Arsenal, un club de fútbol que mantiene el sello de la familia Grondona

"Este es un club de fútbol. Por algo cuando lo fundaron le pusieron Arsenal Fútbol Club. Acá lo único que hay son canchas para jugar al fútbol". Así define a la institución del Viaducto uno de sus dirigentes más importantes. El presente deportivo hace que se vuelva a hablar de Arsenal por sus méritos futbolísticos y no por su linaje, que lo emparenta de forma directa con la familia Grondona. Es que ese apellido, fuertísimo, es un sello de identidad que se mantiene incluso en la conformación de la comisión directiva: el presidente es Julio Ricardo Grondona, hijo del fallecido Julio Humberto. Como vicepresidente 3º está Gustavo Héctor Grondona, sobrino del ex presidente de la AFA. Y el tesorero es Genaro Aversa, yerno del histórico caudillo. Liliana (hija de Julio Humberto) y Lara Grondona (nieta) son vocales titulares.

El influjo de quien gobernó la AFA durante 34 años también se siente en el manejo diario del club de Sarandí. "Fue el mejor dirigente de la historia del fútbol argentino", repiten en el estadio, que lleva el nombre del patriarca, fallecido en julio de 2014. "En su casa, él gastaba lo que le entraba. Nosotros hacemos lo mismo". La receta funciona: el año pasado ganó $3 millones, mientras que un año antes había dado un superávit de $1,671 millones. "Nuestra camiseta es un buzo antiflama, porque tiene publicidad en todos lados. Y eso ayuda", dicen en el club. Las últimas ventas (Iván Marcone a Lanús y Matías Zaldivia a Colo Colo, de Chile), explican la buena salud económica de la institución.

Además, Arsenal tiene un padrón de entre 8000 y 9000 socios, aunque un gran número de ellos son vitalicios que no pagan la cuota social. Los ingresos por derechos de TV y auspiciantes explican la mayor parte de sus ingresos anuales. Y no comete locuras a la hora de contratar jugadores.

En ese plan de austeridad, los dirigentes decidieron firmar un convenio con la empresa Score Fútbol, relacionada con los agentes Cristian Bragarnik y Ricardo Pini, a comienzos de este año. "Técnicamente, no es un gerenciamiento. Decidimos firmarlo para tener medianamente sano el fútbol profesional. La empresa nos da el know-how (saber cómo) y nos acerca jugadores. La verdad es que ni soñábamos con tener el equipo que hoy tenemos. El plantel tiene 18 o 19 futbolistas preparados para jugar todos los días", se alegran en el Viaducto, donde recuerdan con cariño ese gran equipo que comandó Gustavo Alfaro y que, con Lisandro López como emblema (hoy en Benfica de Portugal), conquistó el Clausura 2012.

El hacedor del equipo actual, que pelea el primer puesto de la Zona 1 se llama Sergio Rondina. Ex jugador del Viaducto, eligió dirigirlo en primera cuando tenía casi todo arreglado con Los Andes, de la B Nacional. "Lo eligió Julio Ricardo Grondona. El mérito es todo suyo", aseguran en el club. Es un entrenador fogueado en el ascenso para quien Arsenal supone su primera oportunidad en la elite. Una gran chance que no quiere dejar escapar. "Es un DT serio y trabajador", lo califican quienes lo ven trabajar todos los días. Ellos, como los propios futbolistas, se ilusionan con volver a festejar un título.

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