

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
PARANA (De un enviado especial).- Cuando las demás categorías nacionales visitaron el autódromo de la capital entrerriana causaba gracia que cada despiste terminara con un auto de competición en el medio de la soja. La actividad rural está tan metida en el automovilismo deportivo que hasta la siembra invade los distintos circuitos nacionales.
El Turismo Carretera llegó a Paraná en el punto más conflictivo de un enfrentamiento que sostiene el sector del campo con el gobierno nacional por las retenciones. Con los manifestantes en asamblea permanente a la salida del túnel subfluvial, camino a Santa Fe, el TC vivió un fin de semana distinto.
La categoría está compuesta, en gran parte, por pilotos vinculados con el sector rural. Productores, chacareros o bien representantes de empresas que trabajan directamente con el sector agrario o ganadero buscan los recursos directamente en el campo. Históricamente fue así. Desde los inicios de la categoría, la más añeja del mundo, con sus recorridas por un país que aún carecía de una red vial federal y que a su paso formaba luego los caminos y las rutas, los coches del TC penetraban los campos.
Y esa comunión se mantuvo en la historia con las carreras en los semipermanentes, donde los silos eran parte de la escenografía de los parques cerrados.
Mientras los pilotos pegaban carteles como "El campo es argentino", representantes de los asambleístas de Paraná repartieron por los boxes numerosos calcos con la inscripción "Apoyamos al campo".
Así fue todo hasta que el ritmo habitual del autódromo se transformó con la llegada, anteayer, de Alfredo De Angeli, titular de la Federación Agraria entrerriana. "Soy un apasionado del TC. Me gustan todos los pilotos, pero me quedo con lo zorro que es el Gurí Martínez y con la transgresión de Marquitos (Di Palma)", indicó uno de los referentes de los ruralistas, que eclipsó a los ídolos del automovilismo. La gente se olvidó de los pilotos y siguió al carismático líder del campo.
De Angeli se reunió con el presidente de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC), Oscar Aventin, y le pidió una presencia simbólica. La idea de De Angeli era realizar una vuelta por el circuito con los más de veinte tractores que llegaron al autódromo. Pero entendió que podía ser riesgoso para la carrera. "Una gota de aceite puede provocar un accidente", explicaron.
El responsable de la visita sabatina de De Angeli al Turismo Carretera fue Eduardo Ramos, ex campeón de Turismo Carretera, quien en la carrera de Buenos Aires, antes de producirse el gran conflicto actual, se anticipó a los hechos que hoy son de público conocimiento y argumentó: "La gente del campo lucha por una causa justa. Todos los pueblos deberían salir a pedir lo que corresponde".
Por supuesto que el piloto de Mechongüé mantiene su postura, a tal punto que viajó a Gualeguaychú para invitar al líder rural. "Yo viajé a esa ciudad el jueves por la tarde para invitar a De Angeli a que venga a ver la carrera del TC. Creo que es una buena oportunidad para que se escuche la postura y para que se pueda originar un diálogo. El tema no debe politizarse ni debe usarse para tapar otras cosas que pasan en el país", afirmó Ramos, que en su ciudad se desempeña como contratista rural.
Ayer, no sólo los pilotos del Turismo Carretera exhibieron carteles alusivos al tema. También los del TC Pista y los del Desafío Ford Focus.
Lejos de Paraná, en la ciudad bonaerense de 25 de Mayo, la fecha programada por el TC Roqueperense, una de las categorías zonales más importantes del país, se canceló por los problemas económicos que ya sufre la zona debido al conflicto.




