
Vargas Llosa y un emotivo recuerdo de Onetti
Dijo que el autor nunca lo defraudó
PARIS.- Llegó para presentar la traducción al francés de su libro El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti y para conmemorar así los 100 años del nacimiento de este escritor uruguayo. Pero la mayoría de los presentes en la sala atestada del Instituto Cervantes, y acaso también la larga fila que quedó afuera, posiblemente hubiera llegado cualquiera fuera el tema. Cuando Mario Vargas Llosa habla, aquí todos corren a escucharlo.
Durante casi una hora, el escritor peruano rindió homenaje a quien considera uno de esos autores que nunca lo defraudaron. "Es un gran escritor contemporáneo que no ha tenido el reconocimiento que merece. Sus libros eran conocidos en el Río de la Plata, pero nunca llegaron al gran público. No es una obra fácil. Su estilo laberíntico y frondoso exige cierta tenacidad por parte del lector. Pero quien salva esos obstáculos se encuentra con un mundo de extraordinaria riqueza", destacó el autor de La ciudad y los perros . Produce un efecto extraño notar que un autor tan reconocido demuestre tal admiración por otro.
Los primeros textos que Vargas Llosa leyó de Onetti fueron cuentos. Para ese entonces el escritor peruano ya vivía en Europa y le era muy difícil encontrar libros del uruguayo. Sentía mucha felicidad al leerlo. La primera vez que estuvo en Montevideo intentó visitarlo. Pero Onetti le hizo saber que "no recibía a escritores". Vargas Llosa ríe al recordar la anécdota.
Cuando al final se conocieron, en los años 60, Vargas Llosa descubrió a un hombre tímido, de pocas palabras, que en las conversaciones intentaba mostrarse como un antiintelectual. Eso daba una idea falsa de él. "Cuando hablaba con él me costaba pensar que las historias que había leído salieran de un hombrecito tan tímido, tan derrotado por el mundo", rememora Vargas Llosa.
De joven, Onetti leyó "mucho y muy bien. Fue uno de los primeros en leer a William Faulkner. Se deslumbró con él. Bueno, ¿quién no se deslumbró con Faulkner? Y se influenció de su técnica para hacer una literatura moderna", detalla el escritor peruano.
Durante la charla, Vargas Llosa estuvo acompañado por el traductor de su obra al francés, Albert Bensoussan (también traductor de Onetti), y por el escritor venezolano Gustavo Guerrero, consejero editorial de Gallimard para la lengua española.
Generoso con sus contemporáneos, como lo describió Guerrero, el autor de La tía Julia y el escribidor concluyó: "Onetti se inmolaba al escribir, se entregaba a la literatura de forma integral".
Cuando la charla terminó, el público se arrojó sobre Vargas Llosa. Guerrero intentó, en vano, alejarlo. Y el autor de Los cachorros , de 73 años, no tuvo más remedio que firmar autógrafos. Pero no parecía molesto. Quizá porque intuía haber logrado su propósito: plantar, entre aquellos que lo desconocían, la semilla de Onetti.