Todo puede pasar en la ruta a los playoffs

En menos de una semana comenzará la etapa decisiva de la Liga Nacional, la de los siempre atrayentes playoffs, donde los equipos ubicados del 5º al 12º puesto lucharán en la serie Reclasificatoria para acceder a los cuartos de final y enfrentarse con los cuatro mejores de la temporada.

Sin embargo, pese a la inminencia del desenlace, y cuando sólo quedan dos fechas para concluir la etapa regular (se juegan hoy y pasado mañana), ningún equipo se aseguró un puesto definitivo. Ni siquiera Obras Sanitarias, el campeón sudamericano y líder de la competencia, que hace semanas sufre por conseguir el puntito que le otorgue la chapa de número 1, y se queda en el intento. Tanto esfuerzo y concentración en las ligas continentales lo aflojaron y lo llevaron a sufrir derrotas por goleada; siete de ellas, en los últimos once juegos. Si los porteños pierden los dos encuentros que le restan y Peñarol gana los suyos, el conjunto marplatense se quedará con la primera posición. Es decir, que se trata de una definición agustiante de la que no están exentos los demás participantes que buscan el mejor lugar para los playoffs. Entre ellos Lanús, el equipo del momento, que viene de ganar los últimos ocho cotejos y está casi festejando su ingreso entre los cuatro que irán directo a los cuartos de final.

Sin dudas, esta definición de la Liga Nacional es bastante atípica; pocas veces las últimas jornadas resultaron tan cruciales y plantearon tanta incertidumbre y cálculos matemáticos en las últimas jornadas. Podría decirse que todo puede pasar.

La irregularidad propia de varios equipos (Regatas Corrientes y Atenas, por ejemplo), la fatigante participación en los torneos internacionales (Obras, Atenas, Regatas, La Unión) y la asombrosa cantidad de lesionados que hubo en la última parte, alteraron los rendimientos normales y plantean mayor incertidumbre sobre los playoffs.

Y vale hacer un repaso a la lista de lesionados para comprender por qué tanta inestabilidad. Obras perdió por varios partidos a su base titular Martín Osimani; Libertad, aún padece la ausencia de Marcos Saglietti; Lanús se quedó definitivamente sin su conductor, Juan Cantero; Sionista suma muchos juegos sin Juan Manuel Locatelli, Matías Sandes y Luis Cequeira; La Unión espera el regreso de Rubén Wolkowyski; Regatas, el de Paolo Quinteros; Gimnasia de Comodoro, el de Fernando Funes; Quimsa sueña con la vuelta de su goleador Diego Lo Grippo, y Weber Bahía Estudiantes quiere volver a contar con Juan Espil y Ariel Zago, mientras que Atenas prepara el regreso de Miguel Gerlero. ¿Muchos, no? ¡Demasiados! Suficientes como para mirar a los playoffs y repetir: cualquier cosa puede ocurrir. ¿Quién puede adivinar el rendimiento de cada equipo?

Por eso, por estas horas, todos hablan de que hay que mejorar, excepto Lanús, que brilla por su buen pasar, y quizá Peñarol, que mantiene una línea de juego y hace tiempo que intuye que puede jugar la final con Obras.

"Nos tenemos que pasar más la pelota. Si estamos estáticos en ataque no superamos los 65 puntos, y este es un equipo para anotar más de 80, pero tenemos que asistirnos", afirmó Robert Battle, el norteamericano de Libertad, equipo que siempre apareció como el tercero en discordia entre los dos candidatos. Sin embargo, tres derrotas en los últimos cuatro juegos le quitaron cartel. Más o menos como le ocurrió a Regatas Corrientes, que se armó para estar en la cúspide y ahora no encuentra su mejor nivel. "Cada uno tiene que hacer su autocrítica y mejorar la actitud porque ya tocamos fondo. Buscamos otra cosa en esta Liga, más protagonismo", dijo el paraguayo Javier Martínez, base de los correntinos.

Cálculos, elucubraciones varias, tensión en la definición y una enorme incertidumbre para los playoffs. Así se presenta el cierre de la etapa regular de la Liga Nacional. Para los que miran de afuera, mejor imposible. Pero, desde adentro, todo puede suceder.