Gary Russell, el campeón que pelea cuando quiere y satura a todos en el boxeo
El estadounidense Gary Russell Jr. es el campeón de boxeo más antiguo en posesión de una corona mundial. Ostenta el cetro desde 2015 y se ha convertido en un verdadero obstáculo para el negocio de la organización constante de grandes combates. Él pelea cuando quiere y sólo en defensas obligatorias. Es decir, una vez por año. Produce poco movimiento de dinero, estanca la categoría pluma (57,125 kilos) y por momentos satura a todos: dirigentes, promotores y aficionados. Pero hoy es el día. Esta noche le toca combatir.
Su match contra el filipino Mark Magsayo, retador oficial representado por Manny Pacquiao e invicto en 23 peleas, todas ganadas y con 16 KO, constituye el hecho más importante de esta jornada. El cotejo de doce rounds se llevará a cabo en el Casino Borgata, de Atlantic City, con televisación de ESPN a partir de medianoche.
Russell vs. Magsayo será parte del salvataje turístico a esta ciudad que forcejea con su propia quiebra, evocando que en la década de los ochentas, con el aporte de la sociedad Don King-Donald Trump, alcanzó bríos incomparables, merced a cotejos de Mike Tyson y Julio Cesar Chávez.
¿Quien es Russell? Para muchos, uno de los mejores cinco boxeadores de la actualidad. Es uno de seis hermanos varones, con una particularidad familiar en común: todos se llaman “Gary”. El protagonista de esta nota es Gary Allen Rusell. Hay tres hermanos boxeadores más: Gary Antonio, Gary Antuamne y Gary Allen II. Tuvimos la oportunidad de entrevistarnos con él y nos dijo, con un vocabulario medido, correcto y educado: “El chiste que todos hacen cuando nos juntamos para una festividad es que alguien llame a un Gary para ver quien mueve su cabeza primero...”. Pero mas allá de esta peculiar coincidencia hay un sentido lógico. Su padre, Gary Russell Sr., es el mentor y el ejecutante de este legado. El pugilismo fue heredado a sus hijos basado en la enseñanza de la vieja escuela negra del boxeo estadounidense: técnica, defensa y piernas.
Gary, de 33 años, actual campeón mundial pluma del CMB y representante olímpico en Pekín 2008, dueño de un registro de 33 victorias (18 KO) y sólo una derrota –ajustada, ante Vasily Lomachenko en 2014–, afronta una situación dramática que gravitará en el ring mucho más que sus 23 meses de inactividad: la enfermedad y la ausencia de su padre en el rincón en su sexta defensa mundialista. Y esto lo ha derruido.
Russell Sr., de 62 años, sufrió la amputación de un pie en las últimas semanas –descontrol diabético– y no pudo participar en el entrenamiento de su “hijo pródigo” en esta ocasión. Al respecto, Gary señaló: “Mi papá siempre nos inculcó que este deporte nos ayudaría a consolidar nuestra autoestima. A cultivar la disciplina y ser hombres de bien. Ésa ha sido su mejor herencia”.
Zurdo, técnico de buena línea, tiene una positiva imagen sobre el cuadrilátero. Le importa poco el KO y exhibe un arte que sobrepasa la mediocridad evaluativa de los jurados para apreciarlo. Pese a ello ganó por la vía rápida tres de sus cinco retenciones, contra el irlandés Pat Hyland, el colombiano Oscar Escandón y el español Kiko Martínez.
Trabaja de campeón pero ejerce su profesión amando el deporte. En 2016 estuvo en la Argentina acompañando a Gary Antonio, hermano menor, en su clasificación para los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. Se aferró al mate y al barrio de Belgrano.
Es un exquisito del cuadrilátero. Este sábado volverá a escena apoyado en su talento y su esgrima admirable. Sin embargo, su alma está herida por la situación del viejo Gary Sr. y esto resultará más dañino que los mismísimos puños del desafiante filipino.
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