Luis Jorge Zanotti fue recordado a diez años de su muerte
A diez años de su muerte fue recordado el profesor Luis Jorge Zanotti, educador y periodista que fue jefe de Editoriales de LA NACION entre 1983 y 1991, en un acto realizado en el auditorio de la Fundación BankBoston.
Asistieron más de cien personas, entre ellas el director de LA NACION, doctor Bartolomé Mitre, y colaboradores del diario; el presidente de la Fundación BankBoston, Manuel Sacerdote; Víctor Massuh, Horacio Reggini, Antonio Salonia, Alberto C. Taquini, Juan Rafael Llerena Amadeo, Enrique Mayochi, Ana Lucía Frega, Martha Sarceda, Alberto de las Carreras, Jorge Ramallo, Hernán Santiváñez Vieyra y Carlos Sánchez Sañudo.
Estuvieron presentes la esposa de Zanotti, María Susana Montefusco, y sus dos hijos, Pablo y Gabriel. Este último coordinó un panel en el que cuatro oradores recordaron a su padre.
El profesor Ariel Bianchi, que conoció a Zanotti cuando estudiaba en el Instituto Nacional del Profesorado, recordó los ideales educativos que lo movían en su juventud, cuando, a los 22 años, escribió "La generación del medio siglo", convocando a revitalizar la cultura y el nivel espiritual del país.
Dijo que en esas páginas juveniles aletea, como un símbolo, el espíritu de "Ariel", la obra de José Enrique Rodó, que exalta la razón y el sentimiento contra la sensualidad y la torpeza.
Destacó en la obra de Zanotti la inquietud como desasosiego del alma, pero también como inclinación al perfeccionamiento individual y social, la acción como antídoto ante la angustia de la frustración, la intimidad como refugio ante la confusión y la comprensión para superar la soledad.
Germán Gómez, ingeniero y maestro, que lo acompañó en el Instituto de Investigaciones Educativas, lo evocó como un profeta del desarrollo de la informática, que alentó a iniciar a los niños en las nuevas tecnologías.
Recordó cómo, en los años 80, los chicos hacían sus pininos en máquinas que hoy son piezas de museo, con Logo, un lenguaje de computación que para Zanotti permitía al chico interactuar con libertad, respetando sus tiempos. Y con el maestro cerca, no repitiendo, sino explicando con amor cada situación inesperada.
Rigor científico y honestidad
Héctor Ferrauti, adjunto suyo en la cátedra de Política Educacional en la UBA, estimó que hay un "método Zanotti" de reflexión y exposición del pensamiento, que implicaba rigor científico, honestidad intelectual, claridad de expresión, capacidad interpretativa de la realidad. Recordó el espíritu piadosamente zumbón de algunos escritos recogidos en el libro "La hora de encontrarse a sí mismo".
Bartolomé de Vedia, jefe de Editoriales de LA NACION, destacó cómo conjugó Zanotti su vocación de maestro y su experiencia de hombre de diario. Evocó sus columnas y sus notas en LA NACION, donde ingresó en 1955. Y donde, con el seudónimo Jorge Lacanna, arrojó luz sobre grandes temas de la condición humana. "Nunca se fue -dijo Vedia-. Sigue con nosotros iluminándonos con su ejemplo."
Al final hubo comentarios y preguntas del público. Víctor Massuh observó "la dimensión poliédrica, universalista de la personalidad de Zanotti". Tras el diálogo, Gabriel Zanotti cerró el acto con una frase que bien podría haber dicho su padre: "Hemos hecho bien los deberes".