Margaret Atwood creó un superhéroe para defender las especies de la Tierra: Angel Catbird
Llegará en los próximos días a las librerías argentinas Angel Catbird, el primer cómic con guión de la escritora canadiense Margaret Atwood (Ottawa, 1939). La novela gráfica está protagonizada por un superhéroe híbrido (humano, gato y búho), cuyo propósito no es otro que el de defender a las especies que habitan la Tierra, incluida la humana, de los propósitos de un malvado tecnócrata. Se sabe que la autora de El cuento de la criada es una activista por los derechos de los animales, la defensa del medio ambiente y la promoción de una ecología sustentable. A causa de las investigaciones del zoólogo Carl Edmund Atwood, su padre, la niña Margaret vivió en diversos lugares de Canadá en contacto con la naturaleza y la literatura. De esa época data su pasión por las novelas de misterio, las mitologías y las historietas.
Así lo cuenta en el prólogo de Angel Catbird: "No solo leía ingentes cantidades de historietas en forma de revista, sino que encontraba muchos de los mismos personajes en la prensa del fin de semana, que dedicaba páginas enteras a los cómics en color". Con La pequeña Lulú y La mujer maravilla, Rip Kirby, Batman y Dick Tracy, la futura poeta y narradora se entretenía en los ratos libres. Y también dibujaba sus propias historietas. De adulta, en los años setenta colaboró como dibujante de una tira política para una revista canadiense. "No es coincidencia que la narradora de mi novela de 1972, Resurgir, sea una ilustradora", agrega la autora de Ojo de gato. Fan declarada del cómic y de los felinos, la venerable dama literaria gestó un nuevo superhéroe.
La novela gráfica fue publicada en México y en España por el sello Sexto Piso en una cuidada edición y cuenta con el apoyo de la asociación canadiense Keep Cats Safe and Save Bird Lives (Salvemos las vidas de gatos y aves). "Hay una vertiente ecológica y científica en este proyecto", anticipa Atwood en las primeras páginas. Nature Canada provee las cifras y estadísticas sobre la población gatuna y las aves (por ejemplo, se informa que el 87% de las muertes de gatos está causada por autos) que aparecen en notas al pie ilustradas con un gato negro.
Como no quiso poner a prueba su propia capacidad de dibujante, para Angel Catbird Atwood eligió al artista estadounidense Johnnie Christmas, creador de cómics de ciencia ficción como Sheltered y Fireburg. Sus dibujos aportan soltura y misterio a la ficción científica narrada en tiempo real. La ilustradora de origen georgiano Tamra Bonvillain se ocupó de colorear los dibujos de Christmas.
En la historia, Strieg Felidus, un joven ingeniero genético que vive con su gato Dino, sufre un accidente en la calle y su ADN se mezcla con el del gato y el de un búho. De pronto dotado de poderes sobrenaturales, con la identidad de Angel Catbird se enfrentará a los hombres-gato y los ejércitos de ratas del profesor Muroid, el típico antihéroe de las historietas, que quiere convertir a la humanidad en su esclava. Al héroe lo acompañan otros seres híbridos como él: Cat Leona, Pulpógata y el Conde Gátula (con ADN de gato, murciélago y humano). El precio del volumen puede resultar escalofriante para los devaluados bolsillos criollos: cuesta $ 1425.
El amor por los animales, la tradición del pulp estadounidense y el influjo distópico del imaginario de Atwood se combinan en una obra para coleccionistas, bibliófilos y amantes del género (y de los gatos). Varias narraciones de la escritora canadiense fueron transpuestas a otros formatos: series, films, dibujos animados (de Wenda and Widow Wunderground Washery, su libro para niños) e incluso performances, como las que hicieron artistas e intelectuales durante el debate por la ley de interrupción voluntaria del embarazo en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, en las que aparecían caracterizadas como "criadas" de una sociedad patriarcal. La publicación de Angel Catbird consagra la faceta comiquera de Atwood.
Un fenómeno con criaturas fenomenales
En tiempos recientes, varios escritores empezaron a escribir guiones para cómics. Tal es el caso del mexicano Mario Bellatin, que adaptó junto con Liniers un relato propio en la novela gráfica Bola negra, también publicada por Sexto Piso. (La Editorial Común, cuando pase el temblor de la crisis cambiaria, lanzará la edición local de esa obra.) Otro antecedente internacional célebre es el de Neil Gaiman, que escribió la serie Sandman para DC Comics. En su caso, prima la tradición de la historieta estadounidense, atravesada por la fantasía y el horror.
Entre los argentinos, se destacan firmas notables como las de Juan Sasturain (que trabajó con Alberto Breccia), Pablo De Santis, que publicó con Juan Sáenz Valiente El hipnotizador y Cobalto; Guillermo Martínez y Guillermo Saccomanno, socio creativo de Mandrafina y Solano López. La mayoría de estas invenciones a dos bandas de escritores argentinos abrevan en la literatura policial, los relatos de enigma y el erotismo.
Más leídas de Cultura
Adriano Pedrosa. “La escena artística argentina es diversa, plural, compleja”, dice el curador de la Bienal de Venecia
Que sí, que no. El secretario de Cultura no asistirá a la apertura de la Feria del Libro y por primera vez el gobierno deja vacante su lugar
Lectura y escritura. 20 frases destacadas para compartir en el Día del Libro