Fiebre
Un planteo frecuentísimo sobre el cambio climático es que tal vez se trata de un fenómeno natural y que la actividad industrial humana no tiene nada que ver. Dejemos de lado los datos científicos y supongamos que sí, que es un fenómeno natural y que, periódicamente, la concentración de ciertos gases en la atmósfera aumenta y como consecuencia los océanos se acidifican, la temperatura media sube y la meteorología se vuelve más severa. ¿Cuál sería la respuesta más inteligente frente a este escenario? ¿Inyectar más gases de efecto invernadero en la atmósfera, no hacer nada en absoluto o intentar reducir nuestro aporte al supuesto fenómeno natural?
Por regla general, salvo que uno tenga un fuerte instinto autodestructivo, pasada cierta edad se toma en serio hacer ejercicio, empieza a someterse a exámenes médicos de rutina y mejora la dieta cuanto sea pasible. Si nos alimentamos con comida chatarra, somos sedentarios, abusamos del alcohol, fumamos y nos salteamos los chequeos, estamos buscándonos un problema. Y sin embargo, envejecer es algo predecible, inevitable y, por supuesto, de lo más natural. Así que si tenemos un planeta con fiebre, lo más urgente es no empeorar el cuadro. Después discutimos todo lo demás.