recurre a medidas extremas para probar una hipótesis. Hay también mini biografías, como la de la antrópologa Patrocinio Nuria Tucci, "la Patro", quien encontró en su largo estudio sobre los pehuenches mitos y leyendas para legitimar sus cambiantes alianzas políticas. Hay casos clínicos narrados desde la perspectiva del paciente, como el del publicitario que se cura de un parate creativo consultando a un gurú en París.
Otro grupo de textos está formado por remedos de géneros académicos. En ellos, el trabajo sobre el lenguaje se acentúa. Así, "Palabra a eliminar", firmado por Karl Marx (h.), pretende ser un prólogo al propio libro, al que se califica de "culpable de interrogarnos sobre el qué, el cómo, el dónde, el cuándo y el porqué de una sociología, de dos antropologías, una demografía, una institucionalidad liberal democrática alterada por el sempiterno sinthome contestatario", y dejamos acá, aunque la enumeración continúa. Y el sincréticamente titulado "Mix de ideas-fuerza para una semiótica soft del tango" se presenta como un conjunto de notas críticas a un artículo del propio De Ipola en el que se analiza la decadencia de la música ciudadana.
En este segundo rubro, es particularmente provocativa la imitación de un proyecto de investigación sobre "El Ser", que además de las previsibles secciones sobre marco teórico, hipótesis y metodología, incluye auspicios de marcas comerciales. La sátira alcanza reveladores extremos de delirio en las secciones referidas a patentes y propiedad intelectual, dos inclusiones recientes en los formularios de pedidos de subsidios con que lidian los investigadores. En ellas, "el equipo teórico-práctico de investigación-pensamiento" (es decir, el grupo de investigadores a cargo del proyecto) promete hiperbólicamente gestionar "ante el Tribual Internacional de La Haya, el FMI, el Banco Mundial, el Dow Jones, el Indice Merval, el Capitán Marvel y el Riesgo País la inmediata Propiedad Intelectual sobre todo lo que ES". Pero, conscientes de sus limitaciones, inmediatamente se corrigen, admitiendo y desafiando en estilo heideggeriano: "Bien sabemos que será imposible, por no decir difícil, que nuestra demanda obtenga alguna satisfacción. ¿Y de-ahí?"
En el Prefacio, único texto "apofánticamente serio" del volumen, Eliseo Verón celebra la "comicidad irresistible" de la recopilación de De Ipola. Vale aclarar que no se trata de un humor universal, ni inocuo. Inevitablemente, las innumerables referencias a autores, a experiencias, a lugares de encuentro dejarán afuera a muchos neófitos. Más deliberadamente, la acidez de sus observaciones incomodará a varios catecúmenos.





