Ajedrez: el huracán Magnus Carlsen arrasa en Holanda

Holanda es un país ajedrecístico de larga tradición. Tuvieron en Max Euwe (1901-1981) no sólo un campeón del mundo, sino un presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, y un notable teórico con muchos libros de enseñanza de alto nivel publicados. En tiempos de Karpov y Kasparov, Jan Timman fue un adversario cabal para ambos, y hoy, ya veterano, es uno de los más destacados compositores de finales que ha dado el ajedrez.

Actualmente Anish Giri y los hermanos Van Forest se cuentan entre los mejores jugadores del mundo. Pero donde Holanda no tiene rivales es en la organización de grandes torneos de ajedrez. Todos los maestros de la elite concuerdan en que las condiciones de juego son mejores allí que en cualquier otro lugar.

Pues en el primer magistral importante de este año, el tradicional torneo de Wijk ann Zee, que ya va por su 84 edición, Magnus Carlsen obtuvo una clara y cómoda victoria. Cierto es que el torneo no era de máxima categoría: no estaba Alireza Firoudza, ni Nepo, reciente rival de Carlsen en el match por el título mundial.Tampoco Aronian ni Nakamura. Pero sí compitieron Caruana y Karjakin, antiguos desafiantes del noruego, además de los holandeses y otros jóvenes promocionales. Este nivel intermedio le permitió al campeón imponer un ritmo tranquilo y progresivo, que a medida que el torneo fue avanzando resultó suficiente para desarbolar a todos sus rivales. Demasiado fácil para Carlsen.

La otra noticia la dio uno de los jugadores, el ruso Danil Dubov, al cual en una de las rondas se le exigió que jugara con barbijo por haber sido contacto estrecho de coronavirus, pero él se negó a hacerlo por lo que perdió esa partida por incomparecencia. Alegó que no era reglamentario que le exigieran el uso del barbijo. A los pocos días él mismo dio positivo y tuvo que ser separado del torneo. Así quedó claro que las prevenciones de los organizadores tuvieron fundamento.

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