La primera novela del padre de Cecilia Roth, un ilustre periodista de 94 años
El domingo, por Zoom y Facebook Live, el periodista y editor Abrasha Rotenberg (Teofipol, 1926), presentó su primera novela, La amenaza, que publicó a los 93 años en España, en 2019. A comienzos de este malogrado año, el sello porteño Obloshka lanzó la novela de Rotenberg en la Argentina, país que fue “una buena madrastra” para este ucraniano, uno de los fundadores de las revistas Primera Plana y Confirmado y del diario La Opinión, pareja de la cantante y pianista Dina Rot (que falleció en octubre, a los 88 años) y padre de Cecilia Roth y Ariel Rot. Del evento virtual participaron el autor y su hija, que leyó un fragmento de la novela; el músico y escritor Fito Páez, el exfuncionario y politólogo José Nun y la artista Diana Aisenberg. Con el trasfondo de los totalitarismos europeos, el nazismo y el estalinismo, y el surgimiento del peronismo, La amenaza reconstruye a lo largo de un año (1942) la historia de un exiliado judío en la Argentina que oculta su identidad para conquistar a una joven. “Ese episodio fue una traición a mi identidad -dice el autor a LA NACION-. Cuando la asumí, ingresé a un universo cuya inmensa riqueza fui descubriendo con los estudios, las lecturas y los años en su aspecto cultural, ético, social y laico”. La presentación estuvo organizada por el centro comunitario Tzavta y el periódico Nueva Sion.
Basada en hechos traumáticos
La historia de La amenaza está basada en una experiencia personal del autor muy traumática y humillante que solo pudo superar al relatarla “levemente sazonada”, como dice. “Tardé muchos años en asumir lo que me había sucedido y muchas décadas en decidirme a confesarlo en una novela -revela-. A los noventa años comencé a escribir La amenaza y tardé tres en terminarla”. A inicios de marzo, la novela se presentó en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, a sala llena. “Pero unos días más tarde se decretó la cuarentena y cerraron todas las librerías -agrega Rotenberg-. La amenaza estuvo expuesta al público solo unos días y luego entró en estado de hibernación forzada. Nueve meses más tarde, ya abiertas las librerías supervivientes, se volvió a presentar en una convocatoria por Zoom, como lo determinan las circunstancias de esta nueva era cuya duración y consecuencias desconocemos”. Como en marzo, Cecilia Roth y Fito Páez estuvieron presentes del videoencuentro.
Rotenberg acercó la edición española de la novela a los editores de Obloshka. “La leímos, nos interesó mucho pero le hicimos unos cuantos cambios en la edición y podríamos decir que es una versión nueva -afirma Silvia Itkin, directora editorial del sello porteño de nombre ruso cuyo significado es ‘contratapa’-. Trabajamos con Abrasha en una revisión profunda del libro. Nos gustó el trabajo del lenguaje, cómo se recupera una época, una cultura. Narra un tiempo de la Argentina con ese yo omnipresente de Travin, un personaje muy atractivo, que sella su destino con su irreverencia adolescente. Ese mundo de conspiraciones políticas en un pueblo de Córdoba, la Segunda Guerra Mundial como escenario, el antisemitismo, nos parecieron elementos notables para esta novela que es, de hecho, una novela de iniciación”. Cabe recordar que en 1943, la Alianza Libertadora Nacionalista pregonaba en el país que matar a un judío era hacer patria.
“El lugar, los personajes y la trama sucedieron, aunque están maquillados y expuestos en función de la claridad y el desarrollo de la trama, y de la discreción que me impuse en relación con sus eventuales supervivientes”, revela el autor. La novela está ambientada en la localidad cordobesa de Río Ceballos, donde veranean Travin, el protagonista, un adolescente admirador de la Unión Soviética, inquieto, fabulador y conflictivo, junto con su hermana y su madre. “Estamos en plena guerra, cuando las tropas hitlerianas ya conquistaron media Europa y avanzan hasta las puertas de Moscú. Además, en el relato aparecen algunos oficiales supervivientes del Graf Spee, un acorazado de bolsillo hundido por barcos ingleses, a quienes la Argentina ha recibido con simpatía, y abundan algunos enigmáticos huéspedes alemanes, un círculo vernáculo de ideología totalitaria y un grupo de adolescentes con características similares, amigos de la hija del general y su violento hermano”. Travin, enamorado, se introduce en ese ambiente exclusivo pero oculta su identidad judía y se hace pasar por finlandés, sobrino de Frans Eemil Sillanpää, un olvidado escritor de esa nacionalidad que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1939.
Su novela se desarrolla en varios planos y abarca temas vigentes en la actualidad como el totalitarismo, la corrupción política, el antisemitismo, la violencia y el amor sin barreras de origen social. “Los acontecimientos se sitúan en 1942 pero dos capítulos acaecen en 1978, bajo la dictadura militar, en una continuidad que, históricamente e ideológicamente se perpetúa hasta nuestros días -detalla el autor-. Decía Anatole France: la historia no se repite, los que se repiten son los historiadores. No estoy de acuerdo: ambos se repiten. Estemos atentos”.
Rotenberg y su familia se exiliaron de la Argentina en 1977. “Confiscada La Opinión en abril de 1977, volvíamos anualmente a Buenos Aires como turistas a partir de 1984, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y hace unos siete años nos instalamos definitivamente en la Argentina, aunque seguimos en contacto con Madrid donde reside nuestro hijo Ariel y su familia española”, cuenta el escritor, que también publicó La Opinión amordazada. La lucha de un periódico bajo la dictadura militar (2000), Última carta de Moscú (2004), que lleva un prólogo del poeta Juan Gelman y donde Rotenberg reconstruye la historia de su familia en la Unión Soviética; Raíces y recuerdos (2004) y Chistes judíos que me contó mi padre (2007).
A los 94 años, trabaja en un nuevo libro. “Todo lo que escribo es esencialmente autobiográfico -dice-. Primero lo armo mentalmente, pero luego el proceso de comunicación entre el cerebro y los dedos de la mano es lento porque soy poco disciplinado y solo escribo cuando me vienen las ganas”. Ese libro futuro, donde Rotenberg abordará los años del exilio en España, tiene título: El abismo. “El contenido se relaciona con nuestra llegada a Madrid en condiciones privilegiadas, la catástrofe que produjo en nuestras vidas la confiscación de La Opinión, de lo que significa buscar trabajo a los cincuenta años en un país desconocido y en crisis. Soy un hombre que en pocos meses va a cumplir noventa y cinco años y, aunque me imagino lúcido, las energías ya no son las mismas. Lo he comenzado a escribir y ojalá lo termine porque tengo una deuda con España: haber disfrutado la compleja pero apasionante experiencia histórica que significó superar cuarenta años de oscurantismo y conquistar una democracia que funciona razonablemente bien, un ejercicio de inteligencia política digna de imitar en estos lares”.
Para ver la presentación de la novela, clic aquí.
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