El mundo oriental también es una opción con salida laboral
La Escuela de Estudios Orientales diversifica su oferta
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En la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador no creen en el “choque de civilizaciones”. Por el contrario, están convencidos de la extraordinaria riqueza del mundo oriental y aseguran que conocerlo no sólo satisface la curiosidad intelectual, sino que puede traer oportunidades laborales que hoy están en crecimiento.
“Los estudios orientales constituyen la carrera del futuro: las empresas, las organizaciones internacionales y los Estados necesitan acercarse al mundo oriental, conocer su cultura, sus códigos, su historia y su actualidad”, dijo convencida a La Nacion Luisa Rosell, docente y directora de la escuela, que hoy tiene unos 100 alumnos.
Fundada en 1967, es la única en su tipo en América latina, y lleva el nombre de su fundador, el padre Ismael Quiles. En sus aulas, ubicadas en el tercer piso de Callao 853, se dicta actualmente la licenciatura en Estudios Orientales, que este año estrenó plan de estudios reducido a cuatro años.
Además de los tradicionales contenidos –como Corrientes de pensamiento chino, Religión y Filosofía egipcias, Etnología de Asia, Religiones comparadas–, se sumarán materias referidas al mundo contemporáneo, como Sistemas Políticos y Económicos de Asia Contemporánea, Relaciones Internacionales e Historia Contemporánea de la región e India.
Según contó Rosell, el perfil de los estudiantes se está modificando. “Son cada vez más jóvenes y están apareciendo los hombres”, dijo. “Inicialmente los estudiantes se acercaban sólo por un interés académico o de investigación, pero ahora tienen motivaciones más dinámicas”.
En general se trata de graduados de distintas disciplinas, como abogados, traductores, ingenieros, especialistas en historia y arte, que quieren desarrollar su profesión en el área diplomática, viajar por el mundo, trabajar en organismos internacionales o dedicarse al comercio internacional.
A los cursos de yoga, que se dictan desde 1970, este año se sumó una oferta más cercana a la salida laboral: la Tecnicatura Universitaria en Yoga, de dos años de duración, que combina cuestiones prácticas, incluso con estudios de anatomía y fisiología, con la teoría del yoga como disciplina.
“La idea es que los docentes, todos graduados universitarios en sus áreas, acompañen al estudiante para que se gradúe en tiempo y forma y pueda acceder a una salida laboral”, dijo Rosell.




