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Salir campeón es el sueño de todos los que han venido a Racing últimamente, aunque nadie lo pudo cumplir. Es el desafío más grande que tuve, porque después de 32 años, para la gente de Racing sería hermoso ver a su equipo campeón y nosotros podríamos ser los artífices de ese sueño".
Habla Diego Latorre desde su ilusión. Esa que apenas en algunos partidos lo hizo ídolo de la hinchada de Racing. Se expresa como quien está ante algo único, irrepetible.
-¿No es comparable ni con los 11 años que viviste en Boca?
-No. Yo noto a la gente un poco resignada y eso es doloroso. Nosotros podemos cambiar esa historia.
-Muchos jugadores, hasta hace un tiempo, no querían ir a Racing por los problemas. ¿Qué cambió?
-La total confianza en Lalín y en este proyecto. Si bien es un club en quiebra, esto puede ser la solución de muchos de los problemas económicos. Y por otra parte, el proyecto futbolístico. Este equipo genera mucha ilusión, no sólo en hinchas de Racing. Conozco a mucha gente que no lo es y le encanta vernos jugar.
-¿Se puede tener ese estilo y ser eficaz?
-Hay una gran confusión con eso de la estética y la eficacia. Uno utiliza esta arma para ganar, no para tirar un caño en la mitad de la cancha y nada más. Creemos que jugando bien se van a ganar muchos más partidos de los que se van a perder.
-¿Te sorprendió ganarte a la gente de Racing tan pronto?
-Es raro, porque hay una rivalidad muy grande entre Boca y Racing. Era un riesgo enorme no encajar, como le pasó a MacAllister en un principio. Afortunadamente, pasé esa primera prueba. Es muy importante el reconocimiento de la gente, si bien no es todo. Sabés que si te equivocás en una no pasa nada. Yo me puse las pilas por eso y porque el equipo me motiva. Este equipo me hace feliz, por el fútbol que juega.
-Se armó una sociedad con Delgado. ¿Se puede comparar con la que tenías con Batistuta?
-Son diferentes. Ahora estoy jugando en el puesto en el que estaba Bati, de 9, y el Chelo va más por los costados. Batistuta era más goleador, más potente, y Marcelo es más jugador, más rápido, me puede dejar muchas veces en posición de gol. Si será tan efectiva o no lo dirá el tiempo.
-¿Aquella sociedad te hizo mal? Porque se esperaba mucho de ambos y vos quizá no terminaste de dar el salto grande...
-No, no me hizo mal. Lo que pasa es que yo tuve mala suerte y muchos problemas. Con mi pase, con mi representante... Ahora una transferencia es mucho más seria. Quizá, si eso hubiera pasado ahora, estaría en alguno de los equipos más importantes. Pero estoy tranquilo y feliz con lo que hice, porque triunfar no es sólo jugar en Milan o en Real Madrid. También lo es defender el fútbol que uno siente.
-¿Notaste cambios en el ambiente del fútbol cuando volviste?
-Antes no había tanta prensa. Muchas cosas pasaban inadvertidas; ahora, cada gesto que hagas de más, sobre todo en un club importante, puede ser mal interpretado.
-Los intereses y el dinero en juego, ¿hicieron al jugador más individualista?
-No creo. Por ahí puede pasar con un chico, pero no con un tipo grande que sabe que no se puede salvar solo. Hoy, hay chicos de 15 años que ya tienen un representante, que los ve con buena pinta y les regala un auto. Se ve que ahora todos ven el dinero en el fútbol y se meten...
-¿Te ayudó tener una buena educación?
-Ni me ayudó ni me perjudicó. Jugué al fútbol y para eso no se necesita ser médico o abogado.
-Pero para manejarte mejor...
-Siempre me manejé con una premisa:ser auténtico y natural. No fingir, no mandar dobles mensajes.
-¿Al jugador lo usan?
-No. Cada día abre más los ojos. Antes podía ser que lo llevaran de un lado al otro, pero hoy, si sabe que está el negocio, él también quiere formar parte.
-¿Es cierto que el jugador es lo mejor que tiene el fútbol?
-No, no es tan así. También hay dirigentes sanos, representantes honestos. No se puede generalizar.
-¿Y el hincha?
-Es indispensable. Pero creo que ha perdido la capacidad de analizar los partidos en forma independiente del resultado. No importa si el equipo jugó bien o no, lo único que importa es ganar. Se perdió un poco la cultura futbolística en nuestro país.
-¿Seguís disfrutando del juego?
-Sí, disfrutar significa tener la responsabilidad de jugar bien para ganar. Lo que pasa es que hoy día, cuando alguien agarra la pelota, lo primero que hace es correr para adelante. No sabe por qué, hay una confusión. Se piensa en estar concentrados... Lo que tenemos que hacer es jugar bien, qué estar concentrados... No entiendo esa frase.
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La entrevista había terminado, pero Diego siguió enganchado con Racing, su nueva pasión. Estaba contento. De pronto, un tanguero farol, el de la foto, encendió la luz de la imaginación y un sueño hecho promesa. Si se cumple la añorada vuelta olímpica, hacer la misma toma, pero con un funyi inclinado hacia adelante y otro título para la nota: "En Racing, es Gardel".
Latorre no escapó al tema predominante del fútbol argentino, que es el seleccionado y el sucesor de Daniel Passarella, Marcelo Bielsa. Como siempre, no se anduvo con medias tintas.




