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POTRERO DE LOS FUNES (Para LA NACION).- Pese a que entre sus 7,5 millones de habitantes apenas veinte consiguieron el título de gran maestro (una especie de cinturón negro entre los judocas), Bulgaria ocupa un lugar de privilegio en el concierto de las naciones vinculadas al juego ciencia; en la última olimpíada de ajedrez -una suerte de Mundial por equipos-, disputada en octubre de 2004, en la ciudad de Calviá, un municipio en la isla de Mallorca, lugar paradisíaco, destinado para bolsillos poderosos y el descanso caro, entre los 129 conjuntos masculinos de diferentes países, el equipo de la península balcánica finalizó junto con el exclusivo pelotón de los 9 mejores equipos del planeta ajedrez.
En esa ocasión, los búlgaros concedieron un handicap muy alto: el talentoso Veselin Topalov no tomó parte de la competencia. En la prueba para damas, las chicas finalizaron 14as entre los 87 planteles femeninos; la capitanía y defensa del primer tablero del equipo de Bulgaria estuvo a cargo de la campeona mundial de mujeres, Atoaneta Stefanova, que aún ostenta ese título.
La maestra búlgara, de 26 años, que luce un buen lejos, rubia de raíces negras y piernas flacas, usa perfume francés y la ropa ajustada, se pasea cada tarde por el hall del hotel Potrero de los Funes, sonriente y entradora para la charla y las burbujas con sugestivos contoneos. Su imagen paraliza.
A veces se la nota impaciente. Es que ella, como el grupo de entrenadores del búlgaro Topalov, espera ansiosamente la consagración de su compatriota. Los búlgaros sueñan con una jugada histórica.
Hace sólo algunas horas, otro maestro de la llanura danubiana, Ljuben Spassov, de 62 años, acaba de adjudicarse el XV Campeonato Mundial de ajedrez Senior, una prueba realizada en la ciudad Lignano Sabbiadoro, en Italia.
Por eso, si hoy o mañana, el búlgaro Veselin Topalov, cómodo líder del Mundial de ajedrez que se disputa en esta ciudad cuyana, con amplia ventaja de un punto y medio sobre los escoltas cuando restan dos jornadas para el final del Mundial, se consagra en el campeón mundial absoluto de ajedrez (versión FIDE), Bulgaria se convertiría en la primera nación con tres campeones mundiales en un mismo deporte. Sin duda, un país convertido en la capital del mundo del ajedrez. Una verdadera jugada para la memoria.




