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SANTA FE.- Unión perdió mucho más que un partido. Ahora, además de preocuparse, debe ocuparse decididamente por intentar cambiar su presente. Su futuro es muy complicado y casi está obligado a ganar su próximo compromiso, frente a Talleres, en Córdoba, para intentar salir de la zona del descenso directo, donde acompaña a Huracán. Después tendrá mucho menos margen. Ayer, el conjunto santafecino cayó derrotado por 3 a 0, y sin atenuantes, por un Arsenal sencillo pero muy práctico y efectivo que, según Jorge Burruchaga, su técnico, "hizo el partido perfecto", en cuanto a contención, creación y definición. Así, casi quedó a salvo del descenso.
La vuelta del conjunto tatengue a su estadio, después de la interrupción que provocó la trágica inundación que castigó esta capital entre el 29 y 30 de abril último, y que también afectó a este club, no resultó como todos esperaban. A pesar de una rebaja en el valor de la entrada (su costo fue de 8 pesos), poco público acompañó al equipo, al que terminó insultando por el resultado o repitiendo "que se vayan todos..." Además, a los 19 minutos de juego, un grupo de simpatizantes que pugnaba por acceder al estadio sin abonar el ingreso protagonizó un incidente con la policía, que reprimió con balas de gomas e hirió a una decena de hinchas.
Unión desnudó la mayoría de sus carencias, pero con tanta desidia que Arsenal se fue encontrando con el desarrollo en su favor -que resolvió adecuadamente- porque el local se lo facilitó. Ya a los cinco minutos, Gastón Esmerado conectó de cabeza un tiro libre de Cristian Alvarez, frente a una defensa sin respuestas.
El gol motivó la reacción, pero no siempre correr más equivale a jugar mejor, menos si Rubén Capria está fuera del equipo por lesión. Peor aún si, como sucedió sobre el final del período, después de generar dos situaciones para igualar, el rival estiró la diferencia. Lo consiguió Darío Espínola, con un preciso tiro libre, por encima de la barrera y con cierta pasividad del arquero Jorge Manduca.
El técnico Juan José López dejó tres defensores, incorporó un atacante (Perezlindo por Wernly), pero nada cambió: con excepción de Christian Giménez, volantes y delanteros se mostraron sin rumbo y hasta sin convicciones.
Arsenal no debió esperar mucho para anotar el tercero, y esta vez de contraataque, como para exhibir algo más de lo que sabe y puede hacer cuando el adversario se lo permite. Con el gol de Adrián Romero -asistencia de Jorge Morales, el jugador más sencillo y criterioso de la cancha- el equipo de Sarandí consolidó la victoria y gran parte de su objetivo de permanecer en primera división. "Si logramos ese anhelo, será un premio enorme al trabajo y sacrificio que todos hemos hecho, a partir de que no jugamos de local en nuestra cancha en todo el torneo", apuntó el DT Burruchaga.
"Tenemos que jugarnos la vida contra Talleres. Todos debemos tomar conciencia de que ese partido no lo podemos perder", fue el mensaje para todos de Giménez, el único aplaudido, el único que comprendió lo que estaba en juego.


