Arévalo Ríos y Uruguay: "Sabemos que hay un camino y ninguno se desvía"
Cuando escucha el dato, a Arévalo Ríos se le ilumina la cara: es uno de los cuatros futbolistas que más minutos jugados en Mundiales tiene en la historia de Uruguay. "Y soy de los pocos que le tocó jugar todos los minutos que tuvieron disponibles", agrega. "Imaginate lo que es quedar en la historia de tu país. Hace once años que estamos juntos con los muchachos. Hemos logrado cosas impensadas, que para el país no se habían conseguido hace tiempo. Fuimos a dos mundiales, se acerca otro y está al alcance de la mano. Este grupo ha hecho un cambio tremendo para lo que es el fútbol uruguayo, ojalá que el día de mañana seamos recordados como muchos equipos históricos con los que nosotros crecimos", cuenta el volante.
-¿Cuánto tiene que ver el Maestro Tabárez en esto?
-Muchísimo. La manera de trabajar, la seriedad que tiene el cuerpo técnico es fundamental. Nos tenemos un respeto mutuo que es impresionante. Sabemos que hay un camino y ninguno se desvía. Por eso hemos logrado cosas importantes.
-Coincidieron con esta generación argentina que se le ha negado el título. ¿Por qué Uruguay sí pudo?
-Son cosas que pasan en el fútbol. Hay veces que el grupo puede sobrellevar una mala actuación o un resultado adverso. A nosotros nos ha salido bien, ahora últimamente no se dieron los resultados pero la clasificación está al alcance de la mano. La Argentina quizá tuvo muchas oportunidades, llegó a la final del Mundial con todo lo que eso quiere decir, pero a veces se puede ganar y otras no. Si te encontrás con una selección que hace las cosas de mejor manera, quizá se saca adelante con actitud, que es algo por ahí nosotros encontramos como grupo.
El Nº 5 de Racing lleva en el cuerpo la Copa América que ganó con Uruguay en 2011
Una huella de 15 equipos y 14 tatuajes. Su larga y exitosa carrera le ha dejado a Egidio Arévalo Ríos marcas en la piel. No únicamente por el roce físico y la pierna fuerte, que han sido sus constantes en la mitad de la cancha de cada uno de los 15 equipos en los que jugó, entre ellos Peñarol, Botafogo (Brasil), Palermo (Italia) y Veracruz (México). El uruguayo, además, tiene una afición por los tatuajes: tiene catorce dibujos, la mayoría compartidos con su mujer, pero también muchos otros de cosas que le han pasado en el fútbol.
"Todos tienen un significado, algunos son cosas que hemos pasado juntos con mi señora: los nombres nuestros, una virgen, una cruz, los anillos de matrimonio y la pareja del león y la leona que siempre están juntos. También en el fútbol me han pasado cosas buenas: tengo campeonatos, estrellas, trofeos. Me tatúe la Copa América cuando nos tocó ganarla acá en Buenos Aires, en el 2011, y después el título en México con Tigres", explica el mediocampista y suelta un giño para la ilusión de los racinguistas: "Me quedan espacios, esperemos que podamos lograr un título con Racing para que el día de mañana también me lo pueda hacer".
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