Frentzen, el más eficaz en una carrera muy cambiante

MAGNY-COURS, Francia (DPA).- La batalla de la lluvia brindó la carrera más espectacular de la temporada actual y catapultó a Heinz- Harald Frentzen, piloto de Jordan-Honda, a lo más alto del podio. El piloto alemán logró adjudicarse el Gran Premio de Francia, con lo que sumó la segunda victoria de su carrera en la Fórmula 1.

Además, Frentzen relegó al campeón del mundo, Mika Hakkinen (McLaren-Mercedes), al segundo puesto, después que el conductor finlandés largara desde la 14a. posición. Y Rubens Barrichello (Stewart-Ford), que fue líder durante gran parte de la competencia.

"Heinz-Harald tuvo una actuación fantástica", declaró el gran rival nacional de Frentzen, Michael Schumacher. El piloto de Ferrari volvió a tener problemas técnicos y no tuvo posibilidad alguna de lograr su tercer triunfo consecutivo en Francia.

El doble campeón del mundo quedó quinto, por detrás de su hermano, Ralf Schumacher (Williams Supertec), por lo que se quedó ahora a ocho puntos de Hakkinen, que lidera el Mundial de pilotos, con 40 puntos.

Fue una carrera con decenas de incidentes y marcada, ante todo, por la fuerte lluvia que comenzó apenas media hora después del inicio de la carrera. Y si Frentzen logró imponerse, fue porque demostró una gran habilidad como piloto y porque la estrategia de Jordan, de limitarse a una parada en boxes, resultó ser acertada. Es la primera victoria del año que no queda en manos de McLaren o de Ferrari.

El alemán saboreó así el segundo triunfo de su carrera, tras la victoria en el Gran Premio de SanMarino, en Imola. Frentzen aprovechó que Hakkinen se viera obligado a volver a boxes para recargar combustible. En medio de la lluvia logró administrar la escasa ventaja que le brindó el finlandés. La carrera tuvo que ser neutralizada entre las vueltas 25 y 35, debido a la lluvia. Fue una carrera loca, con cinco pilotos que alternaron la punta: Barrichello, Coulthard, Schumacher, Hakkinen y Frentzen.

Las precipitaciones obligaron a los pilotos a buscar con urgencia la salida de boxes, para cambiar las cubiertas para piso mojado.

Eddie Irvine (Ferrari) sorprendió a sus técnicos de tal manera que precisó nada menos que 42s9/10 para cambiar un juego de neumáticos.

Justo antes de la salida a la pista del coche de seguridad, en el giro 25, el local Jean Alesi (Sauber-Petronas) se salió de la pista. Las condiciones eran infernales.

Alesi, que para muchos es el candidato para reemplazar a Irvine en Ferrari el año próximo (en caso de que el irlandés emigre del team de Maranello), sufrió un grave accidente el viernes último, en los entrenamientos, cuando se despistó a más de 220 km/h. Ayer, en una curva, el Sauber perdió el control y quedó encajado en la cama de leca.

Barrichello explotó sus posibilidades al máximo. El sábado, había logrado la segunda pole position de su carrera, y mandó hasta la vuelta 44, cuando Schumacher le arrebató el primer puesto.

El brasileño lo recuperó poco después, en el giro 53, cuando Schumacher tuvo que regresar a boxes, para cambiar el volante. Perdió 13 segundos. "Sólo podía correr en segunda", explicó el alemán, quien se vio adelantado por su hermano menor. Irvine, al menos, respetó la jerarquía en el equipo y le brindó la posibilidad a Schumacher de conquistar dos puntos importantes.

Barrichello, mientras, luchaba por ganar, pero tuvo que ceder ante la potencia del McLaren de Hakkinen en la sexagésima vuelta. Ambos se vieron adelantados luego por Frentzen, que aprovechó el regreso a boxes del brasileño para hacerse con el primer puesto, a falta de siete vueltas para el final de la carrera.

Frentzen ganó gracias a un cambio de estrategia y a su pericia en condiciones adversas.

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