Sandro Mareco, el Rey del ajedrez que apuesta al trabajo

Acaso, el nuevo rey del ajedrez argentino no sea un genio. El gran maestro Sandro Mareco no resuelve los acertijos frente al tablero de manera mágica; sus movimientos cargan con el rigor de los que anteponen el pensamiento a la acción. Sus mayores cualidades son el estudio y la dedicación. Hace algunas horas se adjudicó el primer campeonato argentino Blitz (una especialidad con ritmo de juego electrizante, 3 minutos para cada jugador para toda la partida). Y, para completar su mejor año frente al tablero, en octubre obtuvo por primera vez -invicto y con 10 puntos sobre 13 posibles-, la final del 90° Campeonato Argentino Superior; la principal prueba del calendario de la Federación Argentina de Ajedrez (FADA) que se disputó en el Cenard y el Círculo de Villa Martelli, con la presencia de los mejores catorce maestros del país.

"No soy un prodigio; mi talento es la predisposición al trabajo. Sé que muchas veces es frustrante cuando las cosas no se dan o no se concretan, pero es ahí cuando lo importante pasa por no abandonar y seguir intentándolo, porque con el tiempo las cosas siempre suceden", dijo el N°1 de la Argentina que con su actuación en el Argentino Superior obtuvo una plaza para integrar el equipo nacional en la Olimpíada de Ajedrez en Bakú, en septiembre de 2016.

Con la conquista del campeonato argentino, Mareco cerró su mejor año junto al ajedrez; en el último semestre obtuvo los principales torneos de Sudamérica. Nunca antes un argentino logró esa marca. "Ganar el torneo Zonal (en Paraguay), el Continental (en Uruguay) y ahora los dos campeonatos Argentinos fueron las mejores cosas que me pasaron en el ajedrez; ni siquiera las había soñado. Soy de los que prefieren esforzarse para que les salgan las cosas. La mayor alegría es saber que di todo más allá del resultado".

¿Sobre qué puntos trabajas en la preparación para superarte?

-Cuando uno tiene la meta de crecer hay que tener en cuenta muchos factores, estudiar es algo importante, pero también trabajar en la confianza, la resistencia, la parte psicológica, la situación personal y familiar. En la alta competencia un pequeño factor que falle puede hacer la diferencia. Esta es una actividad individual.

En su última visita a LA NACION, en 2010, el ex campeón mundial, Garry Kasparov explicó, según su particular visión, la diferencia entre genio y talento: "Los estudios de varios investigadores son coincidentes en señalar que el ajedrez, la música y las matemáticas son las actividades que más niños prodigios desarrollan; como ejemplos citaría a Capablanca (aprendió a jugarlo a los 4 años), Mozart (componía sinfonías a los 5) y Pascal (resolvía teoremas a los 12). Sin embargo -continuó la megaestrella del ajedrez-, lo que marca la diferencia es la preparación. Yo admiraba a Michael Jordan porque él era el primero en llegar al entrenamiento y el último en retirarse. Sin su ética al trabajo sólo hubiera sido un atleta dotado más, pero nunca hubiera pasado a la historia".

Tal vez por ello, el joven Mareco, de 28 años, que pulió sus rudimentos en el juego, a los 14, en el Club Retiro de Hurlingham, y a los 16, conoció al maestro Ricardi ("en cuatro clases, él me enseñó cómo debía estudiar"), le preocupa tanto la preparación. "En 2016 no les daré tantas clases a mis alumnos; me ocuparé sólo de cursos intensivos de dos o tres jornadas porque quiero ocuparme más de mí. Actualmente estudio entre 50 y 60 horas semanales y la idea es seguir con ese ritmo pero sólo enfocado en mis torneos y no en la preparación de las clases.

"Es un orgullo muy grande para una mamá tener un hijo autodidacta; soy muy feliz con Sandro", contó la madre, Angélica, maestra de Frontera. Y agregó: "sé muy bien de los esfuerzos que hace y me da bronca que los medios no mencionan sus logros. Cuando me dijeron que tenía condiciones para el ajedrez lo acompañe a una librería y le compramos los cuatro tomos de Grau. Más tarde lo federaron y después él sólo se abrió el camino. Ahora estudia algunas horas menos porque está muy metido en la enseñanza; se ve que le gusta, lo habrá heredado de sus padres" dijo la orgullosa mamá.

-Con tanto ajedrez será difícil tener una pareja. ¿Debería ser otra ajedrecista?

-No lo sé; creo que lo más importante es lo que uno siente o transmite a la otra persona, sea o no ajedrecista. En lo personal estoy dedicado a fondo con el ajedrez, incluyendo largos viajes participando en diversos torneos; así es muy difícil formar una familia o dedicarse a ella.

-La Olimpíada de ajedrez les permite a los maestros jugar con los mejores de cada país. ¿Si te hubieran dado a elegir entre ser campeón o jugar en Bakú que preferías?

Sin dudas quedarme con el título de campeón argentino; se trató de mi primer campeonato. Desde 2009 que se me negaba la oportunidad. Me preparé especialmente para que fuera en esta ocasión.

Sandro Mareco, un rey fruto del esfuerzo y el trabajo. Le sobra talento.

EL ARGENTINO MÁS RÁPIDO

Por primera vez en el historial del ajedrez vernáculo se disputó un campeonato argentino bajo la modalidad Blitz (con ritmo de juego de 3 minutos más 2 segundos adicionales desde la 1ª jugada, para cada adversario). La competencia organizada por la FADA y Ajedrez Plus, convocó a 60 jugadores que participaron de la serie semifinal (por sistema suizo a 13 ruedas). Los mejores 14 clasificados accedieron a la Gran Final, por round robin (todos contra todos) que se llevó a cabo en el Círculo de Villa Martelli. El gran maestro Sandro Mareco, de 28 años, se adjudicó la prueba, tras superar en el desempate (2 a 0) a su par Federico Pérez Ponsa. Ambos jugadores habían compartido la vanguardia con 12 puntos en 13 ruedas. En el desempate Mareco se impuso en los dos juegos, con blancas y negras, respectivamente.

De esta manera, Mareco se clasificó para jugar el Mundial de la especialidad, y representará a la Argentina en la prueba que se disputará entre el 1 y 10 de junio de 2016, en sede a designar.