Una oportunidad para el cambio

Es evidente que la llegada de Rubén Magnano le otorga a Brasil un nuevo estatus en la escena mundial del básquetbol. Si por un lado la llegada del español Moncho Monsalve (lo coronó campeón en el Premundial 2009) fue importante para que el equipo nacional actuara de forma disciplinada tácticamente, ahora lo que se espera es otro paso adelante, un nuevo desarrollo en todos los aspectos (y no sólo en los de la cancha).

Se trata de un entrenador campeón olímpico, y sabemos lo que ese tipo de gente es capaz de hacer. Aquí José Roberto Guimarães y Bernardinho rompieron los dogmas culturales y consiguieron resultados significativos con el voleibol.

Creo que la contratación de Magnano debe ser vista como el punto de partida de una revisión general del deporte. Ojalá que su llegada traiga muchos cambios en la gestión corporativa, en los aspectos técnicos, en el modelo de negocio que practica la Confederación (CBB) y en la forma como el básquetbol se administra actualmente. Deseo que Rubén sea el símbolo de una época de cambios tan necesaria como urgente para el básquetbol brasileño.

Por (*) Periodista brasileño, autor del blog <a HREF="http://balanacesta.blogspot.com/" TERCERA="" data-nodeType="link">http://balanacesta.blogspot.com/</a>

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