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LA PLATA.- El talentoso Alberto Márcico le puso la fecha a su retiro del fútbol profesional. En realidad, sólo jugará dos cotejos más como profesional y le dirá adiós a la pelota.
El tema es así: Márcico defenderá los colores de Gimnasia y Esgrima La Plata cuando juegue de local ante Ferro el 16 del actual por la segunda jornada del torneo Clausura, y frente a Boca, el 30, por la cuarta fecha. Será, justamente, ante los dos equipos argentinos en los cuales se desempeñó Márcico en la Argentina, además del equipo platense.
La decisión se resolvió ayer durante una reunión entre Márcico y los dirigentes de Gimnasia y Esgrima; y de esta manera, el jugador cumplirá el objetivo que se trazó en mayo del año último, cuando sufrió la tercera quebradura del talón de Aquiles: volver. Aunque sólo sea por dos partidos y así podrá despedirse como a él le gusta. Detrás de un pelota y diviertiendo a los hinchas con alguna de sus genialidades.
Con respecto a su futuro, descartó la posibilidad de ser ayudante de campo de Carlos Timoteo Griguol. Pero sostuvo con firmeza que le encantaría ser director técnico o representar jugadores. Y aclaró que nunca podrá ser empresario, pues "ésa -afirmó- es una tarea muy sucia y poco transparente".
-¿Fue difícil superar la última lesión?
-Aquella tarde fue dolorosa en lo físico y me destrozó en lo anímico. No sólo por la rotura del talón de Aquiles sino por la forma de abandonar la cancha. Fue doloroso salir en camilla. Temí por mi vuelta al fútbol. Sólo pretendía una oportunidad más. Retirarme por mis propios medios, sentir los aplausos y devolver con los brazos en alto tanto cariño.
-¿Esta circunstancia representó un nuevo desafío?
-Tenía que superar tanto fastidio. Me cuestionaba íntimamente por la forma de salir. Miraba la televisión y los medios gráficos y me sentía muy mal. Nunca me imaginé que ése podía ser mi último partido. no quería que así fuera. Por eso me esmeré duramente para regresar al fútbol. Fue mi objetivo y, hoy, aquel esfuerzo tendrá su recompensa.
-¿Será ayudante de campo de Griguol?
- Ese no es mi propósito. Quiero desempeñar la función de técnico. Dispongo de varios ofrecimientos. No sé cuál de ellos elegiré ni cuando comenzaré a trabajar. Es probable que lo haga a partir de enero del año próximo. Hasta ahora, la propuesta que más me fascina es un ofrecimiento para dirigir a los juveniles de un equipo de Francia.
-Hay muchos ex jugadores que se dedicaron a ser empresarios, ¿usted seguiría ese camino?
-Es una tarea sucia y poco transparente. Se le da muy poca importancia al ser humano. En todo lo que rodea la venta de un jugador, vale cualquier manejo para ganar un poco más de dinero. A lo que sí me dedicaría es a representar jugadores. Creo que es una tarea diferente, ya que uno defiende el contrato o el salario de un futbolista sin necesidad de entrar en el camino sinuoso y poco reconfortante de recurrir a métodos deshonestos.
Palabras de Márcico. Tan claras como sus gambetas adentro de una cancha. Que lo pintan de cuerpo aún cuando le tenga que decir adiós a su pasión: el fútbol.
En su carrera convirtió 130 goles
El partido 354 en la trayectoria de Alberto José Márcico marcará el final de su carrera deportiva. Será frente a Boca, el 30 del actual, por la cuarta fecha del torneo Apertura. Con 38 años le dirá adiós al fútbol profesional.
Nació el 13 de mayo de 1960 en la ciudad de Corrientes. De la mano Carlos Timoteo Griguol, su actual técnico en Gimnasia y Esgrima de La Plata, llegó a la primera división de Ferro. Márcico deslumbró a Griguol mientras jugaba un partido junto con unos compañeros de un profesorado de Educación Física.
Con los colores de la entidad de Caballito se consagró campeón en el torneo Nacional Ô84 y Ô85, y jugó desde 1980 hasta 1985. Ese año pasó a Toulose, de Francia, en 140.000 dólares. En el campeonato francés jugó 234 partidos y convirtió 66 goles.
En 1992, tras rescindir su contrato con Toulose en 650.000 dólares, llegó a Boca. Jugó en el equipo que dirigió el uruguayo Oscar Washington Tabarez y que ganó en 1992 el torneo Apertura. A Gimnasia La Plata llegó en 1997. En la Argentina, estuvo en 351 cotejos y anotó 64 tantos.


