
Arte: ilusión y realidad
La selección de obras de artistas latinoamericanos curada por Hans-Michael Herzog atrapa a la audiencia carioca por sus sorprendentes vericuetos perceptivos; Damasceno, Erlich, Porter y Los Carpinteros en la recorrida que incluye una visita a la boyante feria ArtRio

RÍO DE JANEIRO. - Fiel a su misión de propiciar el debate y la educación a través del arte, la Casa Daros de Río de Janeiro acaba de inaugurar una inquietante muestra que invita a replantearse las ideas de ilusión y realidad. "¿Es posible que el arte no sea más que ilusión? ¿O es más bien algo real, tal vez más que la llamada realidad? ¿Y qué es la realidad? ¿La pura ilusión? Son preguntas que nos hacemos pero que no podemos ni queremos responder; queremos que el espectador construya su propia idea, su realidad o ilusión", comentó a adn el curador de Casa Daros, Hans-Michael Herzog, quien eligió con Katrin Steffen casi medio centenar de obras que integran Ilusiones.
Compuesta por instalaciones, videos, fotografías, dibujos y objetos de los argentinos Liliana Porter y Leandro Erlich, el brasileño José Damasceno, los colombianos Fernando Pareja y Leidy Chávez, los cubanos Los Carpinteros y José Toirac, los mexicanos Teresa Serrano y Mauricio Alejo, y el uruguayo Luis Camnitzer, la muestra pretende explorar las dimensiones del fenómeno de la ilusión, desde la sensorial y la mental hasta la política, cultural, mediática y religiosa. Las ilusiones creadas desde afuera para manipular nuestra realidad, así como el autoengaño generado por nosotros para sobrellevar nuestra existencia.
Ilusiones está desplegada en el fabuloso edificio de 1866 en el que la Colección Daros Latinamerica, de Zúrich, abrió sus puertas en marzo de 2013 en el barrio carioca de Botafogo. Es el mismo espacio en el que se han presentado con éxito Cantos cuentos colombianos, Le Parc Lumière y Fabián Marcaccio-Paintant Stories.
"Me parece interesante cuestionarse el orden de lo real, hacer una pausa y poner en duda lo que damos como asumido. No es un tema nuevo. La cuestión de cómo definimos la realidad es algo que nos persigue desde la época de las cavernas. Pero sobre todo hoy, cuando existe una estructura tecnológica, mediática, que alimenta nuestras percepciones y define el canon de aquello que es realidad", dijo Leandro Erlich, con tres obras en la exposición.
Piedras (2002) es la primera que recibe a los visitantes. Sobre un cuadrado de piedritas, imita las pisadas de una persona en un círculo constante, en una suerte de referencia a la rutina que muchas veces limita nuestras vidas. Las otras dos son grandes instalaciones: Las puertas (2004), que incita a abrir esas puertas cerradas por debajo de las cuales se cuela una fuerte luz, y Cambiadores (2008), un laberíntico conjunto de probadores de ropa donde se mezclan aperturas reales y sus reflejos.
"Tengo pasión por usar la arquitectura para plantear situaciones de ficción e ilusorias", agregó Erlich, quien acaba de finalizar una retrospectiva en Kanasawa, Japón, mientras prepara una gran instalación para Seúl, Corea del Sur, en noviembre, y una obra nueva para instalar en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) en marzo próximo.
La otra argentina de la muestra, Liliana Porter, está presente con grabados -Clavo (1972), Puntada (1970) y Rasgadura (1974)- en los que unos clavos se confunden con sus sombras.
Colgada en una de las salas mayores, 16 m (2010), del dúo cubano Los Carpinteros (Marco Antonio Castillo Valdés y Dagoberto Rodríguez Sánchez), está compuesta por 200 sacos de trajes negros y sus camisas blancas, todos agujereados irregularmente en su lado derecho. Alineados, los sacos conforman un enorme túnel de tela de 16 metros. Bien distinta es la obra del también cubano José Toirac, quien reunió en el video Opus (2005) cientos de cifras tomadas de los discursos de Fidel Castro en una agotadora y hasta cómica repetición.
En una especie de cinemascopio sin título, los colombianos Fernando Pareja y Leidy Chávez reproducen la espiral de violencia en la región del Cauca a través de muñequitos de cera que, al huir asustados, caen al vacío.
La mexicana Teresa Serrano presenta un video sobre las repeticiones de la vida cotidiana y tres instalaciones que abordan los vínculos entre política y religión y la violencia contra las mujeres. Su compatriota Mauricio Alejo trabaja sobre la ilusión óptica en una serie de videos realizados entre 2002 y 2003.
Único brasileño presente en Ilusiones, José Damasceno plantea en El presagio siguiente (1997) una experiencia sobre la visibilidad de la sustancia dinámica a través de un maniquí suspendido por una enorme cantidad de hilos. En tanto, el uruguayo Luis Camnitzer presenta 31 obras que exploran las relaciones entre los signos, los significados y los significantes.

Río de Janeiro: clima de playa, sed de arte
El renacimiento cultural de Río de Janeiro se hizo evidente el fin de semana último con la cuarta edición de la feria de arte contemporáneo ArtRio, que en cuatro días fue visitada por más de 51.000 personas y realizó negocios por más de 60 millones de dólares al reunir a 110 galerías de 14 países, entre ellas las argentinas Ruth Benzacar, Rolf Art, Nora Fisch, Ignacio Liprandi, Isla Flotante y Document Art. La sed de arte de los cariocas se notó asimismo en la feria adjunta de diseño, IDA, que ocupó uno de los galpones remodelados de la zona portuaria, y en la masiva concurrencia que tuvieron los ateliers que componen el ya clásico festival Portas Abertas, en el barrio de Santa Teresa. Pese al clima de playa en la Cidade Maravilhosa, decenas de miles de personas pasaron por la exposición ArtRua, en el Centro Cultural Ação da Cidadania, dedicada a expresiones de arte urbano, así como por el impresionante edificio de la antigua fábrica Bhering, ocupada hoy por un centenar de artistas.
Ficha. Ilusiones en Casa Daros, Río de Janeiro (www.ilusiones.casadaros.net/es), hasta el 13 de febrero de 2015.