Fórmula 1: Ferrari y la compleja trama para suceder a Binotto, que ya escucha otras ofertas

La dimisión de Mattia Binotto se convierte en un problema más que una solución a corto plazo para Ferrari. El jefe de equipo anunció que el 31 de diciembre dejará el cargo, y la Scuderia, que desde hace media temporada no respaldaba al ingeniero suizo, descubre que no tiene un candidato firme y con espalda para el reemplazo de quien desarrollaba una doble función: team principal y director técnico. Christian Horner, de Red Bull Racing, y Andreas Seidl (McLaren) desecharon negociar; Ross Brawn anunció que al dejar la dirección general en la Fórmula 1 se retirará de la actividad… El nombre de Fréderic Vasseur (Sauber) es el que se sostiene vigente, mientras John Elkann, presidente de Ferrari, detecta que sustituir a Binotto es más complejo que suplantar a un entrenador o a la junta directiva de Juventus, que renunció dos días atrás.

El rumor que Ferrari desmintió antes del Gran Premio de Abu Dhabi, donde Charles Leclerc logró el subcampeonato en el Mundial de Pilotos y el equipo finalizó como primer escolta de Red Bull Racing entre los Constructores, se confirmó nueve días después de la última cita del calendario 2022. “Con el pesar que esto conlleva, he decidido concluir mi colaboración con Ferrari. Dejo una empresa que amo, de la que formo parte desde hace 28 años, con la serenidad que da la convicción de que me esforcé al máximo para alcanzar los objetivos trazados. Dejo un equipo unido y en crecimiento. Un equipo fuerte, dispuesto, estoy seguro, a alcanzar las más altas metas, a los que deseo todo lo mejor para el futuro. Pienso que es correcto dar este paso, por más que haya sido difícil para mí. Agradezco a todas las personas de la Gestione Sportiva que compartieron conmigo este camino, hecho de dificultades, pero también de grandes satisfacciones”, señaló Binotto, que cumplió un ciclo de cuatro temporadas en las que Ferrari obtuvo dos subcampeonatos (2019 y 2022), un tercer lugar (2021) y un sexto puesto (2020) –el segundo peor resultado de la historia en la F.1, junto con los de 1962, 1969 y 1973-, entre los Constructores.

“Perder un gran piloto es grave, pero más grave es perder a un ingeniero”, es una frase que repetía Flavio Briatore en el paddock. La Scuderia anunció que inició el proceso de búsqueda para seleccionar al nuevo jefe de equipo y que será anunciado en 2023. Durante los cuatro años, Binotto lidió con diversas problemáticas: en la primera temporada, el motor fue apuntado por una investigación de la FIA; las partes llegaron a un acuerdo privado y no se enseñaron detalles del pacto. Con la renuncia de Louis Camilleri al cargo de consejero delegado –junto con Sergio Marchionne, que murió en 2018, los dos respaldos sobre los que se apoyaba Binotto-, la figura del suizo se debilitó al extremo que el año pasado su cabeza tenía precio dentro de la estructura.

El prometedor inicio de calendario 2022, donde la F1-75 se enseñó competitiva y ganadora, se desdibujó con los fallos de estrategia, los errores de pilotos, las equivocaciones de los mecánicos en los pitstop. Las críticas de Leclerc –en particular en el GP de Gran Bretaña, donde la planificación llevó al triunfo a Carlos Sainz Jr.- erosionaron al ingeniero, que multiplicaba enemigos íntimos. Si hasta el director ejecutivo Benedetto Vigna se entrometió en el armado de las estrategias.

Ferrari entabló contacto con Horner, pero el hombre que está asociado a Red Bull Racing desde 2005, cuando la escudería de Milton Keynes hizo pie en la F.1, rechazó las conversaciones. Tampoco el alemán Seidl encontró motivos para alejarse de Woking y vestirse de rojo, aunque económicamente era una propuesta superadora. Fritz-Dieter Rencken, de Racing News 365, asegura que la agitación que rodea a la Scuderia y las internas desaniman a los posibles candidatos a asumir un desafío que, desde el inicio, aparece contaminado. “Ofrecían condiciones que garantizaban una jubilación bastante cómoda, pero dada la inestabilidad y el cáliz envenenado que es el cargo de jefe de la Scuderia Ferrari, no hubo interesados”, publicó el periodista.

Ross Brawn, uno de los artífices de los años dorados de Ferrari, entre 1999 y 2004, fue elevado a una posición que el británico no está dispuesto a desempeñar. Con 68 años, el ingeniero desea alejarse de los circuitos y por esa razón no estará para cuando la F.1 desande el próximo gran cambio de reglamento, en 2026. “Llegará un auto nuevo, pero faltan cuatro años y eso queda bastante lejos para mí, por lo que es mejor que el próximo grupo de personas asuma ese reto. Tuve la suerte de trabajar en grandes equipos, con grandes pilotos y personas. Ahora veré la F.1 desde mi sofá, animando y maldiciendo como cualquier aficionado”, señaló quien lleva 46 temporadas relacionado con el Gran Circo.

Con tamaño descarte, las vías conducen a Vasseur, un francés que trabajó en el departamento de motores de Fórmula 3 de Renault hasta que decidió formar su propia estructura: ASM F3. La asociación con Nicolás Todt –manager de pilotos e hijo de Jean, ex presidente de la FIA y jefe de Ferrari en los años gloriosos con Michael Schumacher- derivó en el equipo ART, multicampeón hasta la irrupción de Prema.

La F.1 no seducía al galo, de perfil bajo y siempre renuente a ser eje de atención, todo lo contrario de lo que demanda el Gran Circo. Como si se tratara del cierre de un círculo, fue Renault el equipo que lo convenció para que se desempeñara como jefe de equipo, una experiencia que se extendió por apenas un año. El ingreso a Sauber se produjo a mitad de 2017 para reemplazar a Monisha Kaltenborn, la primera jefa de equipo femenina de la F.1 y dueña del 33% del paquete accionario del equipo suizo, que fue desplazada por desmanejos económicos y firmas de contratos que costaron costosas indemnizaciones.

Vasseur tiene la confianza de Leclerc, pero tomar el reto debe analizar situaciones intrincadas. El auto de 2023 está en marcha y solo Binotto sabe qué dirección emprenderá el nuevo modelo de Ferrari. Por esa razón el ingeniero saliente continuará hasta el último día del año en la Scuderia, con la meta de cumplimentar el proyecto. Pero, a la vez, quien seguramente firmó una cláusula de no emplearse con otro equipo al menos durante los próximos seis meses, ya recibió sondeos de al menos cuatro escuderías. Mercedes fue un refugio de ingenieros que descartó la Scuderia –Brawn, James Allison, Aldo Costa…- y Toto Wolff podría utilizarlos en Brackley o Brixworth –el departamento de motores-; además, la partida de Binotto podría arrastrar la salida de otros ingenieros. El desembarco de Audi en Sauber es otra arista que podría seducir al renunciante: los alemanes presentan excelentes técnicos, pero ninguno con la experiencia de Binotto en la F.1. Más relegadas asoman las opciones de Aston Martin y de Alpine.

Ferrari y Binotto rompieron relaciones y mientras la Scuderia explora quién será su sucesor en el garaje, el ingeniero ya descubre potenciales proyectos para mantenerse en la Fórmula 1.

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