Siamesas
“Partenaire” integra la premiada nouvelle en verso de la escritora tucumana sobre dos niñas unidas por la cabeza; una prueba de que, como cree la autora, “la literatura es una bestia, una criatura mutante”
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Hermana quiere danzar
Estirar con gracia la punta
de los pies.
Girar
sobre su eje
como una bailarina
de cajita musical.
Hermana quiere
ser contemplada
de otra forma.
Hermana dice:
Un / dos / tres
No estás siguiendo el ritmo
(de una canción que solo ella escucha).
Yo perdí como en la guerra
sin haberme jamás enrolado
en el ejército
me respondió.
(Yo no había preguntado).
Hermana está en su mundo
Hermana baila o dormita
a mi lado pero muy lejos de mí
la cabeza ladeada
hacia el otro lado.
La miro de soslayo. Y es
algo así como una flor
marchitándose.
Hermana
¿Estás bien?
le pregunto.
Hermana no responde.
Hermana es una tumba.
Hermana es una lápida blanquecina
sobre la que Edgar Lee Masters
tal vez hubiera escrito
un hermoso epitafio
que justifique
su paso
por aquí.
Un ataúd para dos
pedí a los Reyes
La magia de un carpintero
creando para nosotras
un nuevo engendro.
Buena ha de ser la madera
del árbol que Madre
ha plantado
para tal fin.
Hemos jugado a la Muerte
para ir de a poco
acostumbrándonos
a la idea
de una paz
que bien sabemos
tampoco
existe
allá.
El lancinante dolor
es un doble
dolor
Una Verdad
que solo conoce
quien la padece.
No creerán en nosotras
a menos que el pacto
de incredulidad
se suspenda
por tiempo
indeterminado.
Hermana dice: ¿Me ayudás
con esto?
Debo imaginar
un corset de cisne blanco.
La vida en el lago durante las horas diurnas.
La metamorfosis nocturna.
La maldición
que pesa
sobre
ella.
Este lago ha sido hecho
con lágrimas de mi madre
dice.
Debo imaginar también
que soy el cisne negro.
Nuestra extraordinaria belleza
debo imaginar.
Debo
en conclusión
imaginar que en su vida
cumplo una misión.
(Y la belleza es así
la suma de todas las fealdades
que con el tiempo he mirado
desde el vidrio roto
de la piedad).
Hermana dice: Necesito
espacio y tiempo
para crear
Necesito un cuarto propio.
Un cuerpo propio.
Necesito.
Necesito.
Y yo no sé
a dónde irme
para dejarla a solas
a estas horas y con este frío.
Entonces finjo que me duermo
la cabeza recostada sobre
mi hombro
Y de tanto fingir
me duermo
en serio.
Cuando desperté
ella todavía estaba allí.
Ella es la presencia
ineluctable.
Ella es mi dinosaurio
de Monterroso.
La maldición de haber nacido
en un tiempo bendecido
para otros
hizo
hace
hará
la diferencia.
Fragmento de Siamesas, texto inédito ganador del premio nacional del Concurso de Letras del Fondo Nacional de las Artes 2020, edición dedicada a la literatura de terror, fantástico y ciencia ficción
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