Automovilismo: el pedido de Juan María Traverso al presidente Alberto Fernández por "55 mil familias"

Deporte tradicional y popular, con fuerte arraigo en las provincias, aunque tiene su catedral en Buenos Aires. El automovilismo deportivo es una industria, un espacio de trabajo para 55 mil familias, un sello argentino que a pura velocidad moviliza pasiones, pero que actualmente está detenido, sin marcha, agobiado por una crisis que no ofrece señales para planificar una reactivación.

La pandemia mundial de Covid-19 hizo estragos: equipos con persianas bajas o que debieron reinventarse como taller mecánico, mientras esperan con angustia un guiño para el regreso. Desde el 15 de marzo, ninguna de las categorías nacionales sale a pistas: el Turismo Nacional, en La Pedrera, y el Top Race, en Concordia, fueron las últimas en girar; una semana antes, el Turismo Carretera completó su segunda página del calendario en Neuquén, mientras que el Súper TC2000 no logró poner en marcha el campeonato, que tenía como fecha de largada el 22 de marzo en el autódromo El Zonda, de San Juan.

La crisis aprieta a las categorías, los pilotos, las estructuras, los preparadores… Pero también castiga a los que rodean ese gigantesco circo que deambula por el país: desde los organizadores locales al cuerpo de banderilleros, pasando por proveedores y los diferentes rubros, con hotelería y gastronomía al frente, que se movilizan en cada ciudad que recibe una carrera. Juan María Traverso, presidente de la Asociación Argentina de Volantes (AAV), entidad que aglutina casi 20 mil pilotos en el país, ensayó un reclamo en las redes sociales al presidente Alberto Fernández. "Argentina es un país donde el automovilismo es un deporte federal que genera además de pasión, mucho trabajo: 400 categorías, 20.000 pilotos, 55.000 familias están aguardando e instruyéndose para comenzar a trabajar responsablemente", comienza el pedido del ramallense, que en la demanda establece que se elevaron los protocolos al Ministerio de Salud para recibir la luz verde.

"El automovilismo es un deporte individual, en nuestros protocolos hemos limitado estrictamente el número de personas que trabajan para garantizar el distanciamiento social al momento de cada carrera. Desde la AAV hemos delineado protocolos para aplicarlos en todas las categorías y circuitos del país para comenzar las pruebas y competencias con todas las medidas sanitarias recomendadas por el Ministerio de Salud. Acompañamos el proceso en el país ante la pandemia. Como dirigente de AAV, quiero transmitirle nuestra inquietud para que el automovilismo retome la actividad lo antes posible", relata Traverso, de 69 años, seis veces campeón de TC, que cosechó siete coronas en el TC2000 y tres en Top Race.

Además de las categorías nacionales, a las que hay que sumarle el Rally y el karting, la actividad zonal le da forma a un submundo del automovilismo que genera un movimiento económico en menor escala que en las categorías nacionales, pero que es el sustento de miles de familias. En el interior, a fines de mayo, las primeras aperturas regionales se ofrecieron en Comodoro Rivadavia, donde los pilotos de la Asociación de Karting de la Patagonia Sur realizaron pruebas comunitarias, bajo estrictos protocolos, con la intención de lanzar el certamen para las categorías Promocional, Sudam Senior, Pro Kart y Sudam Master; la Federación Misionera de Automovilismo Deportivo habilitó los autódromos de Oberá y Posadas para las prácticas, como también los diferentes kartódromos; en Córdoba, en el Automoto Club Ricardo Risatti, de Laboulaye, los pilotos locales fueron habilitados para entrenamientos en karting en tierra, motociclismo en óvalo y motocross.

La pandemia mundial de coronavirus frenó al automovilismo argentino y le sumó implicancias negativas a su economía. Los actores, con un consagrado como Traverso al frente, demandan respuestas para que la rueda vuelva a girar.