

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.

Todas las semanas el fútbol argentino se tiñe de golpes, piñas, insultos e incidentes de todos los colores. Si no es entre los miembros de la misma hinchada, las peleas ocurren entre los simpatizantes y los policías. O entre los propios protagonistas del partido, los jugadores de fútbol. Algo de eso ocurrió ayer en Floresta, cuando estaba por terminar el encuentro –iban 43 minutos del segundo tiempo– que All Boys le ganaba a Chacarita por 4-1. Después de cinco minutos en los que el césped se pareció a un tatami, al árbitro, Jorge Baliño, decretó la suspensión y lo dio por finalizado.
Según un cable de la agencia Télam, un insulto del arquero César Taborda, de Chacarita, a uno de los chicos alcanzapelotas de All Boys fue la chispa que encendió todo. En teoría, el joven se habría negado a entregarle el balón rápidamente al arquero visitante para que pudiera reanudar el juego. Taborda, molesto, respondió. Todo, a metros del arco que da a la calle Miranda, bien cerca de la platea.
Después del insulto de Taborda, las palabras dieron paso a las trompadas. Gonzalo Rocaniere, que no jugó pero integró la delegación funebrera, ingresó en el campo de juego y se trenzó con el alcanzapelotas. Taborda también. En segundos, el fútbol dio paso al catch. Golpes de todo tipo fueron el corolario de un partido que ya había tenido tres expulsados (Aliendro y Melivilo, de Chacarita; Julián Fernández, de All Boys). Antes del comienzo del encuentro, allegados al plantel funebrero se habían quejado por el lugar que les habían asingnado para realizar el calentamiento.
El entrenador del equipo albo, José "Pepe" Romero, se mostró ofuscado por el epílogo del partido, que marcó su vuelta al equipo de Floresta: "Me pone muy triste esta mancha del final. Estas cosas alejan a la gente de las canchas. Creo que All Boys no tuvo nada que ver con lo que pasó. Espero que no lo sancionen", dijo Romero, citado por la agencia Télam. Sobre los incidentes, el entrenador agregó: "Lo único que vi es cuando un particular agrede a un chico alcanzapelotas. Del resto no puedo hablar mucho", contó Romero.
"Estamos tratando de identificar a las personas que ingresaron en el campo de juego, que no sé quiénes son", dijo el árbitro, Jorge Baliño, a la transmisión de Fútbol Para Todos. "Nunca me había tocado ver algo así en el terreno de juego", añadió. A unos metros, jugadores, auxiliares y hasta periodistas partidarios dirimían sus diferencias a las trompadas.
Aníbal Biggeri, entrenador de Chacarita, dio su opinión sobre los hechos del final: "Le dijeron al alcanzapelotas ‘salí de ahí’ y volvió a increpar a Taborda. Después apareció uno de ellos a agredir", señaló el DT funebrero en declaraciones a AM 680. Biggeri –ex entrenador de All Boys– agregó: "Teóricamente, el árbitro informó lo que se vio. Gresca en el campo de juego y agresión a los jugadores de Chacarita". César Taborda, arquero del conjunto de San Martín, contó cómo fueron los hechos: "Después del cuarto gol, un chico alcanzapelotas comenzó a insultarme. A boludearme, por así decirlo. Ése no es el problema. El pibe después se fue y vino un encargado de la cancha. Se metió y lo llamó para que siguiera hablando, para que me siguiera molestando. Durante todo el partido yo no le falté el respeto al pibe ni a nadie. Pero no sé qué hacía ese señor ahí", completó Taborda en declaraciones a Fútbol Para Todos.
En la B Metropolitana también hubo incidentes. En el estadio de Platense, el operativo policial fue calamitoso. Los efectivos formaron un cordón en la puerta de la tribuna popular local que impidió la normal desconcentración de los socios tras el encuentro. Los hombres de seguridad no dejaban pasar a los hinchas, que se agolparon en la salida. La tensión fue en aumento hasta que un integrante de las fuerzas policiales disparó gas pimienta sobre los hinchas. Eso provocó que los simpatizantes se enfurecieran. Los más afectados por el gas fueron atendidos en el hospital de Vicente López y se labró un sumario por la decisión del policía de tirar gas pimienta contra los hinchas.
En la cancha de Deportivo Morón los policías también volvieron a ser protagonistas. Tenían la orden de no dejar entrar a nadie en el vestuario local luego del encuentro –el local cayó 1-0 con Atlanta– y se produjo un encontronazo con allegados y dirigentes que pretendían ingresar. Hubo disparos de balas de goma y gases lacrimógenos. La bronca contra la policía se trasladó al resto de los hinchas, que terminaron rompiendo dos vidrios de un patrullero. No hubo detenidos.
La muerte de Javier Jerez, en uno de los ingresos en el estadio Ciudad de La Plata cuando iba a ver un partido de su equipo, Lanús, provocó que la policía bonaerense modificara el protocolo de seguridad en sus canchas. Según confirmaron ayer desde la Agencia de Prevención para la Violencia en el Deporte (Aprevide), la escopeta que hasta ese momento portaban los efectivos de seguridad -un disparo en el pecho fue el que le causó la muerte a Jerez- fue reemplazada por el gas pimienta como elemento de disuasión.



