Efecto dominó: el escritor Félix de Azúa se solidariza con Fernando Savater y renuncia a “El País”

“Amistad de hombres leales solo perdura entre iguales”, dice el refrán. Luego de que el diario El País echara al filósofo Fernando Savater, que colaboraba en el periódico español desde el “número cero”, su amigo, el filósofo y escritor Félix de Azúa (Barcelona, 1944), también dejará de escribir en el diario. El autor de Ética para Amador es noticia desde la semana pasada, cuando declaró en el suplemento cultural de El Mundo que El País se había vuelto un “portavoz del peor gobierno de la democracia”, en referencia a la presidencia de Pedro Sánchez. Y en un anticipo de su nuevo libro, Carne gobernada (Ariel), criticaba a los directores del diario y caracterizaba como “sectarias y aburridas” a muchas de las columnistas de El País. La biografía intelectual de Savater llegará en marzo a las librerías argentinas.

Azúa es autor de poemarios, novelas y ensayos como El aprendizaje de la decepción, Momentos decisivos, Baudelaire y el artista de la vida moderna y La invención de Caín: ciudades y ciudadanos. Tradujo a Novalis, Denis Diderot, Samuel Beckett y Paul Valéry. En su diatriba contra El País, Savater lo había mencionado como a uno de los pocos autores rescatables de los que firmaban en ese diario hasta la semana pasada.

Según informó el diario digital The Objective (en el que también escribe Savater), Azúa le anunció a la dirección del diario del Grupo Prisa que dejaría de escribir sus columnas, en solidaridad con su amigo, despedido el pasado 22. Azúa tomó la decisión en cuanto se enteró del despido de Savater y la comunicó por vía telefónica el jueves. En pocos días, El País perdió a dos de sus colaboradores más reconocidos.

Licenciado en Filosofía y Letras y doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona, miembro de la Real Academia Española desde 2015 y autor de varios libros, Azúa, al igual que Savater, era columnista de El País desde su fundación, en 1976. Crítico de la izquierda, el progresismo, el nacionalismo catalán y las iniciativas culturales del “sanchismo”, recibió en 2014 el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald por Autobiografía de papel, continuación de Autobiografía sin vida.

Sus opiniones, como las de Savater, generaban controversias dentro y fuera del diario. Por ese motivo, sus escritos empezaron a publicarse en la sección de Cultura de El País, acaso con la intención de que el autor abandonara las temáticas políticas y sociales. Luego, pasaron de ser semanales a quincenales. La última, sobre el compositor austriaco Arnold Schönberg, fue publicada el 23 de enero, un día después del despido de Savater.

A diferencia de otros columnistas y periodistas de El País, como Natalia Junquera o Martín Caparrós, que criticaron los dichos de Savater en redes sociales, Azúa ha optado por apoyar a su amigo y dejar de publicar en el diario que dirige María José “Pepa” Bueno Márquez. “Desde hacía tiempo, era evidente que nuestro autor no estaba a gusto con el periódico, algo que íbamos sabiendo por sus columnas y por sus declaraciones públicas -sostuvo la directora del diario-. Nunca vino a casa a comentarlo. El lunes lo expresó en dos medios ajenos en términos intolerables de desprecio personal hacia El País, su credibilidad, su dirección, sus periodistas y sus colaboradores. Tuve claro que era el final del trayecto”.

A partir de ahora, los sábados -día en que los lectores de El País se encontraban con los artículos de Savater- saldrán las columnas de la escritora y periodista argentina Leila Guerriero, que acaba de publicar un nuevo libro de no ficción en la editorial Anagrama. Aún no se informó quién ocupará el lugar de Azúa.

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